Opinión

La voz de los valencianos

La gestión de la pandemia es la victoria del Estado autonómico frente a las pulsiones recentralizadoras

Ximo Puig. Presidente de la Generalitat Valenciana

Un silencio muy largo había enmudecido la voz de los valencianos. Ahora hemos recuperado la voz. La voz serena que habla, dialoga y acuerda. La voz comprometida que propone y reflexiona. Es una voz plural que hoy, 9 de Octubre, suena a esperanza por todo lo que hemos superado.

El pueblo -la voz del pueblo valenciano- se ha hecho sentir como nunca en el último año. Los hechos han hablado por las valencianas y los valencianos. Frente a los conflictos, las turbulencias o el incivismo de otros territorios, la madurez del pueblo valenciano ha enterrado todos los tópicos sobre la inconstancia o la falta de tenacidad que injustamente nos perseguían. La respuesta a la pandemia ha generado una nueva narrativa para contar -y para contarles nosotros como somos los valencianos. Un pueblo fuerte, solidario y convencido. Un pueblo hermanado. No hay mejor relato identitario que aquel que este triste episodio ha permitido demostrar.

Han sido años de silencio impuesto por el estigma de la corrupción. Ahora, la voz valenciana es respetada en España. Es la voz, por ejemplo, de nuestra sociedad civil. Los empresarios y el resto de agentes sociales han cambiado maneras de pensar con la reclamación paciente del Corredor Mediterráneo. Una España en red frente a la España centralista y radial. Hemos contribuido a evidenciar que hay que abandonar el Kilómetro Cero, el geográfico y el mental.

La voz de la Comunidad Valenciana ahora intenta impulsar una España más cómoda para todos. Una España polifónica que revierta cinco disfunciones: la España unilateral, tanto del independentismo como del nacionalismo uniformizador; la España macrocefálica del efecto capitalidad; la España injusta del infrafinanciación y el dumping fiscal; la España invisibilizada de las tierras que nunca cuentan; y la España olvidada del despoblamiento. Queremos hacer más viable el proyecto compartido de España. Y más allá de partidismos, más allá de los solistas que sólo miran por su interés, la voz valenciana es la voz de los puentes, la justicia y la igualdad.

La voz valenciana del autogobierno suena ahora con más fuerza. La gestión de la pandemia es la victoria del Estado autonómico frente a las pulsiones recentralizadoras. Este año y medio confirma una convicción: que el Estado del Bienestar es el mejor contrafuerte contra las desigualdades. Por ello, la nueva generación de Pactos Autonómicos estatales que la Comunidad Valenciana está impulsando debe partir de una premisa: los servicios públicos deben tener una suficiencia financiera que ahora no está garantizada. Hemos experimentado grandes avances de un Gobierno de España sensible a nuestra realidad. Pero la reforma del modelo de financiación es inaplazable. Buscamos soluciones, no sobreactuaciones.

El mensaje del pensador valenciano más europeo era nítido: sin igualdad no es posible la libertad. Cinco siglos después, el pensamiento de Luis Vives nos vuelve a alinear con Europa. Con la mejor Europa: la que pacta y no impone. La que construye alianzas, no barreras económicas y sociales. En esta nueva Europa de un humanismo recuperado, los valencianos también alzamos la voz. Hemos llevado el corazón de las instituciones europeas un debate de dignidad: la suspensión temporal de las patentes para acelerar la vacunación. Solidaridad europea para superar la pandemia y afrontar la recuperación.

Lo dice el poeta: Venimos de un silencio de gente que va alzándose desde el fondo de los siglos. Hoy cumplimos casi ocho siglos juntos. Nunca más silencio para la voz de los valencianos.