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Infraestructuras

Julio Gómez-Perretta: «Si se desbordara el Plan Sur, el agua nos mojaría los pies»

El hijo del artífice del Plan Sur, cree que el cauce nuevo tiene capacidad para conectar el Poyo y la Saleta aunque habría que acometer obras

El cauce nuevo del Turia, la mañana de la dana EFE

El apellido Gómez-Perretta ya te pone en antecedentes de que la opinión va a estar fundamentada en un profundo conocimiento de lo que se habla. Y si de lo que se habla es del Plan Sur de la ciudad de Valencia, mucho más.

Julio Gómez-Perretta, hijo de Claudio Gómez-Perretta, quien también fue padre del nuevo cauce del Turia que logró salvar hace apenas unos meses a la capital del Turia de una inundación segura, es una eminencia cuando habla de esta infraestructura. Y como tal, habla siempre desde la humildad: «esto tendría que confirmarlo siempre la CHJ...» o «el que entiende esto es Javier Machi (decano de los ingenieros)».

En opinión del arquitecto Gómez-Perretta, el denominado plan sur o nuevo cauce del Turia aguantaría la conexión del barranco del Poyo y también del de La Saleta. Y con la practicidad inherente a su oficio asegura que «si se saliera el Plan Sur estaríamos hablando de mojarnos los pies», lo cual, evidentemente es un mal menor comparado con los más de dos centenares de muertes de la última dana.

Explica el arquitecto que el Plan Sur se calculó para que tuviera una capacidad de unos 5.000 metros cúbicos por segundo, con lo que «si no se hace nada, iríamos muy al límite, pero siempre estaríamos hablando de mojarnos los pies». Alude a proyectos para elevar los pretiles del nuevo cauce un metro o un metro y pico, «y estaríamos ganado muchísimo, tendríamos que multiplicar por el ancho pero sería una barbaridad de etris cúbicos más los que podría desaguar» Y vuelve a mostrarse humilde: «tendría que confirmarl la Confederación Hidrográfica del Júcar que tenía algún proyecto, pero a lo mejor ganaríamos 500 o 600 metros cúbicos por segundo más».

Respecto a la dificultad de la obra, también lo tiene claro: "la presión en superficie con el hormigón bien hecho, aguantaría».

«Estaríamos hablando de desviar un máximo de mil metros cúbicos por segundo. Si el barranco del Poyo puede llevar entre 900 y mil metros cúbicos por segundo, y en la dana llegó a los dos mil, si le quitamos mil, vuelve a su cauce nuevamente».

Respecto a La Saleta, la aportación sería de 200 o 300 metros cúbicos por segundo, «con lo cual estaríamos hablando de 1.300 metros cúbicos por segundo más. Es un poquito más de lo que tenía previsto la CHJ. Si se pasaran al nuevo cauce, para que éste se viera comprometido tendrían que ser unas lluvias muy parecidas y mi opinión es que puede absorberlo, aunque la Confederación tendría que evaluarlo siempre».

Gómez-Perretta considera que esta solución «es fundamental para el Poyo y es la única posibilidad de dar seguridad a los habitantes del bajo Turia».

Y enseguida el experto habla de las obras pendientes que también considera necesarias: «el pantano de Villamarxant disminuiría el caudal en el Turia y también podrían hacerse azudes intermedios».

Estos azudes, según Perretta serían zonas adonde desviar las aguas en caso de crecida y «aunque habría que verlas bien en un mapa» menciona la zona de huerta antes de Calicanto y las canteras en el cruce con la A3, que podrían laminar entre 300 o 400 metros cúbicos.

Y vuelve a reiterar: «lo mejor es que sea la CHJ quien lo diga» aunque apunta que sin una solución «la zona se acabará despoblando económicamente».

Pese a defender la capacidad del Plan Sur, entiende perfectamente a la alcaldesa de Valencia: «cuando la alcaldesa dice que la Confederación Hidrográfica ha de hacer estos cálculos tiene toda la razón del mundo».

Gómez-Perretta cree que en el último episodio de dana del trágico 29 de octubre «no llegaríamos a los 3.000 metros cúbicos por segundo» y comprende también la preocupación de los bomberos que alertaron del que el cauce bajaba lleno y ordenaron la evacuación de algunas zonas de Pinedo: «faltaría un metro o metro y medio para salirse, y con ese caudal y esa amplitud es normal que se aterrorizaran».

Como no puede ser de otra manera, Gómez-Perretta reclama el mantenimiento del cauce nuevo y del resto de cauces. Y como colofón, y preguntado por el proyecto que tenía el exalcalde Ribó de hacer una zona verde de expansión y conexión entre municipios en el nuevo cauce, es contundente: «es una ‘boutade’».

En este sentido, la alcaldesa de València, María José Catalá, aseguró el pasado lunes que está «totalmente de acuerdo» con las canalizaciones de distintos barrancos al Turia «siempre que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) acredite que la capacidad del río es suficiente».

Catalá defendió que si el resultado de la riada de 1957 en Valencia fue el Plan Sur, tras la dana octubre es «preciso un nuevo plan de infraestructuras que acredite la seguridad de la población».