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James Bond, en crisis

Los productores anuncian que Danny Boyle, que preparaba el guión junto a John Hodge para dirigir en breve la cinta y estrenarla a finales de 2019, se ha bajado del carro

El actor Daniel Craig en el papel del agente 007 en «Spectre» (2015), su última aparición hasta la fecha en la saga Bond
El actor Daniel Craig en el papel del agente 007 en «Spectre» (2015), su última aparición hasta la fecha en la saga Bondlarazon

Los productores anuncian que Danny Boyle, que preparaba el guión junto a John Hodge para dirigir en breve la cinta y estrenarla a finales de 2019, se ha bajado del carro.

Cuando escuchen hablar de «diferencias creativas» (que son en materia de eufemismos en el cine lo que el «cese temporal de la convivencia» para las parejas educadas que se detestan), agáchense y repten hacia la mesa. En breve, lloverán vasos, carpetas y todo cuanto esté a mano. Nadie rompe un contrato millonario sin antes decirse dos o tres frases gruesas a los morros. A veces, las manos han resuelto directamente la disputa, lo que luego en un burofax a todos los interesados viene a ser un caso de «diferencias creativas». Hollywood está empedrado de puñaladas, riñas tumultuarias y «espantás» de directores que, como los niños del patio, se llevan consigo la pelota. La última atañe a la entrega número 25 de la saga «James Bond», más agitado que mezclado en los últimos tiempos. Resulta que los productores anuncian que Danny Boyle, que preparaba el guión junto a John Hodge para dirigir en breve la cinta y estrenarla a finales de 2019, se ha bajado del carro por, ¿lo adivinan?, «diferencias creativas». No es raro que estas franquicias encorsetadas y milimetradas exasperen a directores con ganas de traerse la criatura a su terreno, como pasó con Phil Lord y Christopher Miller, que se apearon de «Han Solo: Una historia de Star Wars» con la cinta a medio rodar. Los productores no siempre están de acuerdo en que alguien abuse de ideas propias con dinero ajeno. Si a eso se suma un actor protagonista con mando en plaza, el Waterloo entre despachos está servido. Según «The Telegraph», este es el caso de «Bond 25». Daniel Craig, que tras estrenar «Spectre» en 2015 aseguró que antes se cortaba las manos que volver a colocarse el esmóquin de 007 pero acabó por transigir con una última entrega para despedirse de la franquicia en todo lo alto, habría presionado para cesar a Boyle por sus decisiones de casting. En concreto, la elección del villano le habría soliviantado: se trata de Tomasz Kot, un actor desconocido fuera de su Polonia natal y que a los cinéfilos les sonará de la reciente «Cold War». Nada en sintonía con los clásicos villanos de renombre de la saga. Para Craig, esta nueva cinta de Bond representa la posibilidad de cerrar a lo grande una convivencia de más de una década y cinco filmes. Ni siquiera el multipremiado Danny Boyle (un tipo que, por la escasa media hora que le conoce este periodista, resulta más amable y menos estirado que la media de la profesión) podía tomarse licencias que no sean del agrado del hombre que encarna al agente con «licencia para matar». Ahora, la cinta queda en el limbo en cuanto a fecha de estreno, prevista inicialmente para finales de 2019, y en manos de quien resurgirá el proyecto. Suena Christopher Nolan, a pesar de que ya negara su interés en dirigir la saga. Y suena aún más fuerte Christopher McQuarrie, que ha sorprendido con «Misión: Imposible. Fallout». A quien Dios se la dé, que Daniel Craig se la bendiga.