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Análisis

Endavant, el plan que busca cómo no repetir errores del pasado: "No podemos negar que puede volver a ocurrir"

Mazón asegura que no había una experiencia previa que preparase a una Administración para evitar los 228 fallecidos

Carlos Mazón presenta el Plan Endavant para la recuperación social Manuel BruqueEFE

La presentación del Plan Endavant se celebró en el lugar que el Consell reserva para los grandes acontecimientos. El Saló de Corts del Palau de la Generalitat adoptó la composición de días tan importantes como el 9 d’ Octubre porque no solo se convocó al Consell en pleno, sino también a una amplia representación de la sociedad civil valenciana, alcaldes y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por parte del Gobierno hubo un único representante, el comisionado para la reconstrucción José María Ángel.

No era para menos si se tiene en cuenta que del desarrollo de este plan depende el futuro no solo de las provincia de Valencia, sino de toda la Comunitat, pues busca taponar esos agujeros en el sistema de prevención y protección que no fueron capaces de preservar la vida de 228 personas. «No existe en el mundo esa administración que cuente con las herramientas para modular, frenar o evitar que un episodio de lluvias acabe pulverizando récords históricos de precipitación en una zona determinada y en un momento concreto» defendió ayer el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.

El jefe del Consell dedicó buena parte de su intervención a justificar por qué tantas cosas salieron mal el 29 de octubre. «En los últimos diez años la Comunitat ha vivido más de 30 alertas rojas por lluvia, «todas ellas con previsiones equivalentes o, incluso, peores a las del 29 de octubre. Y, sin embargo, los efectos de ninguna de esas alertas rojas, ni de las decenas de los años anteriores, son ni remotamente comparables con lo que ocurrió en octubre».

Lo peor es que no hay garantía alguna de que no se vuelva a repetir. Solo había que echar un vistazo a los termómetros de ayer para confirmar que los fenómenos extraordinarios comienzan a ser ordinarios.

«El riesgo de que un episodio similar se reproduzca en diez o en 30 años o en menos tiempo, existe. No podemos negarlo. Asumamos que no podemos controlar, ni hoy, ni mañana, ni en el futuro, la intensidad final de unas precipitaciones. Pero preparémonos ya, así y ahora, para poder controlar su impacto».

Con todo, el objetivo está lejos del conformismo. «Este pueblo no puede sentirse condenado o resignado a que sea una tragedia recurrente, ni una amenaza que le robe el sueño y la tranquilidad de miles de personas que tienen el derecho a sentirse seguros».

Mazón dijo que igual que en Japón hay protocolos específicos en infraestructuras, bienes y servicios para hacer frente a un posible tsunami, en Valencia tenemos que hacer lo propio con las riadas.

Y aunque sin nombrar a la Confederación Hidrográfica del Júcar, Mazón señaló que es imprescindible contar con una guía individualizada de cada barranco y la instalación, de forma inmediata, de los sistemas de alerta temprana de los que dispone el Ebro, pero no el Júcar.

Apuntando al Gobierno pidió impulsar una empresa pública mixta para obras hidráulicas y una Agencia Estatal del Agua.