¿Cuál es el idioma más difícil de aprender para los españoles?
Por cuestiones de estructura, léxico o grafía, las lenguas más complejas para un hispanohablante se sitúan, ante todo, en Asia
Madrid Creada:
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Hay personas más ágiles que otras a la hora de aprender un nuevo idioma. O, por otro lado, hay quienes se esfuerzan más que otras para ello, por gustos o ambiciones. Aprender un idioma siempre conlleva dedicación y motivación, y el conseguir su dominio hace que crezcan las habilidades laborales o sociales de esa persona. No obstante, hay idiomas que se atragantan para cualquiera, dado su alto nivel de complejidad y, ante todo, sus radicalmente diferentes características respecto al español. Para un ciudadano hispanohablante, puede resultar sencillo aprender idiomas como el inglés, el italiano, el portugués o el francés. Pero si echamos la mirada hacia Oriente, hacia países asiáticos, la situación se dificulta. ¿Por qué algunos idiomas nos resultan más asequibles a la hora de aprender que otros? ¿Cuál es el idioma más difícil de aprender para los españoles?
Si nos limitamos a estudiar el continente europeo, la situación resulta más fácil para los hablantes de español. Entre otros motivos, porque la mayoría de idiomas que se hablan en los países vecinos son lenguas romances, lo que significa que comparten con el español su origen en el latín. Para un hispanohablante, las lenguas del mismo origen, las romances o neolatinas, resultan más fáciles de aprender, pues comparten estructuras, léxico y, lo más importante: grafías.
A la hora de aprender un idioma que utiliza otro alfabeto diferente al nuestro, el aprendizaje se dificulta y ralentiza, pues primero se deben conocer las letras, sus sonidos y la forma en la que se escriben. Esto ocurre con el ruso, el árabe, el coreano, el chino o el japonés. Y estas son algunas de las lenguas que resultan más complejas para los hispanohablantes. Aquellos idiomas lejanos a la gramática española son los más complejos. Según algunas herramientas de análisis, el chino y el japonés empatarían en el puesto del idioma más difícil de aprender de los españoles. Pero no quedan lejos los otros mencionados. No obstante, nada es imposible pues, como decíamos, la base de aprender un idioma es la dedicación y el esfuerzo, aunque para el dominio pleno del chino, por ejemplo, deberíamos estar estudiando durante años.
En cuanto a los lenguajes europeos más difíciles para un español, podríamos señalar el alemán, el polaco, el finlandés o el húngaro. Sí se escriben con la grafía latina, pero utilizan una serie de consonantes acentuadas, sufijos, y vocales que son totalmente ajenos al español, y que por tanto conlleva una mayor dificultad que, por ejemplo, el italiano, uno de los idiomas más parecidos al nuestro.