El Gallinero
Los falleros salvaron la mezquita y la media luna por miedo, no en aras de la conciliación
No se indultan de las llamas los ninots del Papa, de Jesucristo, del Rey, de las banderas de España ni de todo lo que se tercie
Salvar a los ninots de la mezquita y la media luna no fue un acto de conciliación si no un efecto del miedo. El miedo da mucho poder. Yo mismo deseché el lunes escribir sobre este asunto por miedo. Si lo hago hoy, es por valentía ...o por estupidez.
Entiendo a la Comisión Duque de Gaeta-Pobla de Farnals de Valencia al haber aceptado indultar anómalamente a los ninots «por la sugerencia de unos pacíficos musulmanes». Quizá yo, en su lugar, hubiera actuado de la misma forma, como la inmensa mayoría.
Ahora bien, el argumento de que fue «en aras de la conciliación, del respeto y el cariño a otras culturas» no se sostiene más que en base al pánico, al temor temor a la represalia. Conciliación, respeto y cariño sería si se hiciera igual con todas las culturas, si no se quemaran signos católicos u otras muchas obras. Arden imágenes del Papa, de Jesucristo, del rey, de banderas de España y de todo lo que se tercie. Dejémonos de excusas.
De todos es sabido que el arte fallero se sustenta en la ironía, la picaresca, la crítica, la sátira. ¿Por qué no explicarles, hay argumentos sobrados, que no es ofensa sino tradición, que no existe vejación, ni ánimo de insultar ni ofender, sino una expresión artística, si se quiere hasta ácida, de los acontecimientos del año.
Para más demostración de la intolerancia de la izquierda, apareció el diputado de Compromís, Joan Baldoví, llamando nazis a los artistas de la la Comisión de Convento Jerusalén -por cierto, ganó el premio a la mejor falla, mayor e infantil- por caricaturizar a los independentistas catalanes Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Eso sí, calificó de nimiedad la pancarta en defensa de Stalin colocada en el balcón del Ayuntamiento capitalino. Es la la libertad a la que lleva el comunismo.
Como decía Sylvester Stallone a tavés de su personaje más famoso, Rocky: «el miedo es como un fuego en nuestro interior. Si lo controlamos, nos mantendrá calientes para seguir peleando. Si no lo controlamos, se extenderá y nos devorará». En fin, miedo es lo que hay. ¡Que se lo pregunten a los redactores de «Charlie Hebdo! Así es la vida.
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