Los Rebeldes: “Nadie puede obligar a la gente a escuchar lo que no quiere”
El grupo repasa 40 años de trayectoria musical en Madrid, el sábado 22, con “Mediterráneo” y sus temas icónicos
Creada:
Última actualización:
Los Rebeldes acaban de celebrar 40 años en la carretera con un lanzamiento discográfico (una caja recopilatoria que recupera sus álbumes de estudio del período 86-97, que ha aparecido con inéditos, directos y material fotográfico inédito. “Corazón de rock & roll” mira sin nostalgia la carrera del grupo barcelonés porque Los Rebeldes siguen publicando álbumes y paseando su repertorio por España. Este sábado, 22 de febrero, Carlos Segarra, Dani Nel.lo, Moisés Sorolla y Jaime Stinus se presentan en la Sala Joy Eslava. Responde Carlos Segarra.
-Su último lanzamiento antes de la caja era “Rockola blues”, con el que reivindicaban el espíritu de los 80. ¿Cómo los vivieron?
-Ahí nos criamos todos. Digamos que éramos menos digitales y más a pie de calle. Con más realidad cruda y dura. Salir a la calle, hacerte la ropa, aprender a tocar la guitarra tú solo porque no había dónde aprender. Hoy con internet hay un mundo de conocimientos pero al mismo tiempo hay una serie de cosas que los nuevos no van a vivir. Y esto no es nostalgia, es descripción de lo que pasó y así lo contamos.
-Se definen en esa canción “libres arrogantes y sin dios”.
-Así éramos, pero que conste que no es una reivindicación del ateísmo. Es una frase un poco manchega, que quiere decir que un sin dios es alguien descerebrado, que actúa sin pensar en las consecuencias. De eso hablábamos. Las opciones eran pocas y nosotros nos volcamos mucho en nuestras redes sociales, que era quedar en el bar.
-Se ha escrito mucho de lo que pasó en Madrid, pero ¿cómo era la escena de Barcelona?
-Pues allí, como se sabe, había algo de sentirse más europeos, de mirar fuera, y también de mirar por encima del hombro a los demás. Y resulta que al final cuando muere Franco había rockers y punkis y Barcelona se convirtió en un estado libertario porque nadie tenía muy claro qué era legal y lo que no, ni siquiera la propia policía. Había una gran fiesta y coincidíamos en los mismos sitios con gente del mundo artístico, arquitectos, diseñadores, rockeros... Era una Barcelona abierta y hoy vemos que eso se ha perdido un poco en detrimento de una cosa más de nacionalidad. Pero mi generación nos criamos de otra manera.
-¿Era fácil abrirse camino en la música?
-La gente mayor nos veían peligrosos, aunque la generación de rockeros anterior nos miraba con simpatía. También había muchos que estaban luchando por la libertad, amnistía y “estatut” de autonomía, pero nosotros estábamos persiguiendo nuestros sueños, los que nos correspondían por generación. Pensábamos que eso no nos correspondía del todo y nos miraban raro por ello. Poco menos que unos quintacolumnistas invasores “yanquis”. Pero poco a poco encontramos nuestro lugar en la ciudad.
-¿Porque no tenían intención política?
-Yo creo que un chaval joven sale a la calle a defender lo suyo está haciendo política de una manera o de otra. Pero digamos que no teníamos el rencor acumulado o la frustración de los mayores. Vivimos el tardofranquismo pero no lo vivíamos tan intensamente en el mal sentido como la generación anterior. Y nuestra manera de hacer política era no solo pedir las libertades que ya estábamos ganando, sino a aprender a usarlas. Digamos que desde la inocencia y de la falta de sufrimiento.
-¿Alguna de sus canciones podía escandalizar?
-Cualquier chaval de mi generación, ya fuera de “cançó catalana”, heavy o rocker, ya estaba haciendo política. Y sí, eran canciones muy gamberras. Hoy en días se hace canciones para niños de nueve años. Timar rima, pero poesía no tienen.
-Hicieron una canción que se llamaba “Más allá del bien y del mal” pero no sé si es porque leían a Nietzsche...
-Bueno, a ver... mi generación pasó en tres años de “Astérix y Obélix” y “Tintín” a leer a Jung, Freud, Nietzsche, Zweig... eramos bastante ilustradillos, no creas. Y en esa canción sacamos de contexto una frase, que es algo que nos gusta mucho.
-Y hacer un tema, siendo de Barcelona, que se llame “Mediterráneo” después de Serrat... ¿era una declaración de intenciones?
-Pues mira, ni siquiera, la verdad. Me tocó hacer el servicio militar en Ceuta y apenas fui dos veces a casa en el tiempo que duró. Así que empecé a componerla por añoranza de mi tierra natal y de mi casa. La idea era hacer una música surf con guiño a California y una letra a lo “Ruta 66” de Bobby Troup mezclada con esa añoranza. Es un surf adaptado al Mediterráneo.
-Le dedicaron una canción a la mescalina, que fue una droga muy popular en el Levante creo que durante la Ruta.
-Pues la ponen mucho en la Comunidad Valenciana. De hecho, Rebeldes pegamos un salto con esa canción porque empezaron a ponerlas en emisoras y disco bares valencianos. Nadie la había escuchado y de repente conseguimos el disco de oro pero no fue apoyada por la compañía ni siquiera por nosotros. Nadie puede obligar a alguien a escuchar lo que no quiere. El público decide.
-¿En qué parte de España se escucha más a Los Rebeldes?
-Hubo una época, en el 85, que las galas nos salían por Valencia y en Madrid, pero siempre por rachas. De repente, salían en Galicia. Y ahora toco más en Cataluña desde que no vivo allí
-¿No vive en Barcelona?
-No, hace 20 años que vivo en la Provincia de Alicante.
-¿Y cómo ha vivido el “procés”?
-Pues mira, cuando hablaban de las empresas que se fueron de allí, yo fui pionero. Hace 20 años que me marché... Eso, digamos, en broma. Más en serio, creo que en un estado de derecho como es el español, tenemos métodos tranquilos pacíficos y democráticos para los fines políticos. Pero no puede ser que la mitad de un pueblo quiera tener más razón que la otra mitad. Y menos todavía si no llegan a esa mitad. Yo soy de quitar fronteras. No lo veo práctico ni objetivo. Y allí ya casi se vive como si fuera una nación propia. Por otro lado, lo de poner una bandera y quitar otra, tampoco le veo el sentido. Y otra cosa que no me gusta es que se diga que se le tiene ojeriza a Cataluña... Cualquiera que viaje sabe de las muchas falacias de cómo se percibe a Cataluña. Aquí, donde vivo, la gente lo pasa mal con las noticias.
-¿Se ha hecho justicia con Los Rebeldes?
-Yo creo que sí. Yo no soy muy mediático ni nada. Pero la respuesta la tiene la gente. Tú haz la prueba. Ve a un karaoke y mira cuántas canciones de los grupos hay en el karaoke. De Los Rebeldes siempre hay un montón.