10 películas esenciales del Hollywood dorado

La aproximación sentimental que hizo Fitzgerald de los años veinte y de todo ese desfile interminable de belleza y frivolidad que terminó reduciéndose a una gran resaca colectiva podría trasladarse a una descripción certera de la época dorada de Hollywood que cristalizó tiempo después, sin que apenas se notase diferencia entre un periodo y otro: “Su mundo artificial olía a orquídeas, a grato y alegre snobismo, a orquestas que imponían el ritmo del año, resumiendo la tristeza y la provocación de la vida en nuevas melodías”, esgrimió en su momento el escritor. Ciertamente snobismo y frivolidad no faltaba en los escenarios de estudios esenciales para entender el funcionamiento de la época como Twentieth Century Fox, Paramount o Metro-Goldwyn-Mayer. Tampoco derroche de estilo, elegancia en términos estéticos y narrativos, guiones bien rematados, historias modeladas por las normas de unos patrones simples pero efectivos, diálogos elocuentes y vivos, protagonistas sempiternos, amores descarnados y caras irrepetibles.

El carácter universal invade todas las esquinas de una producción cinematográfica conocida como el Hollywood dorado que abarca una horquilla cronológica que va desde los años veinte hasta principios de los sesenta pero que en el ecuador de esta franja, es decir década de los cuarenta y cincuenta, es cuando encuentra su verdadero punto de ebullición. Olivia de Havilland fue digna heredera de este tiempo en el que todo el mundo quería besarse como en las pantallas. En honor a su recuerdo y para contextualizar mejor el estilo de la industria de entonces hacemos un breve repaso por algunas de las piezas audiovisuales más representativas de estos años. Apto para nostálgicos y amantes de los clásicos.