Richard Avedon y sus héroes contemporáneos

Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, el Metropolitan de Nueva York inaugura hoy una exposición dedicada a uno de los grandes retratistas del siglo XX: el fotógrafo Richard Avedon. Bajo el título de “Murals”, la presente muestra reúne tres de los grandes murales fotográficos -de hasta diez metros de longitud- que Avedon realizó a partir de 1969. Después de una pausa de cinco años, el fotógrafo regresó al retrato aunque de forma diferente a como lo había hecho en periodos anteriores: su Rolleiflex de mano fue sustituida por un dispositivo más grande montado sobre un trípode, lo que le llevó a apostarse frente al retratado. El periodo en que Avedon ejecutó estos murales coincide con uno de los periodos más vertiginosos de la vida política, social y cultural norteamericanas: la guerra de Vietnam, el movimiento contracultural hippie, la lucha por los derechos civiles y contra el racismo, el amanecer del movimiento feminista y las transformaciones en los modelos de familia y de cultura. Como no podía ser de otro modo, los murales de Avedon absorben este turbulento ecosistema, convirtiendo cada friso fotográfico en una de las mas afortunadas conexiones de la historia entre retrato y realidad social.

Los murales -cuya última gran aparición conjunta se produjo, en 2012, en la galería Gagosian de Nueva York- muestra a diferentes sujetos representados de cuerpo entero en tomas frontales y sobre fondos blancos y limpios. La distribución de los retratados en los murales se realiza a través de su agrupación. Cada grupo se encuentra separado del siguiente por un hiato blanco, que actúa casi como de un signo de puntuación se tratara. Estos vacíos poseen una doble función: de un lado, el corte, la cesura, la interrupción; de otro, el contacto, la atracción, el acercamiento. Esta ambivalencia de los hiatos blancos genera un complejo y fecundo diálogo entre los diferentes personajes y confiere a cada retrato una doble dimensión: la individual y la generacional.

Los protagonistas de estos murales en blanco y negro de Avedon no fueron otros que algunos de los héroes culturales y políticos de la época: el poeta Allen Ginsberg , rodeado de su amplia familia; el artista Andy Warhol, acompañado por algunas de las estrellas habituales de The Factory; los denominados Siete de Chicago -activistas antisistema acusados de conspiración e incitación a la rebelión por intentar reventar en 1968 la convención nacional del Partido Demócrata; y los miembros de la misión oficial estadounidense encargada de negociar una salida para la Guerra de Vietnam. El tamaño monumental de cada uno de estos frisos logra transmitir la proyección social gigantesca que cada una de estas figuras adquirió en aquel turbulento contexto social. En cierta medida, estos grandes paños visuales jalonados por figuras de escala real recuerdan las pinturas históricas que, precisamente sobre la Guerra de Vietnam, realizaba en paralelo un autor como Leon Golub. Sin duda alguna, esta muestra que hoy se inaugura en el MET servirá para renovar la vigencia de un lenguaje como el de Avedon, que, en ninguno de sus matices, ha perdido su actualidad.