Cargando...

Cultura

Roig Arena: un gigante del deporte y la música que pone a Valencia en el ojo del mundo

El recinto abre sus puertas tras una inversión de 400 millones de euros financiada "al 100%" por Juan Roig

En Valencia hay un nuevo vecino. No es uno cualquiera, sino un coloso de 47.000 metros cuadrados que irrumpe con fuerza para cambiar el panorama de la ciudad. Cuando te asomas a él desde lejos se asemeja a una enorme ballena varada que parece que te mire a través de la pantalla que la corona con una delicadeza inusual para una edificación de este tamaño. Un rótulo da pistas del nombre de la persona que hay detrás: Roig Arena.

El proyecto personal del empresario valenciano ha comenzado a rodar cinco años después de que pusieran la primera piedra en plena pandemia de la covid-19. Un proyecto personal de Juan Roig que "solo él pudo ver, el resto no nos lo creíamos", ha admitido este martes Víctor Sendra, director general del Roig Arena, en la primera rueda de prensa en el recinto.

Un "proyecto de ciudad" que incluye un colegio público que se situaba sobre el terreno donde está ahora el pabellón, un parking público y un jardin al que acompaña la Alquería del Basket, la ciudad deportiva del Valencia Basket Club, que jugará sus partidos como local en este innovador recinto. Todo ello ha costado un total de 400 millones de euros "sufragados íntegramente, al 100 por cien, por Juan Roig", de los cuales 365 millones son para el recinto, 20 millones para el aparcamiento público, 7 millones para la urbanización y otros 8 millones para el colegio público, según ha recalcado Sendra. "Se demuestra con hechos todo lo que hace por la sociedad. Sin Juan Roig esto sería imposible", ha querido agradecer.

Roig comenzó este proyecto en julio de 2018 con la autorización del Ayuntamiento de Valencia que lo consideró un proyecto de interés general con otro nombre distinto: Casal España Arena. Después, el Ayuntamiento, entonces el alcalde era Joan Ribó (Compromís) presionó para incluir Valencia: "Casal Valencia España Arena". Hasta que, ya en plenas obras en 2022, Roig decidió dar un volantazo, desoír las presiones políticas y societarias y ponerle el nombre de su familia: Roig. "Un nombre que después de muchas idas y venidas es un orgullo porque representa sentimiento, historia, pasado, presente y futuro de la familia. Es un homenaje de Juan Roig a su familia", ha afirmado Sendra.

Pero el empresario valenciano no solo ha construido una "arena", nomenclatura internacional que le da un aire cosmopolita al pabellón, sino un "legado" con el que busca "sumar a la sociedad" y se muestra "muy orgulloso de cada euro invertido", según ha dicho Sendra en su nombre.

Un proyecto "hecho para Valencia, para la Comunitat Valenciana y para España" que busca sumar en el mundo del espectáculo y la cultura: "Si piensan artistas en venir de gira por España, que tengan recintos que estén a la altura ayuda a que todos tenemos más opciones", ha dicho Sendra.

Para este primer curso 2025/2026 que se inaugura este mes de septiembre ya hay más de 80 conciertos contratados, de los cuales solo 57 están anunciados, y también más de 70 eventos corporativos que se podrán celebrar o bien en la pista o en el auditorio. Este se estrenará este sábado 6 de septiembre con un tributo al artista valenciano Nino Bravo llamado "Bravo, Nino" para el que las entradas están agotadas y a lo largo del curso pasarán artistas nacionales de renombre como Raphael, David Bisbal y Fito & Fitipaldis e internacionales como Hans Zimmer o Il Volo.

En la pista principal habrá una capacidad para conciertos de hasta 20.000 personas dependiendo del escenario, que puede ser 360º o horizontal, y supera así a los grandes pabellones como el Movistar Arena de Madrid, el Palau Sant Jordi de Barcelona o el también reciente Navarra Arena de Pamplona. A ello se suma una sala anexa también disponible para eventos y conciertos con una capacidad máxima de 2.000 personas.

Pero sobre todo, esta será la casa del Valencia Basket Club, propiedad de Juan Roig, y con el equipo de baloncesto "nace este proyecto" que verá partidos de la liga de baloncesto a nivel nacional y europeo, así como las próximas ediciones de la Copa del Rey. En "modo baloncesto" contará con 15.600 espectadores. "El Valencia Basket Club tiene prioridad absoluta", ha dicho Sendra con respecto a los demás eventos, y ha asegurado que "no va a haber casos de que no se pueda jugar" por haber conciertos programados. Los técnicos trabajarán de noche para adecuar las instalaciones y dejarlas listas de un concierto para el baloncesto o viceversa.

Un millón de personas en un año

Son más de 600.000 entradas las que se han puesto o pondrán a la venta por el Roig Arena durante el primer curso para conciertos, de las cuales el 75% ya están vendidas y de ellas el 25% provienen de fuera de la provincia de Valencia, por lo que Sendra ha destacado como el recinto es un polo de atracción turística para la ciudad.

A eso hay que sumarle los partidos de baloncesto y la restauración, porque el Roig Arena no solo estará abierto en días de eventos, sino los 365 días del año. El día 1 de septiembre abrió esta zona gastronómica que se divide en tres partes: el Mercat con seis puestos de comida rápida de gastronomía típica valenciana con restaurantes como La Mesedora para almorzar, Hundred, cadena valenciana que hace las mejores hamburguesas del mundo, o AdictoyAdicta de tortillas; el UltraMarinos Roig con una zona variada para desayunar y picotear y, por último, la joya de la corona, el restaurante Poble Nou donde se servirán paellas a leña y habrá vistas directa a la pista.

En total, el Roig Arena recibirá con todos sus eventos más de un millón de personas tan solo en el primer curso, un dato que Sendra ha dicho que "respalda la potencia de Valencia como ciudad y como sector para arrastrar a gente".

Impacto económico

En este primer año con todos los eventos el Roig Arena prevé que se superen los 150 millones de euros de impacto económico en toda la ciudad, contando con viajes, restauración, transporte y hoteles. A todo ello se suman hasta 500 empleos entre fijos, unos 100, y temporales para los días de evento. Un impacto que el director general asegura que Roig buscaba para impulsar y dinamizar esta zona de la ciudad próxima a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y que linda con la huerta valenciana. "Tendremos un vecino o familiar que seguro que podrá venir a trabajar un día o el tiempo que sea y eso es riqueza que se genera. Juan Roig era eso lo que nos pedía: que sumara mucho a la sociedad", ha explicado Sendra.

Una vez puesto en marcha, uno de los retos es ahora hacerlo sostenible. El coste se ha disparado unos 100 millones por encima de lo anunciado inicialmente de unos 300 millones de euros. Unos gastos que Sendra ha aducido a la inflación y a reforzar aspectos clave como la tecnología o la insonorización, con hasta "veinte capas de aislamiento" que permiten celebrar hasta dos conciertos a la vez sin que fuera parezca que haya nadie cantando dentro. Un dinero que el director general ha agradecido que Roig haya querido añadir de buen gusto de su patrimonio para mejoroar la experiencia.

Porque el Roig Arena no quiere depender de su padre. El empresario valenciano ha encomendado que sea rentable, algo que el director general sabe que es necesario para su supervivencia. "La sostenibilidad económica es vital, es decir tener más ingresos que gastos, pero para que llegue hay que hacer las cosas bien", ha dicho. "Esto es un maratón. Juan Roig y su familia han cumplido lo que les toca y ahora nos toca a nosotros", ha indicado.

Valencia tiene ya un nuevo morador que tiene "sus puertas abiertas". Un sueño de uno de los empresarios con mayor patrimonio que buscaba dejar su legado para la ciudad. Ahora ya existe y lleva el apellido de su familia, la que le enseñó todo: Roig Arena.