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Homenajes al escritor
Vargas Llosa: holograma, pluma, hipopótamo, palabras
El Congreso de la Lengua rinde homenaje al Nobel con la publicación de un diccionario y el relanzamiento de su casa-museo en sendos actos cargados de familiaridad

En el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) se habla mucho. Constantemente hay alguien pronunciando un discurso, una conferencia, interviniendo en una mesa redonda. Las palabras resuenan en actos simultáneos dentro de una intensa agenda que es inabarcable y, por definición, incompatible consigo misma. Sin embargo, hay algunos momentos en los que las palabras cobran otro peso, otra gravedad, nuevos significados. Porque hay paréntesis a lo ancho del CILE que la literatura y la poesía vencen a los debates geopolíticos y las disquisiciones lingüísticas. Ayer, tanto el congreso como la ciudad de Arequipa se tiñeron de una gravedad especial: era el día de rendir homenaje al Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa. Varios actos reconocieron su figura: la edición de un “Diccionario” sobre el jefe de las letras peruanas, la rehabilitación de la Casa-Museo que lleva su nombre, y la entrega de un legado del escritor para ser depositado en el Instituto Cervantes de Madrid abrieron las ventanas del recuerdo y la emoción sobre la figura del gran escritor.
El «Diccionario Mario Vargas Llosa. Habitó las palabras» un recorrido de la A a la Z por el universo literario y geográfico del premio Nobel peruano en el que escritores, políticos, editores y periodistas evocan los libros y la vida del escritor. Además de sus grandes títulos como "La Casa Verde", "La guerra del fin del mundo", "La Fiesta del Chivo" o "Tiempos recios", en este "diccionario" también se hace alusión a sus ensayos, crónicas, y reflexiones intelectuales y políticas, todo ello a través de la elección de determinadas palabras. El escritor Carlos Granés destacó que su obra «es la prueba fáctica de que Vargas Llosa había logrado una hazaña improbable, construir un mundo ficticio que ha reemplazado al mundo real y donde las palabras adquieren significados distintos». Joaquín Sabina, Bryce Echenique, Javier Cercas, Ignacio Martínez de Pisón, Juan Gabriel Vásquez, Rodrigo Blanco Calderón... la nómina de “escribidores” que rinde homenaje al peruano es inmensa.
Una de las más destacadas aportaciones la firma Morgana Vargas Llosa, fotógrafa e hija del Nobel, que escribe la entrada “Madre”. En ella, recuerda que su madre era su refugio, “la presencia estable en una infancia marcada primero por la ausencia del padre y luego por la severidad y la violencia”. También un ejemplo de “tenacidad, dignidad y perseverancia”. “Fue ella quien despertó su vocación de lector incentivando la lectura y despertando su imaginación”, recordó Morgana. “Una madre que no se conformó con un destino impuesto, sino que creó el suyo propio. Madre no era sinónimo de resignación ni de conformidad”, concluyó la hija del escritor.
Para Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, el volumen «da la oportunidad de unirse como una tribu vargasllosiana» gracias a la elección de las palabras. «Él era un buen lector de poesía, pero leer a Góngora, por ejemplo, es buscar la perfección del lenguaje. Esa capacidad de buscar la perfección y su rigor creativo han definido una obra fundamental», aseguró.
Una Casa y un legado
Cargado de simbolismo y emotividad fue también el doble acto que acogió la Casa Museo de Mario Vargas Llosa, que acaba de ser rehabilitada y ampliada y que ayer acogió la entrega del legado del escritor para ser depositado en el Instituto Cervantes de Madrid, y, después, la visita privada del Rey Felipe VI. La Casa Museo se ubica en el lugar donde nació el escritor, aunque apenas pasó seis meses de vida allí. Se trata de la casa de sus abuelos, que dieron cobijo a Dora Llosa, su madre, que se separó del padre cuando estaba embarazada. En ella, un holograma del escritor -él pudo ver la casa museo en funcionamiento y colaboró para su puesta en funcionamiento- recibe al visitante y le da la bienvenida. En las diversas estancias de la vivienda se recorren sucesivos momentos de su vida.
En el teatro adyacente tuvo lugar la entrega de un legado “in memoriam” que consta de una pluma que el escritor recibió como parte del galardón Ritz París Hemingway en 1985 y que le permitió conocer a la actriz Catherine Deneuve, quien lo entregaba. Como explicó el director de la Cátedra Vargas Llosa, Raúl Tola, en el año 1984, Margot Hemingway, hija del escritor Ernest Hemingway, llamó a Vargas Llosa para ser parte del jurado en esa edición. «Él estaba emocionado por un lado porque Hemingway era uno de sus escritores de cabecera que le fascinó con sus cuentos y desarrolló el mito de París que tanto le sedujo. Pero también por el hecho de que quien entregaba el premio era Catherine Deneuve y así la iba a conocer", ha señalado con humor.
Finalmente, la propia Margot Hemingway llamó al autor peruano cuando ya se preparaba para ser jurado y decirle que no iba a poder ser, porque su obra “La guerra del fin del mundo” había sido incluida entre las candidatas al premio. «Y al final lo ganó, pese a que no veía posibilidades y logró tanto la proeza de homenajear a uno de sus titanes literarios como de conocer a la actriz francesa", relató este experto. La pluma fue parte del premio, además de conocer a su mito cinematográfico. Además de la pluma del citado premio, la familia de Vargas Llosa ha cedido una fotografía personal del escritor en su mesa de trabajo en Lima, hecha por la propia Morgana y en la que se puede ver la pluma que «le acompañó toda su vida" y las vistas a la costa de Barranco que tenía en ese despacho. Ambos objetos viajarán a la sede cervantina de Madrid, donde se encuentra la Caja de las Letras.
Finalmente, la familia Vargas Llosa hizo entrega de un obsequio a la Real Academia Española, que fue recogido por la vicepresidenta de la institución Carme Riera. Se trataba de un hipopótamo de la colección de figuras del escritor. “Es el animal más vargasllosiano que existe, porque él se identificaba mucho con esa especie, por su violencia y su voracidad, que se le asemejaban a un escritor por el fuego que ambos llevan dentro”, dijo Tola. Homenajes para el hombre que habitó las palabras.
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