Dana
Un colegio de Alcoi recibe los dos futbolines creados por un artesano de Paiporta afectado por la dana
Los dos juegos han costado 1.800 euros
El colegio Carmelitas Vedruna de Alcoy ha culminado la campaña emprendida para ayudar al último artesano que fabrica futbolines de la Comunitat Valenciana, Agustín Navarro, de Paiporta, cuyo taller resultó gravemente afectado por la dana de Valencia.
A principios de abril, el colegio alcoyano emprendió una campaña entre los padres para recaudar dos futbolines por un valor conjunto de 1.800 euros y, una vez recogida la suma, los dos juegos ya han sido recibidos.
Este carpintero de Paiporta de 56 años, que lleva en el oficio desde los 16, pensó en abandonar su oficio cuando la crecida del barranco del Poyo destruyó su taller y arruinó los pedidos que tenía en fabricación.
Entonces, uno de los profesores del colegio Carmelitas Vedruna conoció su situación cuando estuvo de voluntario en la zona y pensó que si el centro pedía a Agustín dos futbolines podrían colaborar para que no tirara la toalla.
Si en un principio el lema de la campaña era ‘Agustín, fes-nos un futbolí’ (‘Agustín, haznos un futbolín’, en castellano), en poco tiempo alumnos, maestros y padres del colegio han recogido los 1.800 euros necesarios para cambiarlo por ‘Agustí, ací tens els 1.800 euros dels futbolins’ (Agustín, aquí tienes los 1.800 euros de los futbolines).
El proyecto de micromecenazgo y aprendizaje-servicio, que ha movilizado en todo el centro, ha hecho que desde los más pequeños de Infantil hasta el alumnado de Secundaria se involucraran para conseguir el dinero de los dos futbolines para el club deportivo Vedruna.
“Este proyecto no sólo nos ha enseñado a sumar dinero sino a sumar valores”, ha afirmado Ángela Linares, directora pedagógica del centro al referirse a una iniciativa que ha servido como motor pedagógico para trabajar la solidaridad, el emprendimiento, la realidad de los desastres naturales y la importancia de preservar el patrimonio cultural.
Fuentes del colegio han subrayado que esta acción cobra especial sentido durante la conmemoración del 200 cumpleaños de la institución fundadora del colegio: “Cómo hizo Joaquina de Vedruna, queremos ser presencia activa allí donde más se necesita. Hoy, Agustín y su taller son el símbolo de esa necesidad”.
Después del éxito conseguido en poco tiempo, el colegio estudia convertir la experiencia en un proyecto permanente de emprendimiento social y servicio en la comunidad.