Se trataba solo de una humilde petición de compra de azúcar, pero no estaba firmada por cualquiera. En 1527, el conquistador español Hernán Cortés remitía a su mayordomo, Nicolás de Palacios Rubios, un mensaje para que comprara “azúcar rosada” en la botica por un valor de 12 pesos oro. Por un lado de la carta hacía constar la solicitud y, por el otro, registraba el pago. El documento, de valor histórico, estaba bajo el custodio del Archivo General de la Nación en Ciudad de México y fue robado en 1993. Se había perdido su pista, pero el FBI lo ha recuperado.

El documento pertenecía al Fondo Hospital de Jesús en los archivos mexicanos. Según las autoridades de aquel país, la colección fue declarada propiedad de la nación y se catalogó en 1929. Sin embargo, entre 1992 y 93 fue robado y han tenido que pasar tres décadas para que las autoridades hayan recuperado el documento a miles de kilómetros, en Massachussets, Estados Unidos. En el transcurso de las décadas, el legajo ha sido vendido varias veces por canales oficiales como subastas o anticuarios sin que saltasen las alarmas de la Policía.

La investigación sobre cómo y por qué fue sustraído nunca pudo ser completada, pero ahora los cuerpos de seguridad confían en poder tirar del hilo que les lleve a los autores. En cuanto la autoridad judicial lo ordene, la carta de Hernán Cortés será repatriada a México, donde es su legítimo origen. El valor que pudiera haber alcanzado en subasta (ya rondaba los 18.000 dólares) es solo una pequeña parte de su importancia histórica.

Según una declaración jurada, el recibo está escrito a mano, en español, con tinta de agallas de hierro sobre papel de trapo y mide aproximadamente 21,5 por 15,2 centímetros. Se cree que, cuando redactó ese mensaje, Cortés estaba en lo que hoy es Honduras, al sur de México, donde comandaba una fuerza de 23.000 personas.