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Un robo de cine

El Louvre reabre pese a los fallos de seguridad

El museo parisino volvió a abrir sus puertas ayer al público tras el gran robo del pasado domingo

Visitantes en el Museo del Louvre ASSOCIATED PRESSAP

El Louvre volvió a abrir sus puertas ayer al público. Durante toda la jornada, una inmensa fila de visitantes se concentraba en su mítica pirámide, escenario estos días de los informativos de todas las televisiones del planeta. Sin embargo, muchos de los turistas que acudían a la entrada se decepcionaron al conocer que está todo reservado hasta el viernes por la tarde y que de poco vale acudir a hacerse con una entrada en la taquilla. La apertura del museo no ha sido total, aún permanece cerrada la Sala Apolo donde se llevó a cabo el robo que ha sobrecogido al mundo y que la propia institución ya ha cuantificado: 88 millones de euros. Una suma que puede parecer espectacular, dijo el martes por la noche la fiscal Laure Beccuau, pero que no es «en absoluto comparable a los daños históricos». La fiscal afirmó que la hipótesis de una injerencia extranjera no es la privilegiada pero dejó en el aire y sin responder la sospecha de si hubo información desde dentro, del propio personal del Louvre a los ladrones.

Esta es una de las incógnitas que la investigación puesta en marcha trata de resolver. Pero no la única ni mucho menos. La ministra de Cultura, Rachida Dati, afirmó que el sistema de seguridad funcionó correctamente pero persisten muchos interrogantes sobre el tiempo que transcurrió entre el aviso de la alarma de la ventana, que sí se activó según el ministro del Interior, y la reacción del equipo de seguridad del museo (que no es el mismo que el personal en sala). También hay dudas sobre la calidad de las vitrinas renovadas en 2019, el déficit de cámaras en el museo, que cubren apenas un 34 por ciento de las salas de dos de las partes principales, o la insuficiencia de personal de seguridad: 1.366 puestos con un recorte de 200 en los últimos 15 años en los que el número de visitantes se ha incrementando considerablemente hasta más de 8 millones anuales. En todo caso, el presidente Macron ordenó ayer «acelerar» el refuerzo de seguridad del museo.

La directora del Louvre, Laurence des Cars, acudió ayer al Senado para ser auditada. Por un lado, aseguró que el museo «no está exento de la brutalización que vive nuestra sociedad», además de lamentar que su nombre «ha sido echado a los lobos». «Este drama ha afectado profundamente a los vigilantes del Louvre, pero también a Francia en general», agregó Des Cars

Ella misma había escrito cartas al ministerio de Cultura explicando las deficiencias, algo que trascendió a la prensa hace un año y provocó en gran medida que Macron anunciase la remodelación de la institución con el nombre de «Renacimiento» en diciembre de 2024. A ello también hizo referencia ante el Senado la primera directora de la historia de la pinacoteca parisina recordando que ha denunciado «repetidamente» la creciente precarización de las instalaciones, sus deficiencias estructurales y la obsolescencia de las instalaciones y el edificio. Según Des Cars esto requiere un «análisis largo» y una transformación que llevará «muchos años».

Asimismo, anunció que se implementará una dotación policial en el interior del Louvre, asegurando ante la comisión de cultura senatorial que se han previsto «medidas urgentes» para mejorar la «seguridad» del entorno, como el bloqueo del tráfico en los alrededores. Además, desveló que está prevista «una sofisticada instalación de videoprotección». Con ello, quiso Laurence des Cars reconocer las fallas en la seguridad del Museo del Louvre: «Faltan cámaras periféricas o que vigilen todos los accesos; faltan cámaras sensibles a la temperatura...».

«Las debilidades en nuestra protección perimetral son conocidas y están identificadas», admitió la directora del museo. «No detectamos a tiempo la llegada de los ladrones... es conocida la debilidad de nuestra protección perimetral», repitió.

Además, la directora del Louvre describió, desde su punto de vista, cómo sucedieron los hechos en la mañana del domingo 19. Según esta, pasaron ocho minutos entre que los vigilantes advirtieron por radio del robo (9:25h.) y que el museo llamase a la policía (9:33h.). Sobre los sistemas de seguridad, Des Cars recalcó que «todas las alarmas y vídeos funcionaron», pero asimismo lamentó que la cámara de seguridad exterior, que se encuentra próxima al balcón por donde accedieron los ladrones, «está situada en dirección oeste y por lo tanto en este caso no cubre el balcón donde se cometió el robo». En definitiva, según expuso el director operativo del museo, Francis Steibock, las medidas de seguridad urgentes del Louvre costarán al menos 21 millones de euros: 12 para las salas principales y otros 9 para el resto de salas.