Arte

La Bienal de Venecia denuncia el colonialismo y la guerra

La cita artística, bajo el lema "Extranjeros en todas partes", revisa y reflexiona sobre la inmigración, el antirracismo y la descolonización

Reinterpretación de la Sandra Gamarra del cuadro «Grupo familiar ante un paisaje», de Frans Hals
Reinterpretación de Sandra Gamarra del cuadro «Grupo familiar ante un paisaje», de Frans HalsAC/E

Se trata de una de las mayores citas del arte contemporáneo. La Bienal de Venecia ya prepara su próxima edición que estará atravesada por dos asuntos principales: la guerra y la destrucción que asolan el mundo y el colonialismo, que sigue generando conflictos y buscando restituciones. Las propuestas de varios países participantes presentan propuestas que discuten las ideas del colonialismo y sus consecuencias mucho tiempo después de que muchos estados obtuvieran la independencia.

La edición de la cita se presentan más combativa que nunca con la presencia de 330 artistas y 88 países comisariada por Adriano Pedrosa y titulada "Extranjeros en todas partes". La idea que flota en torno a las apuestas artísticas es abrir un debate en torno a la inmigración, el antirracismo y la descolonización, a lo que no se sustraeel pabellón español liderado por Sandra Gamarra.

Pedrosa, de origen brasileño, selecciona algunas de las propuestas en torno a este conflicto. Así, el pabellón de Brasil ha pasado a llamarse pabellón Hãhãwpuá, que hace referencia al nombre que el pueblo Pataxó usa para la tierra que ahora se conoce como Brasil. “Muchos pueblos indígenas siguen siendo extranjeros dentro del territorio brasileño: son percibidos como forasteros”, dice Gustavo Caboco, uno de los tres curadores indígenas del pabellón.

Portugal, país que tuvo Brasil como colonia, presenta un pabellón ideado por primera vez por tres mujeres afrodescendientes (Mónica de Miranda, Sónia Vaz Borges y Vânia Gala), que reflexiona sobre su papel en África, donde colonizó Angola, Cabo Verde, Guinea, Mozambique e islas del Golfo de Guinea.

Irlanda presenta una película realizada por Eimear Walshe que aborda el problema de la tierra y su papel en la actual crisis inmobiliaria en Irlanda. Reino Unido también mira de frente a sus propios pecados como país colonial con un trabajo de John Akomfrah. El pabellón etíope tiene un significado especial: es la primera vez que el país participa en Venecia y la invitación proviene de Italia, Estado que lo ocupó durante cinco años pero que nunca logró colonizarlo.