Literatura

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Cuentista

La Razón
La RazónLa Razón

Medardo, no podía imaginarme que te ibas a ir así, de repente. Fuiste uno de los cuentistas significativos de la segunda mitad del siglo XX –¡decidiste llamar «cuento» a lo que todos, hasta entonces, llamaban «relato»!; estuviste, con Arte Nuevo, en la vanguardia renovadora del teatro de los años oscuros de la posguerra; escribiste muchísimos artículos deliciosos; tus memorias reflejan aquella época con vigor y sin concesiones, y no hace mucho que tuve el placer y el honor de presentar «Laberinto de fortuna», tu extraordinaria novela. Recuerdo muchas cosas de tu lúcida visión, a la vez irónica y cercana, de la literatura y de la vida, y también aquellos talleres de escritura que impartimos juntos. Aunque nunca volvamos a vernos, permanecerás aquí, en tus textos magistrales, con los que no dejaré de hablar mientras viva.