Economía

Más reservas pero menos gasto: así son las cenas de empresa postpandemia

La hostelería advierte de que lo peor está por llegar: “La cuesta de enero será este año más empinada”

Jovenes celebrando la Navidad en una cena de empresa.
Jovenes celebrando la Navidad en una cena de empresa.Cristina BejaranoLa Razón

Las ganas acumuladas de eventos navideños provocaron que ya el pasado mes de noviembre empezaran a celebrarse las tradicionales comidas y cenas de empresa. Desde los restaurantes celebraban la “eclosión” de reservas, pero sabían que el “boom” de demanda no iba a reflejarse en una mejora de sus cuentas de resultados. Durante los últimos meses han podido comprobar que, a pesar de que las mesas están llenas, el ticket medio por comensal está disminuyendo a causa de la pérdida de poder adquisitivo.

Así lo explica el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (Conhostur) y vicepresidente de Hostelería España, Manuel Espinar. “Estamos teniendo faena, pero el ticket medio baja, y la rotación de los clientes también. Quien antes salía todos los días a tomar café o almorzar, ahora sale dos veces a la semana”.

Espinar asegura que la “inflación está ahí” y los datos que se publican luego no tienen un efecto directo en las cuentas de explotación. “Algunos productos se han encarecido hasta un 60 por ciento, de manera que los tenemos que eliminar de la carta porque no podemos repercutir ese incremento en el cliente”, explica el representante de la hostelería, quien asegura que el “límite de la elasticidad del precio en muchos casos está al límite”. Indica que, como media, los gastos han aumentado un 20 por ciento, sin tener en cuenta la factura eléctrica, que se ha triplicado a lo largo de los últimos meses. “Todo eso ha mermado mucho las cuentas de explotación y hay gente que está entrando en pérdidas. La rentabilidad es cero”.

Además, señala que, según sus previsiones, lo peor está por llegar. “Esto lo vamos a sufrir más durante el primer trimestre de 2023. La cuesta de enero va a ser más empinada este año”. Asegura que la clase media, que es la que suele acudir más a los locales de restauración, también será la que empiece a resentirse dentro de unos meses de las subidas de las hipotecas. “Algunas familias tendrán que soportar incrementos de entre 4.000 y 5.000 euros anuales”, lo cual obviamente repercutirá en su capacidad de gasto fuera del hogar.

Por ello, las expectativas de cara al año próximo “no son nada halagüeñas”. Según los datos disponibles, subraya Espinar, “el paro va a subir y el crecimiento de la economía se va a quedar en un uno por ciento”. Como dato positivo resalta que las expectativas en el sector turístico sí que son positivas aunque “no sabemos cómo se van a materializar”.

“Las vacaciones se verán mermadas en el turismo nacional y nivel internacional igual, ¿qué va a pasar con las vacaciones? Vendrá un turismo internacinal de clase media-alta pero la clase media se va a ver muy mermada. Hay que cogerse muy con pinzas el 2023″.

Las Navidades dan un respiro

Pero mientras llega el 2023 y se cumplen -o no- los peores augurios, las Navidades darán un respiro al sector hostelero. Según los restauradores encuestados en Valencia, el 60 por ciento cuentan con una ocupación superior al 90 por ciento tanto para el día de Navidad, como para el día 1 de enero y Reyes, y para estas dos últimas fechas se espera llegar al aforo completo. “Por alguna razón, en muchas familias se ha institucionalizado salir fuera a comer en esas fechas”. Así es que mientras llegan los nubarrones del próximo año, disfrutemos de las fiestas.