Lenguaje

El sustantivo abstracto, ese desconocido

Paz Battaner ingresa en la RAE con la lectura de «Algunos pozos sin fondo en los diccionarios». Se convierte en la 11ª mujer de la Academia

Paz Battaner, entrando ayer en el salón principal de la Academia
Paz Battaner, entrando ayer en el salón principal de la Academialarazon

Paz Battaner ingresa en la RAE con la lectura de «Algunos pozos sin fondo en los diccionarios». Se convierte en la 11ª mujer de la Academia

El 3 de diciembre de 2015, la lexicógrafa y doctora en Filología Románica Paz Battaner Arias (Salamanca, 1938) fue elegida para ocupar la silla «s» de la Academia de la Lengua (RAE), vacante desde el fallecimiento en 2013 de José Luis Pinillos. Ayer ingresó en la docta casa con la lectura del discurso «Algunos pozos sin fondo en los diccionarios». Ignacio Bosque le dio la bienvenida en nombre de la corporación. Su candidatura había sido presentada por el propio Bosque, Margarita Salas y Miguel Sáenz. Catedrática de Lengua Española –ya jubilada– en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, es la undécima mujer elegida miembro de la RAE. Licenciada en 1960 en Filología Románica por la Universidad de Salamanca, donde fue discípula, entre otros, de Alonso Zamora Vicente, Fernando Lázaro Carreter y don Antonio Tovar, se doctoró en 1973 con la tesis «Vocabulario político-social en España (1868-1873)» publicada por la propia Academia.

Tras manifestarse «amiga» de la RAE desde 1983 y contar su ya larga relación con ella, Battaner señaló que su quehacer ha sido «despertar interés, curiosidad y gusto por la lengua española en los estudiantes que he tenido. Se la he presentado en los mejores textos; no concibo enseñar lengua sin la mejor literatura». Una cita de su antecesor en la silla «s», Pinillos, la ayudó a «empezar y centrar el tema elegido para su discurso: “Todos los organismos saben cómo conducirse, pero ninguno de ellos tiene que inventarse su vida, como en rigor ha de hacerlo el hombre”. ¿Y cómo encontrar un camino posible para inventarnos la vida?», se preguntó. Para ello, Battaner comenzó por acotar las características de los sustantivos abstractos. «Palabras como “entusiasmo”, “misericordia”, “disposición”, “perplejidad”. Ésas a las que vulgarmente, y para ahorrar explicaciones más largas, llamamos “sustantivos abstractos”, son las elegidas para empezar este discurso», manifestó. «Si me detengo en estos es para indagar las características que presenta su explicación en los diccionarios monolingües». Para ello, también se apoya en Pinillos: «Las definiciones perfectas de las cosas reales son, desde luego, imposibles».

Con esto, prosiguió, «he dado con un tema fosilizado en muchos diccionarios, perdido en antiguas gramáticas, caprichoso, lleno de falsas salidas y poco tratado. Explicar algo de los sustantivos abstractos me lleva a un terreno de lo menos explorado». Y aclarara cuáles serían: «Los que no admiten respuesta a preguntas como ¿dónde está, dónde se encuentra X? Que X sea “entusiasmo”, “misericordia”, “disposición”, “perplejidad”. La cuestión de cómo se accede a ellos, cómo se entienden, cómo se usan este tipo de sustantivos hace años que me ocupa y son los diccionarios los encargados de explicar éstas y otras unidades léxicas».

- Difícil definición

Tras la justificación del tema elegido, y como filóloga y lexicógrafa, Battaner desarrolló un prolijo discurso para la descripción de los sustantivos abstractos y sus dificultades a la hora de definirlos e incluirlos en los diccionarios. «Estos sustantivos ofrecen aportaciones semánticas insaciables, resultan ser una inagotable fuente de recursos léxicos, de manera que, cuando se quiere llegar a describirlos, se muestran con una profundidad sin fin: la inagotable realidad inventada. Yo los he ido adjetivando de proteicos también por su versatilidad para adaptarse a diferentes sentidos».

Finalmente, Battaner volvió al tema de su discurso: «Cómo se tendrían que representar los sustantivos sin referente físico para que los diccionarios ayudaran a entenderlos bien, a usarlos y ser explicados bien. La información guardada en los diccionarios merece ser tenida en cuenta». Y concluyó: «Como voy a tientas en algunos de los pozos sin fondo en los que me he podido detener o caer, y a los que recurro una vez más para hablar de la complejidad de mis sentimientos en este instante: “Emoción”, “entusiasmo”, “disposición”, “paz”, “prudencia”, “sorpresa”, “perplejidad”».