Berlín

La música en Canarias en 2015

La Razón
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Del 11 de enero al 13 de febrero se desarrollará la XXI edición del Festival de Música de Canarias, que ha programado 20 conciertos de abono, diez en

cada una de las sedes principales en Las Palmas y Santa Cruz, además de otros veintiún conciertos en La Palma, Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera, La Graciosa y El Hierro. Cuarenta y un conciertos con nombres tan internacionales como Krzysztof Penderecki, Yuri Termirkanov; Trevor Pinnock, Mark

Minkowski, Maria Joao Pires, Bejun Mehta, Juan Diego Flórez, Lara St. John, Javier Perianes, Xavier de Maistre, etc. Además de la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, estrella de la edición, participarán la Britten Sinfonia, Les Musiciens du Louvre, I Turchini, la Akademie für Alte Musik de Berlín y las locales, la Sinfónica de Tenerife y la Filarmónica de Gran Canaria. ¿Dónde quedó el anunciado estreno de Sofi a Gobaidulina?

Creado en 1985, justo el declarado «Año Europeo de la Música» en conmemoración a los tricentenarios de Bach, Haendel y Scarlatti, desde entonces lo han dirigido Rafael Nebot, Juan Mendoza y, en la actualidad, Candelaria Rodríguez, a quien le ha tocado bregar con una crisis económica que se deja sentir.

Nació con el objetivo de enriquecer la oferta cultural de una región que conoció la ópera a través de las compañías que hacían escala en Canarias en su camino a Suramérica y cuya temperatura sinfónica viene marcada por la más antigua sociedad fi larmónica del país, la de Las Palmas, con más de 150 y de la que fue presidente Camille Saint-Saëns. El segundo objetivo era prestigiar culturalmente el nombre de Canarias de cara a un turismo de mayor nivel. Por el festival han pasado, a lo largo de sus veinte años de vida, nombres como Abbado, Muti, Giulini, Celibidache, Solti, Barenboim, Colin Davis,

Gardiner, Masur, Previn, Sawallisch, Neumann, Kraus, Domingo, Carreras, Rostropovich, Zimerman, Pogorelich, Pires, Ashkenazy, Stern, Lupu, Szeryng, etc. Sin embargo, sigue pendiente una auténtica reflexión sobre toda la política musical canaria.

¿Puede una comunidad autónoma permitirse la coexistencia de dos orquestas sinfónicas de primer nivel, las programaciones en los auditorios de Las Palmas y Tenerife o en el Pérez Galdós, las temporadas operísticas y el festival? ¿Acaso la situación actual es la misma que cuando se crearon todos ellos? Factores nacionalistas, insularismos y la falta de esa visión a largo plazo de la que adolecen la mayoría de nuestros políticos han llevado a una oferta superabundante, excesiva para la capacidad de absorción del público y evidentemente imposible de mantener económicamente en el presente. Se precisa un análisis para, al margen de insularismos, tratar de potenciar efectos sinérgicos y eliminar duplicidades de actividad.