“No son clientes, son violadores”, el grito contra la prostitución en las calles de Valencia

El Front Abolicionista del País Valencià (FAPV) se ha concentrado esta mañana en la calle San Vicent Màrtir para denunciar que la ciudad de València «se está convirtiendo en un paraíso de puteros y proxenetas» frente a la inacción del Ayuntamiento. Han protestado por «la proliferación de burdeles en la ciudad», bajo lemas como «Abolición de la prostitución» o «No son clientes, son violadores».

Tras una gran pancarta en la que se leía «Fuera burdeles y puteros de nuestros barrios», las manifestantes han recorrido la calle San Vincent hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento. «Estamos cansadas de que se hable pero no se actúe. Hemos solicitado una entrevista con el Ayuntamiento, pero no estamos en la agenda del alcalde, Joan Ribó», explica Puri Liétor, la portavoz de la plataforma. «Ya no sabemos qué más puertas tocar».

La denuncia expresada ayer por este colectivo da una buena reprimenda tanto a la Conselleria de Justicia como al Ayuntamiento de València.

El Departamento que dirige Gabriela Bravo ha desarrollado en los últimos años varias iniciativas encaminadas a acabar con la prostitución. De hecho, las dos modificaciones legales para penalizar a los clientes- la reforma de la Ley de Espectáculos y la de Carreteras- están ya terminadas, y durante este otoño pasarán los trámites necesarios para avanzar en su aprobación, aseguran desde la Conselleria.

Además, estos cambios legales generaron discrepancias dentro del Consell. La Conselleria de Igualdad, dirigida todavía por Oltra, alegó en contra argumentando que con las medidas propuestas solo se iba a conseguir que las mujeres prostituidas tuvieran que esconderse más porque para abolir la prostitución, es necesaria una ley estatal.

El Front ha denunciado hoy que la Conselleria de Justicia elaboró un informe en el que están recogidos los pisos que albergan mujeres prostituidas, «pero no se ha actuado». Insisten en que el Ayuntamiento se limita a remitirlos a la Conselleria de Igualdad. «Esto significa que nuestras compañeras supervivientes no puedan contar sus historias. ¿A cuántas más mujeres tienen que asesinar para que se actúe?».

Por su parte, Ribó ha admitido hoy que en la zona centro de la ciudad se han cerrado algunos locales dedicados a la prostitución, aunque alerta de que «no es fácil cerrar un local si no se tienen unos datos objetivos». Ha defendido que se trabaja de una manera muy clara en esta materia y que hay locales que se han cerrado en zonas como Velluters. «Se ha avanzado bastante y se está haciendo un trabajo intenso en la lucha contra la prostitución».

Contra la trata

Mañana 23 de septiembre, es el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. «El sistema económico y social en el que vivimos -el patriarcado- oprime doblemente a las mujeres y las obliga a hacer todo lo que se considere necesario: esto incluye la prostitución. Ellos son los que deciden, los que eligen y los que mandan, y las mujeres sufren las consecuencias y los riesgos contra sus cuerpos y sus vidas»

Por su parte, el PSPV ha presentado mociones en todos los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas en las que insta a los Consistorios a poner en marcha planes para «erradicar la trata, la prostitución y proteger a las víctimas que están viendo ninguneados sus derechos fundamentales»

El texto plantea la creación de un protocolo institucional y administrativo común para la formación del personal en materia de asistencia a las víctimas de trata, así como la puesta en marcha de un sistema de rentas y ayudas sociales para mujeres víctimas.

Algunos de los Ayuntamientos aplican ordenanzas que penalizan al consumidor de prostitución. La Conselleria de Justicia ha elaborado un modelo tipo para que aquellos que quieran penalizar a los clientes puedan ponerlo en vigor de manera inmediata.

Alicante es la provincia de la Comunitat que más prostíbulos concentra y donde su población tiene una mayor tolerancia hacia esta forma de violencia de género, según varios estudios Universitat de València y la Miguel Hernández (UMH) de Elche.