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Música

Celtas Cortos, 40 años sin postureo

El grupo celebra su aniversario con una gran gira por España en 2026 auspiciada por Live Nation

De izda. a a dcha., Goyo Yebes, Jesús Cifuentes y Alberto García
De izda. a a dcha., Goyo Yebes, Jesús Cifuentes y Alberto GarcíaJavier Salas

Son, con toda probabilidad, el grupo menos a la moda de las últimas décadas. «Absolutamente. Estamos siempre fuera de la foto», concede Alberto García, miembro de Celtas Cortos, la banda que, «siempre a la sombra porque pica mucho el sol», cumple 40 años, efeméride que celebran con una gran gira por España en 2026. «Nos lo hemos labrado nosotros –tercia Jesús Cifuentes–. Estamos orgullosos de nuestra mochila, de una trayectoria que no es inocua, porque podríamos haber estado haciendo payasadas, pero no lo hemos hecho. Nuestra música tiene unos ingredientes distintos de la norma y en algunos momentos nos hemos convertido en outsiders, pero estamos aquí y lo queremos reivindicar. Esto para nosotros es una carrera de fondo, no de llegar el primero, y mucho menos de postureo. Es como la puta vida, mantenerse y, después de este tiempo, con los dedos de las manos se puede contar gente de nuestra generación que esté en activo. Y pretendemos seguir, que no sé acaba el cuento aquí. Quedan muchas narraciones por soltar».

Celtas Cortos arrasaron en los 90 con una particular forma de rock de corte social con pinceladas de folk irlandés. «Yo de chavalín viví la música tradicional castellana con pasión. Era un tiempo en que las tendencias eran más talibanas, por así decirlo, el mestizaje no había llegado a ese terreno todavía. Hoy ya han surgido muchas relecturas y hay hasta músicos del ‘‘indie’’ que saben qué es un pandero cuadrado. Pero esa conexión con la tierra es de donde venimos todos en el grupo», explica el vocalista de la banda. En 1991, su tercer disco, «Cuéntame un cuento», se convirtió en un fenómeno inesperado, que se multiplicó con «Tranquilo majete» (1993) y se mantuvo con «Nos vemos en los bares» (1997), un directo que recogía los mejores años de la banda. El grupo vendió dos millones de discos antes de la salida temporal de Cifuentes y otros vaivenes. Durante esa década, la popularidad de la banda llegó a ser muy grande. «Hombre, a mí en particular, igual por ser la cara visible del asunto, sí me pesó. No puedo decir que no me haya alterado. Visto con distancia piensas que no, pero nos metimos en un autobús metafórico que ha tenido muchas consecuencias. A mí, desde luego, la exposición me afectó. Sientes que te quieres esconder y no hay escapatoria. Ahí es donde empieza el infierno de las drogas de todos los músicos y cantantes que, por supuesto, he de decir que yo he pasado. Algún refugio encuentras, claro. Sería muy necio negar la evidencia», dice Cifuentes.

Los pucelanos se sienten trabajadores de la música, categoría no excluyente con la de artista: «Yo sí que acepto esa denominación. Me siento artista y creador. Lo que ocurre es que no va aderezado de la sobreactuación, de ser un personaje como... no voy a poner un nombre, pero no somos gente atrapadas por su personaje. Somos artistas y ejercemos de ello con la naturalidad del ciudadano de a pie». «Somos trabajadores también, por supuesto», dice Goyo Yebes, que, con llaneza castellana, rechaza «la sublimación de la categoría de artista. Somos gente que no se ha ido del barrio de Valladolid nunca, y eso que hubo épocas en las que pensamos por un segundo venir a vivir a Madrid». Y es que, para Jesús Cifuentes, la música tiene una razón de ser: «quiero pensar que las canciones son elementos de transformación, aunque esto pueda sonar a cosa antigua de los cantautores de los 70. Pero la palabra tiene su poder y su sentido, induce a la reflexión y te abre nuevos caminos. Aunque no sea un pensamiento en boga y puede que suene ingenuo, pero creo que tiene utilidad y belleza». Como muestra, Celtas Cortos antes de arrancar la gran gira de aniversario, apoyan un festival, el Luminaria Sound en el pueblo de Pedro (Soria), de cuatro habitantes: «Es el pueblo de mi madre y, en realidad tiene dos habitantes. La España vaciada, no, lo siguiente. A dos kilómetros hay un pueblo abandonado, en ruinas y a 8, otro. Lo hacemos sin ánimo de lucro, es gratuito. Buscamos devolver la ilusión y que la gente acuda fuera de las fechas de verano, porque Celtas actuamos hace 20 años allí y todavía se recuerda», dice Goyo Yebes. El eco imparable de la música.

«Una inyección de moral»

Después de su presencia en una multinacional, Warner, Celtas Cortos continuaron su andadura en el siglo XXI gracias a la autogestión. «Nos lo hemos cocinado nosotros con recursos humildes y este apoyo es una inyección de moral gorda, de respaldo emocional. Porque ves que no has estado remando a solas, sino avanzando y llegando a mucha gente, entre otros a la gente de Live Nation», dice Alberto García sobre el gigante de la producción de conciertos, que apoyará una gira que ya tiene fechas: Empezando en el Movistar Arena de Madrid el 7 de febrero de 2026, este tour aniversario pasará por Valencia, Gijón, Zaragoza, Pamplona, Barcelona, Murcia, A Coruña, Bilbao y finalizará en Valladolid el 18 de abril.