Violencia machista
La madre y una amiga de la mujer asesinada en Elche aseguran que el acusado era su pareja
“¿Qué quién mató a Yolanda?, Quico”, según el policía que instruye la investigación
En el segundo día del juicio en el que Francisco N.M., de 23 años y conocido por sus amigos como Quico, está acusado de matar a Yolanda, de 25 años y de nacionalidad paraguaya, de un tiro en la sien, los padres y una amiga de la víctima han confirmado que ambos sí se conocían y que eran novios; algo que el propio acusado en su testimonio del lunes había negado por activa y por pasiva, insistiendo en que no mantuvieron relación sentimental alguna y que sólo se conocían por vender drogas juntos.
La madre de la fallecida ha relatado que su hija iba a diario al domicilio del acusado y lo llamaba su "otra casa", y ha explicado que Yolanda no le contaba demasiado de cómo iba la relación y cómo la trataba el supuesto asesino pero sí a su hermana, a quien sí le confesó que "le controlaba" y que le tenía "miedo".
Éste tenía, según su relato, una actitud controladora e, incluso, "le impedía relacionarse con sus amigos" a pesar de que "ella tenía muchos" de origen paraguayo. Y ha añadido que cuando su hija le presentó por primera vez al acusado, éste le causó buena impresión porque tomaba una bebida isotónica y no alcohol, y también que ese día también estaba presente el hijo de Yolanda. En la jornada de hoy ha trascendido que el conocido como Quico colgó una foto a las redes sociales de él, un autorrretrato para ser exactos, con un colgante de un arma.
El crimen que ahora se juzga por un jurado popular ocurrió en la madrugada del día de Nochebuena, 24 de diciembre, al 25, día de Navidad, en Elche. Según la acusación, Francisco N.M. mantuvieron una relación de pareja de apenas dos meses, noviembre y diciembre de ese año, y, al pretender Yolanda, madre soltera de dos hijos de 9 y 4 años, romper con él, el sospechoso presuntamente la mató. El asesinato se produjo en el domicilio del detenido, ubicado en el barrio ilicitano Los Palmerales.
Al declarar, en calidad de testigo, una amiga cercana de la asesinada ha asegurado que Yolanda le había comentado días previos al crimen que “estaba deseando librarse de él”, en clara alusión a que quería romper la relación. El juicio se celebra en la Audiencia Provincial de Alicante.
Según el relato de la acusación, Quico ejercía una férreo control sobre Yolanda, sin dejarle relacionarse con sus amigos. Es más, el día de Nochebuena mantuvieron una discusión por teléfono, vía WhatsApp, en la que la joven ya indicó que quería romper. Algo que su amiga también ha confirmado hoy. “Estaba todo el tiempo con el teléfono; quedamos en vernos en Nochebuena, pero no vino”.
Tras el turno de los familiares y personas allegadas a la fallecida, ha prestado declaración el policía que instruye la investigación quien, a preguntas de la Fiscalía y las acusaciones particulares y populares ha sido tajante. “¿Qué quién mató a Yolanda? Quico”.
El policía ha explicado que al llegar al domicilio del acusado, que se enfrenta a una pena de 25 y dos años de prisión por dos delitos, uno de asesinato con alevosía y otro, de tenencia ilícita de armas, no había indicio alguno de forcejeo o pelea. “Encontramos la mochila de Yolanda, con prendas y objetos que indicaban que pensaba pasar la noche allí, y el cadáver. Parece que llegó, se descalzó y fue asesinada. También encontramos el casquillo”, ha explicado el agente, cuya identidad por razones de seguridad no se ha desvelado.
Ha relatado también que el arma homicida, una pistola, apareció escondida en la casa de una de las personas que ayudó a Francisco a huir. Cabe recordar que el acusado estuvo cuatro días desparecido hasta que, tras llamar a su abogado y contarle que había un cadáver en su casa, fue detenido en un prostíbulo, también de Elche. Allí se había atrincherado, por lo que, disparo a los agentes con un Kalashnikov cuando fueron a detenerle.
Se trata del segundo juicio al que se enfrenta Francisco N. M. por lo ocurrido esa última semana de 2021 ya que el pasado febrero aceptó, de conformidad con la fiscalía, 10 años y medio de cárcel por el referido episodio del atrincheramiento en el prostíbulo.
Entonces, el acusado reconoció los hechos y admitió cuatro años de prisión por cada uno de los dos intentos de homicidio a dos policías, dos años más por tenencia de arma prohibida (se modificó la calificación de arma de guerra) y seis meses más por allanamiento de establecimiento abierto al público.
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