Música

Muere Sixto Rodríguez, de “Searching For Sugar Man”

El músico, que cayó en el olvido, logró sin saberlo un éxito enorme en Suráfrica que él mismo ignoraba hasta que una película le volvió a lanzar a la fama

Muere Sixto Rodríguez, de “Searching For Sugar Man”
Muere Sixto Rodríguez, de “Searching For Sugar Man”La Razón

Trabajó cantando en bares y llegó a grabar dos discos. Fueron un absoluto fracaso, así que terminó trabajando como peón de la construcción en Detroit (EE UU). Sixto Rodríguez no supo del éxito que alcanzaron sus dos álbumes en un país tan alejado como Suráfrica hasta que un equipo cinematográfico contacta con él después de buscarle por todas partes. La película, “Searching For Sugar Man” (2012)fue un enorme éxito y dio a conocer a todo el mundo a un talentoso escritor de canciones que obtuvo una fama tardía pero poética. Sixto Rodríguez ha fallecido a los 81 años.

Se ganaba la vida y alimentaba ilusiones cantando en los bares de Detroit (Estados Unidos). Llegó a grabar dos discos inspirados en la forma y el fondo dylanianos que fueron un absoluto fracaso, así que terminó trabajando como peón de la construcción en la Ciudad del Motor. Sixto Rodríguez no supo del éxito que alcanzaron sus dos álbumes en un país tan alejado como Sudáfrica, donde se convirtieron en un fenómeno de masas, hasta que un equipo cinematográfico contactó con él después de haberle dado por muerto. Hicieron un documental para contar su improbable historia, «Searching For Sugar Man» (2012), que obtuvo un enorme éxito del que sí pudo disfrutar y dio a conocer a todo el mundo a un talentoso escritor de canciones que obtuvo una fama tardía pero de justicia poética. Sixto Rodríguez ha fallecido a los 81 años.

Su peripecia sorprendió a todo el mundo. Los discos de Rodríguez, como era su nombre artístico, fueron ignorados en las tiendas de su propia ciudad pero llegaron al continente africano de la manera más rocambolesca. Sin embargo, su mensaje se entendió perfectamente: «Cold Fact», su disco de debut, se convirtió en artillería anti-apartheid y sus canciones, a la vez que prohibidas por los canales oficiales, se convirtieron en un secreto mensaje en clave para los luchadores por los derechos de la población negra. Sin embargo, todo esto sucedía tiempo después de que, tras publicar un segundo trabajo en el sello independiente Sussex, «Coming From Reality», y reincidir en el fracaso, a Sixto Rodríguez se le escapara entre los dedos el sueño de ser un músico profesional.

Tanto había desaparecido del mapa que en Johannesburgo, en la era pre Google, circulaba el rumor de que Rodríguez se había suicidado. Así lo pensaban también Stephen Segerman y Craig Strydom, que tenían los temas de Sugarman por la banda sonora de su infancia, y que decidieron emprender la búsqueda de la historia del cantante, del que apenas existía información. Llevaron a cabo entrevistas con personas que le habían tratado en el mundo de la música. Preguntaron por las causas de su suicidio a Mike Theodore, uno de los productores de «Cold Fact», y este reveló la verdad: Rodríguez seguía vivo. Contactaron con él y le contaron lo importante que sus canciones habían sido para la población de Sudáfrica colectiva e individualmente. El documental «Searching for Sugar man» contaba su historia y se aproximaba a la vida íntima de un hombre en el otoño de su vida, que conocía de su gloria lejana por primera vez mientras arrastraba sus botas de nieve para dirigirse al trabajo. Rodríguez, con la espalda maltrecha por los rigores de la albañilería y la sonrisa humilde y sabia, se tomaba los parabienes con deportividad. Ni le dolió tanto no recibirlos entonces ni se iba a agrandar ahora por aplausos perdidos hacía 20 años. La película, hermosa por cuanto estaba cargada de la nostalgia por un sueño truncado aunque recuperado en forma de eco (no el típico cuento barato de redención, sino algo más delicado y menos manido), obtuvo un Oscar, un BAFTA y, más importante que eso, rescató del olvido un puñado de canciones preciosas.