Opinión | A través del espejo

La dana del pánico

Cuatro meses después todavía quedan demasiadas cosas por hacer

Vista del embalse de Forata soltando agua tras las lluvias de este mes de marzo
Vista del embalse de Forata soltando agua tras las lluvias de este mes de marzoEFE/ Manu Bruque

Pasarse de prudentes. Esto es lo que se ha criticado estos días en todas aquellas localidades en las que se han suspendido clases o la actividad en los centros de salud o de carácter sociosanitario. Solo con estas medidas, ciudades como Valencia se han quedado a medio gas.

Antes del 29 de octubre cuesta pensar que se hubiese actuado así, pero ¿a alguien no puede entender que se hayan tomado estas decisiones?, ¿Qué hubiese ocurrido si se vuelve a haber un sola víctima mortal por un temporal?

Con esto no quiero decir que no sea necesario revisar los protocolos para evitar que cada episodio de lluvias se acabe convirtiendo en una semana de vacaciones escolares para unos y un quebradero de cabeza para otros.

Quienes han criticado estas decisiones quizás no se han parado a pensar que todavía hay mucha gente de la zona dana que está lejos de haber recuperado sus rutinas y que sus casas o sus calles todavía son el escenario de la catástrofe. Como se suele decir, llueve sobre mojado.

La batalla política de esta semana ha seguido en el análisis del día 29 de octubre. Los requerimientos de la jueza están permitiendo conocer los detalles de aquella jornada en la que salieron demasiadas cosas mal.

La oposición se ha dado prisa en comparar las medidas adoptadas en este temporal con las que se tomaron en la dana para incidir en que aquella, ni la vieron venir.

Cuatro meses después todavía quedan demasiadas cosas por hacer. La cuenca del Poyo sigue con un único sensor que no cubre ni la mitad del territorio y tampoco se ha instalado el sistema de alerta temprana (SAT) en la cuenca del Júcar que permite prever qué va a ocurrir en ramblas y barrancos.

Mientras estas medidas, o la instalación de cámaras o alertas en los embalses no estén operativas, tendremos danas de pánico aunque caigan cuatro gotas.