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Economía: “El covid-19 ha demostrado que Feria Valencia debería ser pública”

La Conselleria de Rafael Climent ha defendido siempre, frente a la visión del PSPV, que la institución no debe pasar a manos privadas

El aforo máximo permitido de Feria Valencia es de 12.600 personas
El aforo máximo permitido de Feria Valencia es de 12.600 personaslarazon

El papel que ha jugado Feria Valencia durante los días más dramáticos de la pandemia, “valida” la opción defendida desde el principio por la Conselleria de Economía Sostenible, en manos de Rafael Climent (Compromís), en el proceso de reestructuración del recinto, que consiste básicamente en que la institución ferial debe de estar en manos eminentemente públicas.

Almacén de material sanitario, resguardo (gratuito) para los monumentos falleros, incluso en algún momento se barajó la posibilidad de que fuera un hospital de campaña -en los más duros de la crisis por el coronavirus-. Todos ellos son motivos más que suficientes para demostrar, según fuentes de la Conselleria de Climent, que un recinto como el de Feria Valencia debería estar en manos de las instituciones públicas. “¿Qué habría pasado si hace unos meses la hubiéramos privatizado?”, señalan estas fuentes.

A lo largo de estos difíciles meses “se ha refirmado la vocación pública de las ferias al servicio de la sociedad”, apuntan.

Hay que recordar que antes de que el covid-19 irrumpiera en nuestras vidas para congelarlo todo, la institución se encontraba en pleno proceso de reestructuración -en realidad se encontraba desde hacía cinco años- y en plenabatalla entre socialistas y Compromís. Los primeros, defensores de externalizar la gestión de la Feria y dejarla en manos de un operador privado, y los de Oltra partidarios de que las riendas recayeran en manos públicas, sin dejar de lado acuerdos puntuales con empresas privadas.

El hecho de que el recinto ferial haya sido un resguardo durante estos difíciles meses y haya estado a plena disposición de la Generalitat valenciana en todo momento, reafirma, según Economía, su visión del futuro de la institución. Este estará marcado sin duda alguna por otros factores, siendo uno de ellos el hecho en sí de que nadie sabe cómo serán las ferias post-covid.

“No será lo mismo si trunfan las ferias presenciales que si se impone un modelo más digital”, señalan estas fuentes. En este sentido, la de Valencia tiene ventajas con respecto a otras ferias, siendo una de ellas que es líder en determinados certámenes, como el del azulejo o el mueble, y que cuenta con potentes sectores productivos cercanos, lo cual facilita el montaje y desmontaje de los certámenes en caso de que se anulara alguna feria de forma repentina por un posible rebrote de contagios.

Otro factor que marcará de forma ineludible el devenir de Feria Valencia es, sin lugar a dudas, el estado en el que se encuentren los gestores privados especializados en la organización de certámenes, puesto que muchos de ellos se encuentran en una delicada situación como consecuencia de la crisis del covid-19.