El Teatro Real se abraza a Medea y Orlando, dos mitos de la identidad europea

Dos mitos, uno griego, Medea, según la tragedia de Eurípides; y otro medieval, Orlando furioso, según el poema de Ariosto, vertebran temáticamente la temporada 2023-24 del Teatro Real que fue presentada ayer por su presidente, Gregorio Marañón; Ignacio García-Belenguer –director general– y Joan Matabosch –director artístico del teatro–. Lo primero que hizo Marañón fue anunciar la decisión del patronato de prolongar por cinco años más el contrato de su director artístico Joan Matabosch, en reconocimiento a su labor y del prestigio que ha logrado alcanzar para el teatro, al que ha colocado entre los mejores del mundo. «Estamos donde queríamos estar cuando abrimos el teatro en su reapertura en 1997, volviendo a ser referencia y la primera institución cultural del país», comentaba. Queremos hacer una temporada inolvidable por lo excelente y porque más de la mitad de los nuevos títulos son nuevas producciones, óperas que no se han representado nunca en el Real. Queremos recuperar el agujero negro de 90 años que el teatro estuvo cerrado, casi todo el siglo XX, con una especie de carrera contra el tiempo, intentando programar la música de nuestro tiempo por un lado y lo clásico por otro». El presidente ha anunciado también el cambio del director del Coro Titular del Teatro Real, «José Luis Basso toma el relevo de Andrés Máspero, tras catorce años de un trabajo espectacular», ha señalado. Basso cuenta en su currículum con haber dirigido, entre otros, el coro de la Ópera de París.

En la nueva temporada se multiplican exponencialmente el número y la variedad de propuestas artísticas. Como indicaba García-Belenguer, «este año se han programado 455 espectáculos, lo que supone un incremento rotundo frente a la pasada temporada que se hicieron 238, casi se duplica, en especial para los jóvenes, por la incorporación del nuevo espacio del Real Teatro del Retiro. De los 21 títulos de ópera hay cinco estrenos en España, dos serán de óperas españolas (un estreno absoluto). Habrá nueve coproducciones (cinco de ellas lo harán en el Teatro Real), trece títulos que nunca se presentaron en el coliseo, de ellos, tres son producciones invitadas de otros teatros; dos óperas en versión semiescenificada y siete en versión de concierto.

La temporada la abrirá la «Medea» de Cherubini, «que constituirá un homenaje a Maria Callas, por ser la intérprete que la devolvió al repertorio operístico –explicó Matabosch–. Es un título crucial de la historia de la ópera dos meses y medio antes de que se cumpla el centenario del nacimiento de la legendaria soprano, que ejemplifica la contribución de la ópera a la conformación de la identidad europea. Recuperarla es un acontecimiento porque, además, el Real estrena una nueva edición crítica del desaparecido Alan Curtis–resaltó el director artístico–. Junto a ella, la pieza homónima de Marc-Antoine Charpentier. Ambas se presentarán por primera vez en este coliseo. La primera, con un reparto estelar, Maria Agresta, Saioa Hernández, Enea Scala y Silvia Tro Santafé, entre otros, contará con una producción escénica de Paco Azorín y estará dirigida por Ivor Bolton. La segunda «Medea» contará con William Christie, Les Arts Florissants y un elenco encabezado por Véronique Gens.

Si la temporada anterior fue la de los «Orfeos», esta será la del poema épico de Ariosto, es decir, la de los «Orlandos». Inspiradas en él, se estrenarán tres obras inéditas en el Real: «La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina», en coproducción con los Teatros del Canal, que se trata de la primera ópera firmada por una mujer, Francesca Caccini, que será dirigida escénicamente por Blanca Li, junto a Aarón Zapic, en la parte musical; «Orlando», de Georg Friedrich Händel, en la que volverán a trabajar Ivor Bolton y Claus Guth; y «Orlando Paladino», de Joseph Haydn, en versión de concierto con Il Giardino Armonico bajo la dirección de Giovanni Antonini. La reivindicación del Arte Nuevo frente al Viejo y la libertad del artista más allá de preceptos académicos son otros vectores que entrelazan las óperas de la nueva temporada. Esta pugna puede encontrarse en la contraposición entre la «Medea» de Cherubini y el «Orlando» de Händel. También ocurre con Richard Wagner en «Los maestros cantores de Núremberg», un ejercicio dialéctico sobre el arte y la libertad del artista frente a normas y tradiciones. Esta «comedia seria» traerá al Real voces wagnerianas bajo la batuta de Pablo Heras-Casado y puesta en escena de Laurent Pelly.

Dos de los títulos más populares de la temporada denuncian la violencia contra las mujeres. Una es la nueva producción de «Rigoletto», con un reparto encabezado por Nicola Luisotti, Ludovic Tézier, Javier Camarena, Xabier Anduaga y Julie Fuchs, entre otros, y dirección escénica de Miguel del Arco, que ha basado su dramaturgia en los actos de «la manada». En este viaje al maltrato tendrá un papel destacado «Madama Butterfly» en la aterradora producción de Damiano Michieletto. A ellas se unen dos excelentes óperas. «La pasajera», de Weinberg, con la icónica puesta en escena de David Pountney y la batuta de la directora Mirga Gražinyté-Tyla. Y «Lear», de Aribert Reimann, cuya música trágica y estridente nace de la esencia del drama shakesperiano, llegará al Real con la producción dirigida por Calixto Bieito para la Ópera de París. La dirección musical será de Asher Fisch, que obtuvo un gran éxito con «Capriccio», en el Real, en 2019. En el marco de su compromiso con la creación operística española, grandes clásicos de nuestra literatura estarán representados con el estreno mundial de «La regenta», tercera ópera de María Luisa Manchado Torres, creada mano a mano junto a Amelia Valcárcel (libreto). Una coproducción del Teatro Real con el Teatro Español que tendrá a Bárbara Lluch como responsable de la puesta en escena y a Jordi Francés, de la dirección musical. La segunda ópera española es «Tenorio», de Tomás Marco, que actualiza el mito de Don Juan. Fue estrenada en 2017 y por primera vez se presentará en versión escénica.

Ermonela Jaho protagonizará «La voz humana», de Francis Poulenc, con libreto de Jean Cocteau; y Malin Byström interpretará «La espera», de Arnold Schönberg, sobre un texto de Marie Pappenheim. Ambas dirigidas por Christof Loy, con Jérémie Rhorer. Del mismo Schoenberg se estrenará «Pierrot Lunaire», en coproducción con el Teatro de La Abadía, que será protagonizada por el contratenor Xavier Sabata, que firma también la dramaturgia. El tenor Piotr Beczala vuelve al Real encabezando el elenco de «Halka», de Stanisław Moniuszko, una de las óperas polacas más populares, representante del nacionalismo romántico centroeuropeo, bajo la dirección de Łukasz Borowicz.

La danza estará representada por el Ballet du Grand Théâtre de Genève, el Ballet Nacional de España y el Bayerisches Staatsballett de Múnich. Y en versión de conciertos, una ópera y una opereta completan la programación. «Carmen», de Georges Bizet, en la singular lectura de René Jacobs; «Luisa Fernanda», de Federico Moreno Torroba, protagonizada por Elina Garanca, con la Orquesta de Sinfónica de Gran Canaria bajo la dirección de Karel Mark Chichon; y «El murciélago», de Johann Strauss, con Marc Minkowski, Les Musiciens du Louvre y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana. Además de «Il ritorno d’Ulisse in Patria», de Monteverdi y «Dido & Aeneas», de Henry Purcell, con Joyce Di Donato, que completan las versiones de conciertos.