El legado de Martínez de la Rosa es donado al Congreso de los Diputados
Entre los documentos del fondo del político liberal destaca el único ejemplar conocido de la cantata 'L’Iberienne,' del célebre músico decimonónico francés Adolphe Adam
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El financiero italiano Claudio Cornini ha hecho entrega hoy, por mediación del Instituto Cervantes, de un importante legado documental del siglo XIX español al Archivo del Congreso de los Diputados. La ceremonia de donación ha sido presidida por Francina Armengol, presidenta del Congreso, y en ella han intervenido, junto al cedente y la presidenta de la Cámara, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el embajador de Italia en España, Giuseppe Buccino Grimaldi, en un acto que García Montero ha destacado que "viene a completar la memoria de un personaje tan destacado de nuestro convulso siglo XIX, como es Francisco Martínez de la Rosa".
"Con este legado documental honramos la memoria de la mejor cultura española y, también, la memoria de una figura que, por ser un político comprometido con sus ideas, fue uno de nuestros exiliados ejemplares, un ejemplo ético", ha añadido el director del Instituto Cervantes, paisano de De la Rosa.
Los fondos entregados al Congreso pertenecían al archivo familiar de Cornini, descendiente del político, escritor y diplomático Francisco Martínez de la Rosa (Granada, 1787-Madrid, 1862), quien fue embajador de España en Roma en la década de 1840.
Martínez de la Rosa, además de presidente del Consejo de Ministros, fue, entre otros cargos, cuatro veces presidente del Congreso, por lo que, con esta donación, como subrayó Francina Armengol, "vuelve a casa". Además, la presidenta del Congreso añadió que el político y escritor granadino "estuvo en el centro de la vida política de nuestro país durante más de medio siglo" y es una de las figuras que "lucharon por nuestras libertades cuando la palabra democracia todavía no estaba de verdad escrita".
El embajador italiano hizo referencia a este legado como "un símbolo de las estrechas relaciones culturales existentes entre España e Italia". Por su parte, el descendiente de Martínez de la Rosa y legador, Guido Cornini, confesó que los documentos fueron guardados por su familia "como un pequeño tesoro, no por su valor material, si no por su valor histórico y cultural" y que, a pesar de que ya varias generaciones habían custodiado los documentos de una a otra, "no podían seguir viajando y necesitaban encontrar un hogar permanente".
A finales del año 2023, el donante del archivo, Claudio Cornini, se dirigió al Instituto Cervantes de Roma, dirigido por el escritor Ignacio Peyró, para solicitar ayuda experta de cara a evaluar un total de diez documentos de archivo de variada índole pertenecientes a su antepasado. Su deseo era valorar la documentación y, en caso de que fuera de interés, donarla al archivo español que fuese más pertinente para conservar los documentos e integrar una colección existente sobre Martínez de la Rosa.
Los documentos, algunos de ellos de importante valor artístico, fueron examinados en profundidad en la biblioteca María Zambrano del Instituto Cervantes de Roma y se procedió a su descripción archivística para a continuación proponer al Archivo del Congreso de los Diputados la donación del fondo.
Entre los documentos del fondo destaca de Martínez de la Rosa y, ante todo, el único ejemplar conocido de la cantata L’Iberienne, del célebre músico decimonónico francés Adolphe Adam, a quien le fue encargada la pieza para la doble ceremonia matrimonial habida en Madrid entre Isabel II y Francisco de Asís y la infanta Luisa Fernanda con el duque de Montpensier. Tras un estudio musicológico que está en curso, esta pieza volverá a oírse por primera vez desde la década de 1840 en 2025 a instancias del Instituto Cervantes de Roma.
Francisco Martínez de la Rosa (Granada 1787-Madrid 1862) fue un poeta, dramaturgo, político y diplomático español, embajador en París y en Roma.
Catedrático de Filosofía Moral por la Universidad de Granada, se sumó a las filas de los revolucionarios liberales durante la Guerra de la Independencia y fue uno de los diputados de las Cortes de Cádiz que aprobó la Constitución de 1812. Por ello fue encarcelado tras el regreso de Fernando VII y el restablecimiento del absolutismo. Recuperó la libertad durante el Trienio Liberal (1820-23) y asumió el liderazgo de la rama más moderada de los liberales.
Fue presidente del Congreso de los Diputados en 1821 durante el reinado de Fernando VII y en diversos periodos con Isabel II (1852-1853, 1857 y 1858-1862), así como Secretario de Estado en 1822 y presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Estado entre 1834 y 1835.
A lo largo de su vida conoció el exilio en varias ocasiones, ante todo en el Peñón de Vélez de la Gomera y en París, y es destacado también su papel como memorialista y como introductor del drama romántico en España con La conjuración de Venecia.
Como embajador en Roma, vivió tiempos revolucionarios. El Papa Pío Nono tuvo que hacer frente a la revuelta popular de 1848-49 en favor de la instauración de la, a la postre, efímera República Romana. La fallida revolución, con huida y retorno del Papa incluidos, fue vivida en primera línea por Martínez de la Rosa.