Francia devolverá por ley 14 obras de arte expoliadas por los nazis
Un Klimt, un Chagall y otras pinturas serán restituidas a los herederos de sus propietarios originales, que por ser judíos fueron obligados a venderlas durante la Segunda Guerra Mundial
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Ayer, la Asamblea Nacional francesa aprobó un proyecto de Ley que permitirá restituir 14 obras de arte de los fondos de museos públicos que fueron en un primer lugar expoliadas por los nazis a familias judías francesas. Una serie de pinturas que fueron adquiridas por los alemanes a la fuerza, de manera ilegal, y que tras un largo proceso de solicitudes volverán a los herederos de sus propietarios originales. Se trata de 14 pinturas entre las que se incluyen un Klimt y un Chagall, y que hasta ahora pertenecían al Museo del Louvre y otras grandes instituciones del patrimonio nacional que las compraron tras el expolio.
En un texto presentado por el gobierno de Emmanuel Macron, los 97 diputados presentes dieron su apoyo al proyecto de Ley, que ahora pasa a ser tramitado en el Senado, donde no se esperan obstáculos. Así, se restituirán varias obras de las que ya se lleva hablando varios años, pues el Ministerio de Cultura y varios museos públicos franceses comenzaron hace más de 20 años a responder a demandas de los herederos de judíos expoliados, casos que ya han dado lugar a la restitución de 125 obras.
“Es una decisión evidentemente difícil. Supone sacar de la colección nacional una obra maestra que es la única de Klimt de la que Francia era propietaria”, explicaba la ministra de Cultura francesa, Roselyne Bachelot, el año pasado, justo antes de comenzar a tramitar el proyecto de Ley que ahora se ha aprobado. “Pero era una decisión necesaria, indispensable. Ochenta y tres años después de la venta forzada de la obra, es la realización de un acto de justicia. La reconstitución del recorrido de las obras hasta sus adquisiciones ha sido especialmente ardua, debido a la destrucción de pruebas y a la erosión de la memoria familiar”.
La obra más destacada es la de “Rosiers sous les arbres” (”Rosales bajo los árboles”), de Gustav Klimt, que fue vendida a la fuerza en agosto de 1938 en Viena “por un precio ridículo”, cuando su propietaria, Eleonore Stiasny, se vio obligada ante los impuestos desorbitados que los nazis impusieron a los judíos. La obra, que se exponía hasta hoy en el Museo de Orsay, fue reconocida como expoliada en 2001 y 2017, pues hubo bastante tiempo en que surigieron dudas de si se trataba exactamente de ese cuadro. Asimismo, destaca “Carrefour à Sannois”, de Maurice Utrillo, propiedad del Ayuntamiento de Sannois desde que la comprara en 2004, y que será devuelta a los herederos del coleccionista Georges Bernheim, a quien se la robaron en 1940 en París.
Tras años de investigaciones, se ha demostrado que varios museos franceses enriquecieron sus colecciones entre 1940 y 1945 comprando, legalmente, aquellas pinturas que fueron robadas por los nazis. De hecho, ciertos historiadores descubrieron que más de 100.000 obras de arte, entre las que figuraban pinturas de Monet, Degas o Picasso, fueron transferidas a Alemania. De esta manera, un gran número de obras desaparecieron, hasta que volvieron a surgir durante los años 60 y 70 en ciertas ventas, marco en el que los museos pudieron adquirirlas.
De esta manera, en una subasta de 1942, Francia se hizo con, aparte de la de Klimt y la de Utrillo, las otras 12 obras, entre las que figuran dibujos de Jean-Louis Forain, Constatin Guys, Henry Monnier y Camille Roqueplan, así como una cera de Pierre-Jules Mème, procedentes de la colección de Armand Dorville. La mayoría fueron adjudicadas en dicha venta pública, en la que intervino el Comisariado de las Cuestiones Judías, organismo encargado de aplicar la política antisemita nazi por el régimen colaboracionista francés de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial.