Blanchett dirige la orquesta de los Oscar: ""Tár" es un examen de la naturaleza corruptora del poder institucional"
La actriz australiana parte como favorita para conseguir la estatuilla por su monumental interpretación en «Tár», una disección de las dinámicas de poder
Londres Creada:
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«Tár» es uno de los filmes más sofisticados, elegantes y adultos que compiten este año en los Oscar. Un retrato abrasador de un personaje defectuoso y convincente, un hermoso baile entre el director y la actriz para crear una figura que no puedes dejar de mirar, un trabajo soberbio que eleva a Cate Blanchett como una de las mejores actrices de su generación. Este drama psicológico –que ha conseguido seis nominaciones a las estatuillas, entre ellas la mejor película, mejor director y mejor actriz– cuenta la historia de Lydia Tár, una directora ficticia de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Se trata de una música sobrenaturalmente dotada, de una mujer que prospera en una posición firmemente dominada por los hombres, pero cuya arrogancia y narcisismo arrastra a muchos a su paso, incluida su asistenta Francesca (Noemie Merlant) y su esposa Sharon (Nina Hoss).
Lydia Tár es magnífica. Pero, al mismo tiempo, se trata de un monstruo caprichoso que encanta a una serie de mujeres jóvenes, todas estrellas en ascenso en la música clásica, que luego encuentran sus carreras bloqueadas cuando vuelan demasiado cerca del calor abrasador de su ego. La cinta supone el regreso de Todd Field a la dirección de largometrajes diecisiete años después de «Juegos secretos» (2006). «Escribí el guion pensando en una sola actriz, Cate Blanchett. Si hubiera rechazado el papel, la película no se habría realizado. Mi comentario no sorprenderá a los espectadores, a los cinéfilos ni a otros», explica. «No cabe duda de que es la gran maestra de su arte. Pero incluso así, la genial habilidad y verosimilitud de Cate nunca dejaron de sorprenderme mientras rodábamos. Podía con todo. Es imposible describir adecuadamente lo que significa tener el privilegio de trabajar con una artista de su calibre. Solo puedo decir que en todos los aspectos, esta película es de Cate», repite.
[[DEST:L|||"Comprendí que había muchas capas en el fascinante enigma que representa Lydia Tár"|||Cate Blanchett]]
Blanchett está arrasando en el circuito de premios y recogiendo galardones como si fuera un imán. Y es fácil ver por qué. Toda esa habilidad y encanto están ahí, en la pantalla, desde los gestos físicos del personaje y las modulaciones en su voz hasta la ferocidad de su mirada. Una mirada cargada de ira, pero también de terror al ver que una serie de desafíos, en su mayoría creados por ella misma, harán añicos la percepción de su mundo y su lugar en él. «No es una cinta sobre dirección de orquesta», confiesa la protagonista. «Ni tan siquiera una película sobre música clásica. El personaje podría haber sido fácilmente un maestro arquitecto o el jefe de una importante corporación bancaria. De lo que realmente se trata es de un examen de la naturaleza corruptora del poder institucional. Eso afecta a todos, sin importar la orientación sexual o el género», añade.
Si Blanchett ganase en esta edición la estatuilla a la que está nominada se pondría a la altura de Meryl Streep, Ingrid Bergman y Frances McDormand, quienes ya en su día consiguieron el triplete. La actriz reconoce que disfrutó con la carga intelectual del guion de Todd Field, pero que su conexión inmediata con la historia fue instintiva, a nivel humano. «Comprendí enseguida que había muchas capas en el fascinante enigma que representa Lydia Tár», dice. «Todd había creado una criatura única», añade la intérprete, que asegura que no basó el personaje en nadie concreto. «Pensé en Susan Sontag como intelectual pública, tanto como en la compositora austriaca Alma Mahler y en cualquier director de orquesta contemporáneo», matiza.
Para el director de la cinta, era esencial que el trabajo del director de orquesta tuviera una auténtica importancia en la narración y que no se limitara a ser el telón de fondo para otra cosa. Encontró la solución leyendo el libro de John Mauceri sobre la dirección de orquesta. «Me puse en contacto con él y caí bajo el encanto de este verdadero maestro», relata. Tanto para Field como para Blanchett, poder trabajar antes del rodaje les ayudó a construir la atmósfera, el entorno y el personaje. «Juntos descubrimos cosas que iban más allá del material del que disponíamos», comenta la actriz. «Todd es el colaborador más intrépido y abierto del mundo. Se me ocurría una idea completamente loca, se la explicaba y me mandaba un mensaje a las dos de la mañana diciendo: ‘“Creo que sé cómo podría encajar”. Es la inventiva personificada».
[[DEST:L|||"En todos los aspectos, esta película es de Cate"|||Todd Field]]
A medida que profundizaban en los personajes, empezaron a hacerse preguntas: ¿qué es un proceso? ¿Hasta qué punto son relaciones transaccionales? ¿Puede existir la comodidad cuando se intenta trasladar a un grupo de personas a un nuevo entorno? Nos encanta admirar a los grandes, pero, ¿también nos gusta verlos caer? Todas estas conversaciones ayudaron a dar forma a Lydia Tár, que existe como en una página doblada en ese mundo donde la respuesta correcta a la siempre mal entendida pregunta sobre la distinción entre el arte y la vida está escrita con tinta invisible. Ella es tan real como parece.