Nada de Pactos de Moncloa

Muchos reclaman una reedición de los Pactos de la Moncloa. La mayoría de estos voceros no los conocieron y una buena parte de ellos ni siquiera habían nacido. Acierta mi periódico al cambiar la referencia por «pacto nacional» o «acuerdo entre partidos». Políticos, periodistas, encuestadores y demás deben convencerse que hoy es imposible un acuerdo como aquel porque el escenario es totalmente diferente.

Allá por 1977, los partidos tenían una convicción común, la de instaurar la democracia en una España unida, bajo una sola bandera. Hacía bien poco que el PCE, con Carrillo a la cabeza, había abrazado la Monarquía y la enseña roja y amarilla. Hoy abundan los partidos en pos de suprimir la Monarquía parlamentaria y dinamitar la unidad de España, con el comunismo de Chávez y Castro como meta. Y algunos de ellos están o apoyan al Gobierno.

La economía presentaba una distancia abismal a la actual. La moneda era la peseta, que podía devaluarse y revaluarse a conveniencia. La autonomía descansaba en el Gobierno y el Banco de España. Hoy estamos en el euro y las más importantes decisiones corresponden a Comisión y al Banco Central Europeos. Hasta la sociedad civil estuvo representada en aquellas negociaciones por los sindicatos y la patronal. Hoy CCOO y UGT son claramente partidistas de PSOE-Podemos.

Cuando esta pandemia acabe y se constaten las consecuencias económicas, será momento de pedir cuentas al Gobierno por sus irresponsabilidades. Sánchez no puede pretender el apoyo unánime e irse de rositas. El pacto será obligado, pero no tiene por qué dirigirlo el más incompetente. Europa tendrá mucho que decir y allí la credibilidad del Gobierno está por los suelos. Así es la vida.