Juan del Val: «No concibo la vida sin sentido del humor»

El escritor obtiene el galardón con «Candela», una obra con mucho humor sobre una mujer que regenta un bar en Madrid junto a su madre tuerta y su abuela.

El bar como micromundo, lugar por donde desfila la vida entera. Juan del Val, periodista de radio y televisión, ha ganado el Premio Primavera de Novela, dotado con 100.00 euros, con «Candela», una historia protagonizada por tres generaciones de mujeres. La obra se centra en el personaje que da nombre al libro, una camarera de cuarenta años de edad, resabiada y espabilada, que regenta una barra junto a su madre tuerta y su abuela. Por delante de ellas pasará una clientela variada, que no es más que el teatrillo por el que asoma la vida y que remata el puzle de existencias que componen el día a día de un barrio.

El jurado presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Gervasio Poasdas, Fernando Rodríguez Lafuente y Ana Rosa Semprún, destacó que «Es una novela muy fresca y actual por el tratamiento de los personajes femeninos» y posee «un friso interesante de personajes femeninos que la va a convertir en un gran éxito». Esta XXIII edición del galardón, a la cual se han presentando 1.125 originales procedentes de Europa, América, Asia y África, ha recaído por tanto en un escritor masculino, pero con una gran capacidad para penetrar en el alma femenina. «Las mujeres siempre me han maravillado, y no solo a nivel sexual. El papel protagonista del libro me ha metido en el carácter de una mujer, pero siempre partiendo de la fascinación que siento por ella. Siempre he sentido devoción por el mundo femenino», comentó el ganador.

El novelista, que declaró sentir un enorme «honor al figurar en una lista en la que ha estado Fernando Savater», afirmó que «por delante de Candela, que lleva un bar en Madrid, pasa el mundo entero. Yo no concibo la vida sin sentido del humor. Considero que hay que reírse de todo y por eso he elegido a un personaje como ella, que tiene una enorme capacidad de hacerlo y tiene además un sentido del humor que es desternillante». El autor reconoció que posee una prosa muy cinematográfica, «una manera muy audiovisual de contar historias», pero afirmó que no tiene «intención de llevar la novela a la pantalla. Si alguien está interesado en hacer una película, lo valoraría, pero este es un libro pensado con la vocación de la lectura».