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Cine

José Sacristán, Goya de Honor, confirma la gala tradicional y “se lleva” la fiesta del cine a Valencia

Pese al miedo que inspiró la variante Ómicron, la Academia de Cine confirma la celebración de la gala en su formato tradicional el próximo 12 de febrero desde el Palau de les Arts

“¿Retirada? ¡No, antes monja!”, respondía José Sacristán a la pregunta sobre un posible retiro en la Academia de Cine, donde reunió a la prensa para hablar del Goya de Honor y de la próxima fiesta del cine español, que se celebrará este año en Valencia el próximo 12 de febrero: “Bueno, siempre que eso no implique llegar al patetismo o a la vergüenza ajena”, remató. Después de seis décadas de carrera, siempre entre el cine y el teatro, Sacristán también analizó el cambio de la industria en ese espacio: “No soy idiota. Antes existía un producto que se llamaba película y se vendía en los cines. Eso ya es más complicado. El cine seguirá siendo el cine, con su experiencia, pero entiendo que ahora se vea en móviles o en las dichosas tabletas”, añadió.

Sobre la ética y la profesionalidad, valores por los que la Academia justifica el Goya de Honor, Sacristán se extendió: “Quizá tenga que ver con mis orígenes humildes. Hay algo que a mí me sigue ayudando a que el aire siga corriendo, tanto en la vida como en el trabajo, y es tener muy claro de dónde y de quién vengo. Hay tropezones y mierda por un tubo, pero me reconozco en eso, y me creo con derecho a reclamar un respeto por todo lo que he hecho. Por supuesto, se puede estar de acuerdo conmigo o no, pero estoy orgulloso de cómo ha sido mi trayectoria”, sentenció. Y siguió, sobre la situación del país: “No estamos bien, pero estamos mejor, sobre todo porque yo vengo de una España en la que lo normal era abrir el grifo y que no saliera agua. Un día salió agua. Y un día hasta salió caliente. No se han alcanzado grandes cotas de ética, pero peor no estamos. Hay ecos en la política de cantos antiguos, que no me gustan nada, pero están ahí porque millones de españoles lo han decidido. Y eso habla mal de la izquierda, de los errores que ha cometido”, remató.

“No iba a los rodajes cantando la Internacional, pero nunca he ocultado mi manera de pensar”, confesó también Sacristán, que abordó su compromiso político: “Curiosamente, la gente que confió primero en mí fue gente cercana al régimen de Franco. Y luego recuerdo episodios como el de Pilar Miró, en el que me pareció de recibo defenderla de los ataques tan duros que sufrió. Eso me trajo algunos problemas con el Partido Socialista. Es divertido, porque siempre que he tenido problemas, por así decirlo, ha sido con gente de ideologías parecidas a la mía”, contó en tono jocoso.

Más allá de las anécdota de Sacristán, siempre agradecidas y bien interesantes y reveladoras sobre más de seis décadas de cine español, la Academia se reafirmó en su intención de llevar la fiesta del séptimo arte patrio a Valencia y celebrar la gala en la Ciutat de les Arts i les Ciències. Hasta allí se desplazarán entregadores y nominados, en un evento que todavía no tiene presentadores y del que se desconocen más detalles oficiales a falta de un mes para que se despliegue la alfombra roja.