Sección patrocinada por sección patrocinada

Libros

El arte como terapia para superar el asesinato del padre

El escritor Hisham Matar reflexiona sobre cómo disfrutar de la vida con la memoria de los familiares desaparecidos y torturados

El escritor Hisham Matar
El escritor Hisham MatarAlberto R. RoldánLa Razón

A veces, un hombre, al buscar las respuestas a sus preguntas también está buscando la contestación a las cuestiones que plantea el mundo. Es lo que sucede, en esta miniatura sutil que es «Un mes en Siena» (Salamandra), de Hisham Matar. El autor, en una trama de engañosa sencillez, perfila una obra llena reminiscencias y demuestra que el texto puede reposar también en lo que no se percibe a primera vista. A través de su viaje a la ciudad italiana nombraba en el título de la novela y de los tesoros artísticos que alberga, un hombre, trasunto evidente del propio escritor, intenta mitigar el dolor de la pérdida del padre (la realidad de su secuestro y muerte en Libia por las autoridades) y de sus amigos.

A partir de aquí, el libro se se convierte en una reflexión sobre las propiedades de sanación del arte para las almas castigadas. Pero al mismo tiempo es una acerada meditación sobre evocaciones de claro empuje contemporáneo sobre el buen y el mal gobierno, las consecuencias sociales de la peste y la necesidad de ver en unas sociedades cegadas por las pantallas. «Mirar algo requiere mucho esfuerzo, sobre todo una pintura, y el mundo en la actualidad es muy descuidado», comenta Hisham Matar.

«Vivimos en la era de la distracción –prosigue–. Parece como si los móviles nos hubieran hecho algo. Pero también existe otro factor. Es como si cada uno de nosotros estuviera hipnotizado por nuestras preocupaciones, las cosas que ocurren, a donde vamos a ir en este planeta, además de por mis opiniones políticas, mis gustos... si algo hace el arte es romper esa tendencia». El novelista, que imparte clases en la universidad, ha percibido una nota disonante entre los estudiantes y comenta que «los alumnos están sometidos a una enorme presión para que consuman rápido. Algunos leen cien páginas a la hora. La única manera leer así es en diagonal. Cuando ven películas lo hacen a doble velocidad. Cuando enseñas a Proust o Virginia Woolf, tienes que conseguir una pausa en ellos. Hay que leer muy de cerca para descubrir los sentidos explícitos, lo que existe debajo del lenguaje mismo. Cuando lo hacen, para ellos, es un momento de liberación».

Criminales de guerra

Quizá por eso la odisea del personaje sea una reivindicación de la contemplación de la pintura y su capacidad para hacernos reflexionar y condonar los pesares, arrepentimientos y dolores que sobrevuelan la conciencia. «Conozco gente que se ha visto afectada por la violencia política. Mi padre desapareció y un amigo murió torturado en prisión. Uno de los efectos es la impotencia que te genera, la ira, la indignación. Es como si la historia te ahogara, te empujara hacia el fondo. El problema que me planteaba es cómo, en estos momentos, con gente encarcelada, puedes plantarte delante de un cuadro. Pero encontré una respuesta. Mi padre me inculcó el amor al arte, la cultura, y estoy convencido de que él celebraría que yo disfrutara de las cosas que le gustaban y que me transmitió: la poesía, la pintura...».

Hisham Matar establece una interesante relación entre el dolor y la mirada, la observación y el mal. «Es difícil causar daño a algo que le has prestado atención. Existe una conexión entre la justicia y la atención. Tienes que ser un ignorante para no ser justo. Si quieres conquistar Ucrania, no puedes pensar en los ucranianos. Tu objetivo es más eficaz si piensas que son traidores. Pero si prestas atención a sus habitantes, si conoces sus nombres, es muy diferente. Hay una dinámica evidente entre la atención y la compasión». Hisham Matar es claro sobre Ucrania: «Me parece que lo que se está haciendo es criminal. A Putin y sus generales se les puedes acusar de crímenes de guerra, aunque lo mismo podríamos decir de Tony Blair y Bush por Irak. Me perturba la confianza con la que muchos están diciendo que estos son criminales, pero permanecieron en silencio cuando estaban desmantelando otros países».