«El rey de Os» (segunda parte de «El reino») se presenta como un fascinante estudio de las interacciones humanas en el que la ambición, la lealtad familiar y los oscuros secretos entrelazan sus hilos argumentales. El autor noruego sumerge al lector en el pequeño pueblo de Os, donde los hermanos Opgard, Carl y Roy, construyen sus expectativas sobre una base de conflictos y moralidad distorsionada, temblorosa y tenebrosa.

La ambición de Roy, quien anhela erigir la montaña rusa más grande del mundo, contrasta con la opulencia del balneario dirigido por Carl. La historia revela el galimatías de estos hermanos a medida que toman decisiones cuestionables utilizando su relación fraternal como un espejo de su propia batalla moral. Las tensiones familiares y los secretos del pasado afloran en una narrativa vibrante donde ambos son, al tiempo, atrapados y arquitectos de su destino. En este sentido, la obra puede recordar a García Márquez, quien, a través del realismo mágico, abordaba la dualidad del ser humano y el laberinto de las relaciones familiares. La evolución desde los campos de hielo solitarios hasta el drama de una familia quebrada revela la maestría del autor para capturar la complejidad del «hecho humano». 

La prosa de Jo Nesbø es rica en imágenes y matices, evocando el estilo de Dostoievski al desentrañar la psicología de personajes atormentados. A través de un diálogo incisivo y descripciones vívidas se configura un ambiente propicio para reflexionar sobre la naturaleza de la culpa y la redención. Conforme avanza el relato, la tensión se intensifica, resonando con el tono oscuro de Patricia Highsmith, que exploró con exquisitez la complejidad moral en sus novelas.

Thriller envolvente

La obra se erige como un thriller envolvente en el que Nesbø no solo narra una historia cautivadora, también invita a la reflexión sobre las decisiones que moldean nuestros destinos. La tensión narrativa, la riqueza de matices, sus resonancias literarias, la construcción meticulosa de los personajes y su tensión adrenalínica son pasaportes seguros para que deje huella en el lector, convirtiéndose en una obra clave dentro del canon contemporáneo del suspense nórdico, europeo… y mundial. Páginas construidas en estado de gracia.

▲Lo mejor

una narrativa intrigante y personajes complejos que cuestionan la moral

▼Lo peor

Algunos de ellos le pueden resultar moralmente reprobables a los lectores