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Estreno

Crítica de "Mi nombre es Alfred Hitchcock": diario íntimo de H. ★★★

Dirección y guion: Mark Cousins. Gran Bretaña, 2022, 120 min. Género: Documental.

Crítica de "Mi nombre es Alfred Hitchcock": diario íntimo de H. ★★★
Crítica de "Mi nombre es Alfred Hitchcock": diario íntimo de H. ★★★LR

Estamos de acuerdo en que el mayor creador de formas del siglo XX (Godard dixit) es una fuente inagotable de ideas, y que el análisis de su cine, que parece que aterriza desde el futuro de la puesta en escena, sigue siendo apasionante. Pero Mark Cousins sabe que a Hitchcock se le ha examinado bajo infinidad de microscopios -desde el psicoanalítico hasta el feminista, pasando por el estructuralista y, por supuesto, el de la autoría afrancesada- y es toda una osadía enfrentarse a él como si fuera un novato. Por un lado, la estrategia formal que utiliza Cousins, muy en la línea de sus muy subjetivos documentales sobre la historia del cine, para ofrecer un ángulo distinto sobre la obra del director de “Psicosis” es la narración en primera persona: Hitchcock habla (con la convincente voz de Alastair McGowan), como si Cousins hubiera encontrado una entrevista inédita en un sótano londinense. Eso le permite, por otro lado, organizar una estrategia discursiva sobre la filmografía hitchcockiana que reivindica su periodo mudo (¡qué joyas!) y británico, y aborda sus obsesiones autorales en líneas temáticas que desafían lo cronológico, y que aspiran a descubrir facetas ocultas en la sofisticada puesta en escena de sus películas. La intención es buena, pero los resultados no siempre están a la altura de las ambiciones de Cousins: la voz de McGowan apenas deja respirar las imágenes, que nunca nos cansaríamos de ver y de oír, y alguno de los temas escogidos (pienso en “Deseo”) rehúyen cuestiones problemáticas (¿su misoginia?) que habría sido interesante escuchar desde la (supuesta) perspectiva de Hitchcock. Ahí, tal vez, radica el principal problema del documental: en el desfase que se abre entre la confesión inventada del director (el diario íntimo de su creación) y el personaje de ficción que Cousins ha inventado a partir de la disección de sus películas.

Lo mejor: Reivindicar la creatividad del Hitchcock mudo y británico, que aún está por (re)descubrir.

Lo peor: Aunque osada y singular, la narración en primera persona, desde la voz imitada de Hitchcock, es discutible.