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DANA Comunitat Valenciana

Unicef calcula que 71.000 niños viven en los municipios más gravemente afectados por la DANA

Alrededor de 163.000 niños se han visto afectados

Alrededor de 71.000 niños viven en los municipios más severamente azotados por la DANA EUROPAPRESS

Más de 163.000 niños, niñas y adolescentes viven en municipios afectados por la DANA del pasado 29 de octubre, y de ellos 71.000 residen en municipios gravemente afectados, según los cálculos de Unicef.

La organización ha elaborado un documento sobre el impacto de la DANA en la infancia, en el que pide reforzar los servicios sociales y recursos de protección e inclusión preexistentes, para garantizar la continuidad de los servicios y evitar la rotación del personal y una potencial revictimización de niños, niñas y adolescentes.

Unicef señala que aproximadamente 40.000 niños, niñas y adolescentes han visto interrumpida su educación por el cierre de escuelas en las zonas afectadas, de los que más de 24.000 han sido realojados en otros centros educativos temporalmente.

En este ámbito, la organización recomienda planificar y asegurar servicios relacionados tanto en los colegios que integran a niños afectados como en los espacios seguros habilitados, con especial atención al servicio de comedor, en particular para los alumnos con beca y vulnerables.

También se deben asegurar los recursos materiales y humanos adecuados para su integración exitosa, prestando especial atención a su protección a través de profesionales especialistas en infancia correctamente formados.

Según Unicef, las cifras muestran que la infancia y adolescencia "han sido gravemente afectadas" por el desastre y para muchos niños, niñas y adolescentes, "este trauma se suma a factores de vulnerabilidad existentes previamente, como la pobreza, la exclusión o la discapacidad".

Recuerda que, según datos del Instituto Valenciano de Estadística de 2023, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) de niños, niñas y adolescentes menores de 16 años era del 30 por ciento en la comarca de L’Horta Sud, y la privación material severa se sitúa en el 9,7 por ciento.

En el resto de las comarcas afectadas, la tasa AROPE para menores de 16 años es igualmente elevada, no siendo menor al 28 por ciento en ningún caso.

Para dar una respuesta con equidad es necesario ampliar el alcance y cobertura para la infancia de ayudas económicas preexistentes o extraordinarias que ofrezcan todos los niveles de la administración, afirma la entidad, que indica que, además, hay que establecer medidas de alojamiento temporal en clave de infancia.

A la hora de definir estas medidas, asegura, se debe priorizar a familias con niños, niñas y adolescentes, y sobre todo a aquellas en situación de más vulnerabilidad (como las monomarentales y monoparentales), familias con dificultades económicas, familias jóvenes sin empleo con hijos, o beneficiarias de becas comedor y otras prestaciones.

"Detrás de los números hay vastas consecuencias a corto y largo plazo para los niños, niñas y adolescentes más afectados: la pérdida de seres queridos, las vivencias traumáticas de la riada, el estrés de sus familias ante una situación límite o la pérdida temporal o permanente de su hogar", advierte la entidad en un comunicado.

También "los daños en su escuela o el realojo temporal en otra, la discontinuidad de las relaciones comunitarias y escolares, los daños a espacios de juego y ocio esenciales para su desarrollo, así como riesgos para su salud y su protección, como el aumento de la violencia y los abusos".

Todo ello "implica riesgos considerables a largo plazo para su desarrollo, educación y salud mental, entre otros", alertas Unicef España, que asegura que, para enfrentar este impacto psicológico, es "imprescindible" desarrollar estrategias a largo plazo que aborden tanto las necesidades inmediatas como las consecuencias duraderas de la DANA que pueden afectar al bienestar emocional de los menores durante años si no se tratan adecuadamente".

Por último, subraya que la recuperación "no se puede hacer sin los niños, niñas y adolescentes" y por ello, pide recuperar el normal funcionamiento de estructuras de participación infantil municipal preexistentes en cuanto sea posible, así como asegurar que la información difundida por las autoridades está disponible en formatos adaptados a la edad.