Entrevista

Antonio Orozco: "Me voy a quitar de en medio unos cuantos meses"

El músico lanza “La canción que nunca viste” y anuncia su retirada de los escenarios para componer “el mejor disco de su vida”

Antonio Orozco publica "La canción que nunca viste"
Antonio Orozco publica "La canción que nunca viste"La Razón

Son ya más de dos décadas de ciclo alimenticio de la música, ese ritmo infinito que alterna disco y gira como los eslabones de una gruesa cadena. Antonio Orozco (L'Hospitalet de Llobregat, 1972) ha decidido parar y despedirse durante una temporada de los focos con un nuevo trabajo: “La canción que nunca viste” es un disco de clebración, de balance de una carrera y de punto y aparte. En él, los temas que le han llevado a ser uno de los artistas españoles de mayor éxito cobran nueva vida con la colaboración de Pablo Alborán, Sebastián Yatra, Luis Fonsi y Raphael, entre otros.

¿Qué supone este trabajo?

Pues que después de 23 años de idas y venidas le pongo final a una etapa bonita, cierro un círculo. Hace más de dos décadas que no tengo un minuto para hacer un nuevo disco y voy a empezar de nuevo. Estoy orgulloso de esto y voy a decir hasta luego para ver qué soy capaz de escribir y de encontrar y de preparar algo nuevo. No sé cuanto tiempo me tomará para volver renovado. Este es el plan, que es un poco agresivo, porque llevo mucho tiempo en la carretera. Seguro que en tres meses los de la compañía estarán subiéndose por las paredes, pero tengo una responsabilidad súper grande con el público pero especialmente contra mí. Me voy a quitar un tiempo de en medio. También es el broche de oro a un trajín que no cambiaría por nada.

La gente se va a preocupar.

No, para nada, espero que no. Los tiempos que necesita un compositor son así, y es lícito. A veces no se puede, pero necesito dedicarme un tiempo a escribir.

Es como debería ser, pero la gente quiere más, las compañías quieren más, todo el mundo espera más constantemente.

Sí, pero es que mi hija también quiere más. Tiene 24 meses y necesito rellenar unos cuantos huecos. Hay un momento en la carrera de un artista que no tiene que andar demostrando muchas cosas, llevo muchos años viajando, otros 11 años en televisión y no tengo capacidad de procesar. Sabes de lo que hablo, de estar todo el rato intentando encontrar la palabra correcta, el tiempo justo. Necesito vivir un rato para desvivirme otro. No es dejar de trabajar, que eso suena cutre. Es cambiar la "furgo" por un estudio potente y grabar ideas, que tengo miles, y comprometerme a hacer el mejor disco de mi carrera.

Habla de cierre de círculo.

Tengo ganas de una rutina normal, de familia. Las cosas básicas que una persona hace cada día. Hacer lo que hace cualquier persona. El papel en blanco necesita reflexión y hace falta ser muy serio. Mi compromiso es exigente y la gente quiere algo nuevo, pero necesito salirme del hotel.

El disco es un regalo que se hace a usted mismo.

Fue apabullante, Tenía una lista de artistas a los que llamar y esa fue la que se quedó. Cuando una canción tuya la canta Raphael puedes cerrar el chiringuito y dedicarte a pesar calamares. El mensaje es que las canciones son las que son, da igual quién las cante.

Dice que no cambiaría nada de nada. ¿Ningún resbalón?

Cuando tomas decisiones y las compartes con gente que está en Los Ángeles o Miami... lo haces a conciencia y luego piensas que podría haber sido de otra manera, pero estoy muy orgulloso.

¿Cree que estas canciones van a perdurar?

Pues algunas ya tienen 23 años y no sé cuánto de viejitas se harán, pero han recorrido el mundo y me lo han enseñado a mí. Algunas de ellas están pagando el colegio de mis hijos y pienso que su camino sea por muchos años. Mi obligación como compositor y escritor que soy es que se puede vivir del pasado solo relativamente. Han pasado cuatro años y me tengo que centrar en algo mucho más ambicioso.

¿Alguna vez, por ambición, ha tenido problemas de ego?

Es una mierda. Siempre está presente y te tienes que pasar la vida esquivándolo. La edad te da ese conocimiento para verlo venir de la vuelta de la esquina y darle la espalda. Vivimos a un palmo del suelo, sucede muy rápido, y siempre dependo de la opinión ajena. Contra el ego, la mejor pastilla que hay es la edad y el conocimiento. Cuando empecé con 28 años y “Devuélveme la vida” fue ese éxito, tengo un vago recuerdo de mí mismo. No tengo claro cómo fue ni qué pasó. Pero hoy, si me preguntas, después de “Entre sobras y sobras me faltas”, que es la canción más importante de mi carrera, te podría deletrear al milímetro cómo ha pasado todo en estos cuatro años. Contra el mal uso del ego está la educación y el ejemplo que te dio tu padre. Y cada uno gestiona eso como puede

¿Cuál es el ejemplo que le dio su padre?

Que es muy importante saber adónde vas, pero cien veces más importante saber de dónde vienes. Y lo más importante de todo es tener claro a quién representas. Cada vez que hablo con la prensa pienso lo que voy a decir y me pregunto cómo puede eso afectar a mi familia. Al final del camino está siempre mi familia.

Hay terceros perjudicados.

Antonella tiene 24 meses y es probable que conozca a su profesor de música que a mí. Es así. Y el que me esté escuchando y se levanta para ir a trabajar sabe lo que estoy diciendo. El otro día leí una frase muy heavy: ¿Sabes quién es el único que se va a acordar de que trabajaste tantas horas? Tu hijo o hija. Soy músico hasta cierto punto, que dejo de serlo y me convierto en padre y en esas estoy.

Jan, el mayor, estudia música.

Él está en un proyecto suyo y trataré de hablar lo mínimo, porque no quiere. Que está muy agradecido pero que no es necesario. Tengo un hijo noble y educado viviendo una experiencia impresionante y es cien veces más músico que yo y tiene las cosas muy claras. Cuando conoces a alguien así, lo mejor que puedes hacer es apartarte para ver cómo pasan las cosas. Va muy rápido. ¿Va a ser músico? No tengo la menor idea. Está en una edad en la que todo es muy improbable.

Le deja hacer.

Siempre lo he hecho. Tiene unos valores que es el respeto, el amor a la familia, y que todo lo que hace implica sacrificios, suyos y de su familia. Y él lo entiende y en su comportamiento no hay ningún tipo de salida de pista. Estudia, se prepara, trabaja. Yo solo le puedo dar eso, educación y ejemplo.

¿Adónde va a ir, dónde se va a refugiar?

A mi casa. A la habitación pegada a la de mi hija. Tengo intención de pasarme allí unos meses, una temporada larga. Así la escucho respirar de noche. Los padres que somos novatos acercamos el oído para ver si respiran, ¿lo sabías?