La novela "El invierno en Lisboa" de Antonio Muñoz Molina, la inspiración para 10 artistas que participan en la expo, muestra, fiesta de arte…Lucha de Gigantes
Los libros no solo se leen, también sirven de inspiración para crear pinturas emocionantes. Las mentes inquietas como las de Gabriel Suárez y Aleix Gordon, han hecho que uno de los libros más leídos de Muñoz Molina se conviertan en escenas y seres pintados en lienzos. Estos días en Madrid.
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Muchas veces se imagina uno poder hablar con el escritor que tantas veces se ha leído, el deseo mayor en realidad es conocerlo personalmente, pero suele ser complicado, pero si por cualquier circunstancia de la vida puede uno al menos charlar con el creador de tantas letras leídas, ya es un gran logro.
En una ocasión me pasó algo increíble, en la peluquería a la que solía ir, un día de esos rutinarios, estaba sentada a mi lado esa persona a la que leía religiosamente sus artículos en el diario en el que escribía, algo hizo que habláramos, fue emocionante, conectamos tanto que hasta hoy somos grandes amigas, como no podía ser de otra manera.
Entre los escritores y los lectores se establece una relación particular, pero ¿Qué relación puede crearse entre un escritor y un artista que pinte o esculpa inspirándose en una obra escrita?
Hay mentes pensantes que son capaces de provocar este vínculo, como en esta ocasión lo ha hecho Gabriel Suárez organizando la quinta edición de Lucha de Gigantes invitando a diez artistas a transmitir mediante sus pinceladas el libro “Invierno en Lisboa” la obra tan galardonada de Antonio Muñoz Molina, y por este motivo he podido charlar con el escritor que alguna vez imaginé como era en las distancias cortas…
Entrevista a Antonio Muñoz Molina
En la infancia vivimos instantes, momentos y situaciones que durante toda nuestra vida resurgen y saltan en nuestros pensamientos. Seguramente, pensé, que a un autor como Antonio Muñoz Molina, alguna imagen, o muchas de su infancia, le siguen saltando cuando está en pleno proceso de creación.
P. Antonio: ¿Cuál fue el primer libro que tuviste entre tus manos?
R. Antes de los libros fueron los tebeos, los cómics. Era la época del Capitán Trueno que era muy famoso, era uno de mis favoritos, también El Pulgarcito, Mortadelo y Filemón…todo eso era extraordinario, todo ese mundo de los tebeos, y más adelante ya empecé con los libros, yo leía todo lo que caía en mis manos, no había tantos libros en mi casa, leía lo que podía. En esa época había muchas novelitas del oeste, novelitas de aventuras que se vendían en los quioscos. Más adelante empecé a leer literatura, a Julio Verne, …
P. Cuéntame uno de los momentos más preciosos que recuerdes de tu infancia…
P. ¡Uy! hay muchos, pero hay uno que recuerdo mucho, cuando mi abuelo materno me compró una edición de "Veinte mil leguas de viaje submarino" y me puse a leerlo. En donde yo leía era en el comedor de casa, había un reloj de péndulo que daba las horas. Me puse a leer y después de mucho tiempo, me di cuenta de que ni siquiera había escuchado cuando el reloj había anunciado las horas y eso que era un reloj muy ruidoso…
P. Y ya hablando sobre el invento de Gabriel Suárez de invitar a 10 artistas a participar en su nueva edición de Lucha de Gigantes que hoy arranca en el edificio Adolfo Domínguez en Madrid y homenajear tu libro "Un Invierno en Lisboa" ¿Que te ha llamado la atención?
R. Ha sido muy curioso, porque de una manera muy variada, ha salido una visión muy fiel de la atmósfera del libro. Quizás porque es una novela que tiene un componente muy visual. Tengo mucha influencia de la pintura y en este caso también del cine. Entonces me ha sorprendido que los retratos y las imágenes que han hecho me sean muy familiares. Me parece que están muy conectadas con la atmósfera de la novela.
P. ¿Tú crees que tu estilo de tu escritura es tan visual en letras que se puede llevar también a la visual en artes plásticas, en bandas sonoras, en películas, en comics?
R. Yo creo que sí, porque es algo que yo he sentido siempre muy fuerte, como la afición por lo visual, hablábamos antes de los comics, por eso te repito que es como reconocer a los personajes, en el caso de esta novela tiene mucha influencia del cine y eso se nota mucho.
P. Sin haber visto las obras de los artistas que están homenajeando este libro y leyendo por ejemplo, como firma su arte uno de los artistas que participa en esta edición de Lucha de Gigantes, el artista vasco Gorka García Herrera, que describe su trabajo como “Realismo pesimista” ¿cuéntame por favor en esta ocasión cómo es su pieza sobre tu novela?
R. Los cuadros de Gorka, no sé si llamarlos pesimistas, te cuento, hay uno en particular que es una imagen que viene directamente de la novela, que es desde el paseo marítimo de San Sebastián. Casi todo el cuadro está dominado por las olas, por la presencia abrumadora del mar y hay una figura humana diminuta en la barandilla. Me recuerda a esos pintores románticos como Friedrich, porque es la distancia abrumadora entre lo mínimo de la presencia humana y lo gigantesco de la naturaleza. No se si es un realismo pesimista, pero si abrumador (Lo dice sonriendo…).
“Todos tienen esa presencia de lo misterioso” comenta Muñoz Molina sobre la obra de los artistas que homenajean su obra y continúa comentando otras piezas que homenajean su libro: “Lo de la artista Sara Quintero, sus cuadros son objetos significativos de la novela como el piano, un cuadro o cosas así, pero en habitaciones vacías, ella dice que está representando el modo en que la protagonista femenina está ausente y está presente. Es muy llamativo. Hay artistas como Carlos García Alix que trabaja con referencias muy fuertes al mundo de Gutiérrez Solana, o como Mateo Echarri que también trabaja con la idea de la ilustración y el cartel de cine y también en flores, son visiones muy atractivas y novelescas. Muy relacionadas con lo narrativo" afirma.
P. ¿De que parte de tu mente salió el personaje Bruce Malcom?
R. Salió de un estereotipo de un malvado del cine y también tiene que ver con retratar a cierto tipo de personas. Yo en esa época estaba muy influenciado por el cine y por literatura policial, es por eso que en cada personaje hay una mezcla de un arquetipo que de una voluntad de retratar a personas concretas.
P. Hace treinta cinco años se te ocurre escribir sobre un traficante de cuadros y un asesino ocasional y yo me pregunto ¿Habías conocido en esos años a algún traficante?
R. No la verdad no, era todo inventado, tengo la suerte de no haber conocido a ninguno ni en ese momento ni ahora.
P. Se que la música particularmente el jazz están muy presentes en tus obras ¿te hubieras dedicado a la música?
R. No, creo que no, a mí me hubiera gustado poder tocar un instrumento de manera privada para entretenerme yo y hacerlo con amigos y por conocer la música por dentro, pero a mí lo que más me gusta es la literatura, me gusta dedicarme a ella. Y sobre tu pregunta de cuál es el instrumento que me gusta más te confirmo que es el piano, no es casualidad que el protagonista de la novela se dedica a tocar el piano. A través de las novelas uno cumple deseos de manera imaginaria. El piano hubiera sido un buen instrumento para mi.
P. En tus obras siempre hay este punto melancólico, me parece que eres muy romántico. ¿Lo eres ?
R. Yo creo que si hay un componente…no sé cómo definir eso, pero tengo un gran interés en las pasiones humanas, especialmente por la pasión amorosa, es algo que como escritor siempre me ha atraído mucho. Y si hay algo también de romanticismo es en la búsqueda de la intensidad en la vida, la intensidad en la literatura. Tener una ilusión en la vida, es algo para mi muy importante, la ilusión de la cercanía con la persona a la que quieres. Eso es muy importante.
P. ¿Qué piensas, que sensación tienes sobre la situación que estamos viviendo con tantas guerras?
R. La única sensación que hay es el horror, el horror de la destrucción. Piensa en la cantidad de destrucción y de muerte en la guerra en Ucrania, en Israel, en Gaza...Hay una poeta polaca Wislawa Szymborska, que habla que siempre al final de la guerra llega un momento en que la gente empieza a limpiar las ruinas y a recoger ladrillos, que suelen ser mujeres las que hacen eso. Lo horrible de todo esto es que el daño va a durar generaciones. El daño que está sufriendo la gente en Ucrania y lo que sufrieron los israelíes que fueron masacrados el día 7 de octubre como los que están sufriendo los palestinos que están padeciendo una venganza. Nosotros no somos capaces de comprender de verdad la escala del sufrimiento y del horror. Las personas que provocan eso nunca reciben el castigo, es demasiada crueldad, demasiada destrucción. ¿Qué esperan que salga de todo eso? ¿Qué puede salir de la destrucción? Es pavoroso todo esto. Es terrorífico.
P. ¿Cuál es tu mensaje ante la situación actual?
R. No hay más camino que la reconciliación, no hay otro camino. Cuando terminó la guerra en europa en 1945, era un continente en ruinas y los franceses y los alemanes tuvieron la decencia de reconciliarse, a partir de allí empezó la reconstrucción europea. Nosotros estamos muy orgullosos de la unión europea, con todo y sus defectos, pero se olvida que la UE se construyó en un desierto en ruinas. Hay que acabar cuanto antes y empezar en la medida de lo posible a sanar y a curar porque no hay otro camino. Porque otro camino es la destrucción total, pero eso no lo queremos.
Charlar con Antonio Muñoz Molina es enriquecedor, entretenido, entrañable, ameno, didáctico...
Con Gabriel Suárez hablé sobre su genial idea de involucrar a Muñoz Molina en este nuevo proyecto para traer a nuestros días, en formato pintura, una de sus novelas más conocidas y justo, tal y como es Gabi Suárez (Como le llaman sus amigos) hablando con él se descubre “casi” todo.
P. Gabriel ¿Cómo surgió la idea de hacer “luchar a los gigantes” basándose en el libro de Muñoz Molina?
La parte creativa de cada acción me toca a mí. Las ideas salen de mi cabeza y de un montón de inputs y de personajes a los que admiro. En mi caso sucede que como soy tan emocional, no puedo hacer algo con lo que yo no me sienta muy inspirado, me gusta trabajar con temas que me ilusionen. Las muestras Goya y Frida surgieron porque para mí son mis referentes en el arte. A Goya lo considero probablemente, el mejor pintor español de la historia, a mí me gusta más que Picasso, y a Frida no sólo la veo como una pintora, sino como un icono, Frida va más allá del arte. Las últimas dos ediciones han sido recordar mi infancia con La Pantera Rosa y los retratos pop con gente del mundo del espectáculo, con gente a la que admiramos.
“No vamos a dejar de hacer cosas que sorprendan”, es lo que Gabriel Suarez y su socio Aleix Gordo tienen en mente y añade que igual que lo han hecho en esta ocasión con la novela de Antonio Muñoz Molina. Para nuestro público que le gusta lo pop, seguiremos, pero si nos sale del corazón hacer otra cosa la haremos. Cuando estudiaba periodismo las obras de Muñoz Molina me marcaron mucho, una era Plenilunio y la otra fue El invierno en Lisboa. Creo que para pintores figurativos como los que hemos elegido es un caramelo. Las obras de Antonio son muy figurativas, porque es un escritor muy descriptivo, crea atmósferas continuamente”.
Gabriel Suarez explica cómo han elegido a los artistas para esta edición. Tiene claro que el elenco se decidió pensado que iba a ser un trabajo más que nada ilustrativo y por otro lado pensando en los artistas que al autor de la novela le gustaban.
De los artistas que hemos elegido 7 que son con trayectorias muy sólidas, son mayores de 60 años y los otros son más jóvenes.
En las obras de los artistas aparecen protagonistas y personajes secundarios que roban el Cézanne y también aparecen, pero también hay ausencias. Esta es una novela negra, pero es también una historia de un amor imposible. Entre que se juntan y no se juntan… pasan muchas cosas.
Gabriel menciona que Muñoz Molina escribió la novela sobre Lisboa sin conocer la ciudad. Él sabía que iba a viajar, pero solo conocía la ciudad portuguesa por fotografía e igual le pasaba con San Sebastián que también aparece en la novela.
Lucha de Gigantes tiene un público muy marcado, son jóvenes que buscan diferentes formatos para disfrutar del arte. Algunos empiezan a ser coleccionistas que tienen entre 30 y 45 años que están empezando sus colecciones y las personas de su entorno ya tienen colecciones.
Pues eso, que a Gabriel Suárez y a su socio Aleix Gordo no les para la cabeza y encima lían de la mejor manera a un pedazo de escritor como Muñoz Molina que cuenta encantado y encantador cómo 10 artistas han recreado su novela que pasó y volverá a pasar a la historia.
La muestra, evento, fiesta de LUCHA DE GIGANTES estará en en Edificio Adolfo Domínguez, Serrano 5, última planta, Madrid, hasta el sábado 18 de Noviembre. De las 11 a las 20.00 hrs.