Historia

El día que murió Franco

Ayer se cumplían 47 años de su fallecimiento, lo que puso fin a la dictadura militar más dura de la historia de España

Francisco Franco en Barcelona
Francisco Franco en BarcelonaLa RazónLa Razón

Un 20 de noviembre de 1975 la información quedó reducida a una sola noticia. Francisco Franco, el jefe del Estado español durante 38 años, había fallecido. Con ello se ponía fin a una dictadura militar que se inició antes de finalizar la Guerra Civil. Su muerte se produjo como consecuencia de un fallo multiorgánico, después de haber sufrido, en un mes, tres infartos, hemorragias internas, varias operaciones y un sinfín de pruebas para alargarle la vida. En la memoria de muchos españoles, aún hoy, hay la imagen de Carlos Arias Navarro pronunciando, entre sollozos, que Franco había muerto. Había sido oficialmente en la madrugada de un 20 de noviembre, coincidiendo con los aniversarios de otras dos muertes. La de José Antonio Primo de Rivera y la de Buenaventura Durruti. Estas en 1936.

Durante años un halo de misterio quedó vinculado a su muerte. ¿Qué queremos decir? La realidad es que, tal vez Franco no falleciera cuando se comunicó oficialmente. ¿Y eso por qué? La contestación parece fácil. Había demasiados intereses en juego. ¿La realidad es otra? Es evidente. El régimen tenía que prepararse para dar aquella noticia y asimilar lo que pasaría. Se tenía que poner en marcha la Operación Lucero.

Se puede sospechar sobre tres factores que influyeron en dar a conocer su muerte esa madrugada del 20 de noviembre de 1975 y no en otro momento. Se tenía que arreglar todo para que la transición fuera tranquila y que el nuevo jefe del Estado, el rey Juan Carlos I, asumiera sus nuevas responsabilidades. Después es posible que alguna mente maliciosa quisiera hacer coincidir su muerte con la de José Antonio. Finalmente la hora era acertada. Durante la madrugada la gente dormía y a partir de las 6 horas finalizaban los turnos de noche. EL nuevo turno y la sociedad española se levantarían con la noticia. Con lo cual el impacto sería menor y la paralización del país no sería tan contundente. De haberse anunciado a las 12:00 horas, por ejemplo, las cosas tal vez hubieran sido diferentes.

La agonía había terminó, oficialmente, a las 5:25 horas del 20 de noviembre de 1975, en la Residencia Sanitaria de La Paz de la Seguridad Social. El parte lo firmaba el doctor Vicente Pazuelo Escudero. Sin embargo, el médico forense Antonio Piga asegura que Franco murió horas antes.

Francisco Franco, despachando con el entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, en su habitación del hospital de La Paz, en 1974
Francisco Franco, despachando con el entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, en su habitación del hospital de La Paz, en 1974larazon

“El día 19 de noviembre me llamó el doctor Pozuelo. No puedo decir la hora con exactitud, aunque sería alrededor de las once de la noche. Me dijo que estuviéramos preparados para hacer el trabajo que nos había encomendado. Alerté a mi padre y a los otros doctores. Obviamente, ni se nos ocurrió acostarnos porque entendimos perfectamente que nuestra intervención iba a ser inminente. Sobre las doce y media volvió a sonar el teléfono de mi casa. Alguien se identificó como miembro de la Casa Civil del Generalísimo y me dijo que salía un coche hacia mi casa para conducirnos a La Paz. Yo fui en mi coche porque llevaba el equipo y tuve que recoger a mi padre y a los otros dos doctores. Entramos en el hospital por un acceso restringido y al llegar al piso sólo vimos a una enfermera que nos llevó hasta la habitación de Franco. La planta parecía desierta.

Encontramos a Franco con la cara descubierta y con el semblante de paz propio de la relajación cadavérica. Trajeron una mesa para colocar el instrumental. Sobre el cuerpo desnudo en la cama, empezamos a trabajar sobre la una y media. Después de tres operaciones hay cortes en la red vascular y los líquidos que inyectamos no circulan bien. Más incisiones, más puntos de inyección intraarterial y en cavidades torácica y abdominal. El conservante entra por las carótidas, las axilares y la femoral. Trabajamos tres horas porque tuvimos que comprobar el endurecimiento del cadáver. Como a las cuatro y media ya habíamos terminado. Al salir, estaba en el pasillo un jefe militar que nos acompañó hasta el ascensor. Lo que quedaba de Franco quedó en soledad. O así nos lo pareció”.

Sea como fuere, a partir de ese momento se puso en marcha la Operación Lucero. Este operativo quiso garantizar que el entierro de Franco transcurriera con normalidad y elaboró un protocolo que cubrió todos los aspectos de la muerte del dictador, desde su uniforme mortuorio hasta la jura del príncipe Juan Carlos como sucesor. Para evitar problemas de orden público se hizo un seguimiento de la oposición y se detuvo a los líderes del PCE del interior. A la vez, se observaron las movilizaciones ultraderechistas al temer incidentes, pues circuló el rumor de que un núcleo de excombatientes querían presionar al Rey para que hiciera un juramento público de lealtad al régimen y al Movimiento.

Se creyó oportuno planificar un plan después del atentado que acabó con la vida del presidente del gobierno Luis Carrero Blanco. La historia era mantenerlo todo atado después de la muerte de Franco y que las cosas transcurrieran como y de la manera que se habían planificado, para que nada quedara a la improvisación y España no sufriera actos revolucionarios, como los vividos en Portugal. La Operación Lucero fue la antesala de la Transición que vivió España después de la muerte de Franco, con la derogación de las Leyes del Movimiento, la aprobación de la Constitución y las primeras elecciones democráticas.