Hildegart, el trágico proyecto de hija perfecta que retrata "La virgen roja"

Fue una niña prodigio, en parte a la fuerza. Nacida el 9 de diciembre en Madrid, Hildegart Rodríguez Carballeira tuvo una infancia peculiar. Más que peculiar, inaudita. Leía desde los dos años, escribía desde los tres, y cada uno de sus gestos y actos fueron confeccionados al detalle según el plan de su madre, Aurora Rodríguez Carballeira: quería que fuese una "modelo de mujer del futuro". Una idea, quizá, obsesiva de moldear a su hija hacia la perfección, que no fue ni casual ni repentina, sino algo premeditada. Uno de los grandes intereses de la joven Aurora en su adolescencia fue la eugenesia. Es decir, el perfeccionamiento de la especie humana. Ensayaba con sus muñecas, experimentó con su sobrino... hasta que, al fin, tuvo su propia hija, y por tanto la completa potestad. Una historia, como decíamos, extraña, inusual, pero que dejó una gran huella en la historia de España. Tanto que ahora es el cine el que se hace eco de ella: la directora Paula Ortiz ("La novia") presenta hoy en el Festival de Cine de San Sebastián "La novia roja", película basada en las vidas de Hildegart y su madre, y que llegará a los cines el 26 de septiembre.

Najwa Nimri ("La casa de papel") y Alba Planas ("Días mejores") son las encargadas de interpretar a madre e hija, respectivamente. El argumento de la cinta reza así: "Hildegart es concebida y educada por su madre Aurora para ser la mujer del futuro, convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de la España de los años 30, y uno de los referentes europeos sobre sexualidad femenina. A sus 18 años, Hildegart comienza a experimentar la libertad y conoce a Abel Vilella, quien le ayuda a explorar un nuevo mundo emocional y a desmarcarse del férreo nido materno. Aurora teme perder el control sobre su hija y hace todo lo posible por impedir que Hildegart se aleje. Las dos mujeres se enfrentarán durante una noche de verano de 1933 poniendo fin al Proyecto Hildegart". Una cinta, por tanto, que se ubica en el género del thriller psicológico, y que parte como una de las opciones hacia la consecución de la Concha de Oro.

Tal y como refleja la cinta, desde muy joven Hildegart comenzó a trabajar activamente en el mundo de la política. Se convirtió en miembro del Partido Federal así como se unió al PSOE, escribiendo numerosos artículos sobre temas feministas y de reforma social. Pero, de destacar su participación en un cambio, ese sería el referente a la reforma sexual en España. Fue secretaria de la Liga Española para la Reforma Sexual, presidida por Gregorio Marañón, donde abogaban por la educación sexual y la legalización del aborto. Durante su carrera profesional y, por tanto, evolución como mujer, conoció a Abel Vilella, quien jugó un papel importante en la vida de Hildegart: le abrió los ojos, comenzando a cuestionar las estrictas imposiciones de su madre.

Todo comenzó a complicarse. Aurora veía que su "muñeca" se estaba alejando cada vez más de ella y su control, y no era capaz de asumirlo. Y no lo hizo. La madre perdió el control sobre sus actos, y acabó asesinando a la hija mientras ésta dormía en su cama. Aurora fue condenada a 26 años de prisión por asesinato, falleciendo en 1955 en el centro psiquiátrico de Ciempozuelos.