El acusado de matar a su pareja el día de Navidad: "No maté a Yolanda, solo la conocía de la venta de cocaína"

Francisco N.M., de 23 años, ha declarado hoy en la Audiencia Provincial de Alicante por el presunto asesinato de Yolanda, de 23 años y de nacionalidad paraguaya, de un tiro en la sien en día de Navidad de 2021; una mujer on la que, según el relato de la acusación, mantuvo una relación sentimental, sin convivencia, de apenas dos meses. En la vista, el acusado ha negado hoy, entre sollozos y con la voz entrecortada el crimen, e incluso ha asegurado que ni tan siquiera era su novia.

Tras el asesinato, el acusado huyó y estuvo escondido durante cuatro días hasta que el 30 de diciembre fue detenido.

Antes de declarar, Francisco N.M. ha escuchado la reconstrucción del crimen punto por punto con la cabeza gacha y se ha acogido a su derecho a contestar sólo a las preguntas de su abogado. La Fiscalía y las acusaciones particular y populares piden para él 25 y dos años de prisión por dos delitos, uno de asesinato con alevosía, y otro, de tenencia ilícita de armas.

La joven era madre soltera de un niño de 9 años y una niña de 4, y llegó a España únicamente con su hijo hace dos años y medio. Según los escritos de la acusación, Yolanda conoció a Francisco N.M. cuando, para ganarse la vida y poder así traer a su otra hija a España, comenzó a cuidar a un familiar mayor del acusado. Tiempo después, se reencontraron e iniciaron una breve relación sentimental; cuando ella se planteó romper con él tras una discusión por WhatsApp, el día de Nochebuena, se desencadenó el crimen que se produjo en el domicilio del acusado en la madrugada del 24 de diciembre de 2021, al 25 de diciembre, día de Navidad. Un casa ubicada en el barrio ilicitano Los Palmerales.

A continuación, el encausado emprendió la huida y, tras confesarle los hechos a su abogado, quien avisó la Policía Nacional, ser localizado y detenido el 30 de diciembre 2021, tras atrincherarse en un prostíbulo con un Kalashnikov, con el que disparó a los agentes.

Después de oír que el relato de la fiscalía, la acusación particular de la familia de Yolanda, y las acusaciones populares de la Generalitat y una asociación ilicitana de mujeres, todos coincidentes en la reconstrucción de los hecho, el acusado ha dado su testimonio. Francisco N.M. ha subrayado que "no" disparó a Yolanda y ha expuesto que la relación que mantenía con ella era porque ambos vendían cocaína por distintos puntos de Elche. Ha añadido que ella, de la que el resto de partes mantienen que era cuidadora de ancianos, lo hacía para ganar dinero para traerse a su hija desde Paraguay.

De lo ocurrido la madrugada entre la Nochebuena y Navidad de 2021, ha señalado que la víctima fue a su casa y que poco después la dejó en su dormitorio con tres paquetes de un kilogramo cada uno de cocaína mientras que él se marchó 90 minutos a distribuir otra droga aprovechando que esa noche hay menos vigilancia policial en las calles.

Ha sostenido que, a su vuelta, le sorprendió ver la puerta abierta y que Yolanda sangraba en el suelo y sin rastro de los paquetes de cocaína, por lo que sospecha que un tercero le robó la sustancia estupefaciente y la mató. Después huyó.

La fiscalía y las acusaciones coinciden, por el contrario a lo expuesto por el acusado, que planeó el asesinato de Yolanda porque ésta había decidido separarse unas horas antes por el férreo control que él ejercía sobre su vida, incluso prohibiéndole salir de casa y hablar con otros ciudadanos paraguayos.

Sostienen que la convenció para dormir juntos esa noche y que cuando ella llegó a las 1.30 horas y se quitaba los zapatos en el dormitorio, él la encañonó en la sien y la mató de un único disparo, y que salió a la calle y ofreció dinero a los vecinos para que le ayudaran a hacer desaparecer el cuerpo de Yolanda antes de huir, dejando a la víctima desangrándose en el suelo, sin ayuda.

Se trata del segundo juicio al que se enfrenta Francisco N. M. por lo ocurrido esa última semana de 2021 ya que el pasado febrero aceptó, de conformidad con la fiscalía, 10 años y medio de cárcel por el referido episodio del atrincheramiento en el prostíbulo.

Entonces, el acusado reconoció los hechos y admitió cuatro años de prisión por cada uno de los dos intentos de homicidio a dos policías, dos años más por tenencia de arma prohibida (se modificó la calificación de arma de guerra) y seis meses más por allanamiento de establecimiento abierto al público.