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Tenemos que hablar más de Kerry Condon

Nominada al Oscar por "Almas en pena de Inisherin", la actriz irlandesa viene de rodar para Marvel y participar en el final de "Better Call Saul"
Kerry Condon en "Almas en pena de Inisherin", por la que está nominada al Oscar
Kerry Condon en "Almas en pena de Inisherin", por la que está nominada al OscarTHE WALT DISNEY CO.THE WALT DISNEY CO.
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

Madrid / Alicante Creada:

Última actualización:

Se dedica a la interpretación desde que era, apenas, una adolescente. Siempre se sintió más cómoda con el telón de por medio, confiesa, pero cuando te llaman desde Los Angeles es difícil decir que no. Kerry Condon (Irlanda, 1983), es una de las actrices del momento en el panorama internacional y este año se ha terminado de confirmar en Hollywood gracias a "Almas en pena de Inisherin", la nueva película de Martin McDonagh que se estrena en cines el 3 de febrero. Nueve nominaciones al Oscar sitúan al filme como el gran favorito para la ceremonia, a celebrarse el próximo 12 de marzo, pero la candidatura de Condon como Mejor Actriz de Reparto se siente, de algún modo, un refrendo a una manera silente y trabajadora de hacer las cosas.
Fue justo, gracias al teatro, como conoció al dramaturgo y guionista McDonagh, quien a principios de la década de los noventa era ya un aspirante a los grandes carteles del West End londinense. Mientras Condon debutaba en el cine con "Las cenizas de Angela" (1999), en un pequeño rol, su buen amigo ya había escrito obras como "La reina de belleza de Leenane", "The Lonesome West" o "El teniente de Inishmore". Irlandesa ella e inglés él, se convirtieron en estrechos colaboradores, pero nunca en la faceta cinematográfica de McDonagh, que debutaría como director con "Escondidos en brujas" (2008). Aquella gloriosa comedia negra, de casualidad, nos descubriría a una extraña pareja, la formada por Colin Farrell y Brendan Gleeson. Condon, McDonagh, Farrell y Gleeson se reúnen ahora, en brillante exploración, para firmar un estudio sobre la empatía misma, sobre nuestra capacidad para ser (o dejar de ser) amables. Sobre amar (o dejar de amar) al prójimo.
Colin Farrell y Kerry Condon en "Almas en pena de Inisherin"
Colin Farrell y Kerry Condon en "Almas en pena de Inisherin"DISNEYDISNEY
Condon, que atendía a LA RAZÓN por videoconferencia desde Los Angeles antes siquiera de conocer las nominaciones de los Premios Oscar, llega al papel de su vida con apenas 39 años. Y lo hace después de haberlo probado todo. En el Universo Cinematográfico de Marvel es la voz de F.R.I.D.A.Y., la inteligencia artificial creada por Tony Stark y que luego ayudaría a Peter Parker; fue la hija de Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks) en "Better Call Saul"; y pasó por "Roma" o "The Walking Dead", antes de aparecer brevemente en "Tres anuncios a las afueras" (2018), también de McDonagh. Y ahora, en "Almas en pena de Inisherin", da vida a Siobhán, hermana de Pádraic (Farrell) y ama de casa en una Irlanda ya sin hombres sanos, destinados todos en el frente de la Guerra civil irlandesa que ya llama a las puertas de la isla. Los dos, claro, comparten casa con una burra.
Una mañana cualquiera, la paz de la despoblada y ebria Inisherin en la que intentan tener una vida digna quedará trastornada por la drástica decisión de Colm (Gleeson): no quiere volver a dirigirle la palabra nunca más a Pádraic, hasta entonces su mejor amigo. Y así, con una idea tan simple como tosca, McDonagh se las arregla para reflexionar acerca de la ética en la costumbre, la crisis de la mediana edad como mecanismo de catarsis en la camaradería y hasta tiene tiempo de esbozar la revolución femenina que marcó en el mundo sajón la guerra. La brillante película se convierte entonces en excusa para hablar con Condon, sobre su carrera, la nominación al Oscar o su relación misma con esa Irlanda a la que cada vez vuelve menos.
-¿Cómo está? ¿Cansada de responder a las mismas preguntas todo el tiempo?
-¡Muy bien! No, no, ha sido un camino muy interesante. Hay veces en las que me pongo nerviosa, siento que estoy en la Universidad, como haciendo un examen. Es como exponerte a ser un fraude, también es un poco divertido. Pero muchas gracias por preguntar.
-Quería preguntarle por el rodaje, porque no ha parado de postear ovejas en Instagram…
-¿Te puedes creer que esas ovejas son de otra película, también en Irlanda? Luego me quejaré de los tópicos. Pero fue increíble. Cuando estuvimos rodando la película tuvimos muchísima suerte, porque se dio un clima extraordinario. Fue muy bello. Podías incluso nadar en el mar, de locos. Y las puestas de sol… Dios mío. Fue una experiencia grandiosa, porque gran parte del equipo salía a pasear nada más terminar los días de rodaje, disfrutando de la zona. Soy una gran fan de Terrence Malik, y me encanta la naturaleza en las películas, su aspecto más espiritual, así que no pude estar más encantada con ese aprovechamiento en la película. Fue precioso.
-Usted tiene una gran experiencia con Martin McDonagh, la última vez en “Tres anuncios a las afueras”. ¿Qué fue lo que la hizo subirse al proyecto?
-Sí, había trabajado con él en el teatro, sobre todo. En tres obras, antes. Tuve un pequeño papel en su anterior película, y me sentí muy halagada cuando me ofreció este trabajo. Para ser honesta, aquellas obras fueron maravillosas, y me gustaría decir que las vio todo el mundo, pero no las vio ni Dios en la industria. Eran la hostia, pero no conectaron con el público. Así que cuando supe que ahora trabajaríamos en el cine, me emocioné, porque sabía que llegaríamos a muchísima más gente. Sentí que era una especie de retorno a su zona de confort, la de los personajes irlandeses en situaciones genuinamente irlandesas. Eso es lo que hizo decir que sí.
-No sorprendo a nadie si digo que Martin McDonagh es uno de los mejores guionistas y dramaturgos vivos. ¿Por qué cree que nos sabe leer tan bien como humanos, en el aquí, en el ahora?
-Creo que todo tiene que ver con que no tiene miedo a llegar a lugares incómodos. Y mostrárnoslos, enseñarnos lo más oscuro de los humanos desde el humor. Creo que, muchas veces, los géneros son demasiado absolutos. O es una comedia o es un drama. Esta es una película sobre el final de una amistad, el final de la inocencia… pero es que también es muy divertida, joder. No creo que esa combinación sea muy común, pero es que creo que es la mejor manera de hacer reflexionar al espectador. Porque luego te acabas preguntando de qué te estás riendo, si es cruel o no. Además, Martin (McDonagh) siempre asume que su audiencia es inteligente, algo que no se hace mucho hoy en día con los guiones. ¡Hagamos un flashback! Y es como “Ah vale, que se ve que no podemos recordar que ese personaje hizo eso hace puta media hora”.
Kerry Condon, nominada al Oscar a Mejor Actriz de Reparto por "Almas en pena de Inisherin"
Kerry Condon, nominada al Oscar a Mejor Actriz de Reparto por "Almas en pena de Inisherin"DISNEYDISNEY
Martin (McDonagh) escribe apreciando a sus espectadores, no haciéndoles sentir idiotas. Y también creo que se le da mucho valor a sus guiones de cine, merecido, pero es increíble cómo escribe en teatro. “La reina de belleza de Leenane” es una obra extraordinaria, sobre una madre y una hija, ¡escrita por un hombre! ¡Y un hombre que ni siquiera tiene hermanas! Me fascinó cómo podía entender esas relaciones, exprimirlas dramáticamente… Joder, ni siquiera ha tenido tantas novias como para saber ciertas cosas (ríe). Y es un ser humano fascinante, porque cuando hablas con él piensas “no puede ser la misma persona que ha escrito esta obra”, porque dice muchas tonterías. Es como si, para escribir, viajara a un lugar privado al que no deja entrar a nadie. Y eso es extraordinario, ojalá siga yendo muchas veces.
-¿Estaría de acuerdo si afirmamos que “Almas en pena de Inisherin” es una película sobre la decisión diaria y consciente de ser amable con los demás?
-Totalmente. Y sobre la importancia de ser amable. Pero creo que, también, es una película sobre el egoísmo. El personaje de Brendan (Gleeson) está siendo amable… consigo mismo también. Tiene la decencia de explicarse qué quiere y explicárselo a los demás. Hoy en día, la gente simplemente desaparece, te ghostea. Y no ofrece una sola explicación. Y es una puta mierda. De hecho, puedes usarlo como titular. Ghostear es una puta mierda. Y a ese respecto me siento un poco como mi personaje, estoy de acuerdo con ambas posturas. La de ofrecer una explicación y la de preguntarse por qué, de repente, una relación termina sin más. También creo que, aunque el personaje de Colin (Farrell) muestre inocencia, también está siendo egoísta con la decisión del que era su amigo. Te ha dicho por qué no quiere ser tu amigo. Déjale en paz. Por eso el guion me parece tan extraordinario, porque eres capaz de ver ambas versiones de la historia. Empatizar. No hay malos. Es importante ser amable, sí, pero buena suerte siendo amable en ciudades como Los Angeles.
[[DEST:L|||Ghostear a la gente es una puta mierda|||Kerry Condon]]
-Sus compañeros, Colin Farrell y Brendan Gleeson, ya habían trabajado a las órdenes de McDonagh en “Escondidos en brujas”, pero su adición al reparto sigue sintiéndose natural, como si usted siempre hubiera estado ahí…
-Conozco a Colin Farrell desde que soy adolescente, prácticamente, y nos hemos encontrado en un par de trabajos, así que eso ayudó mucho. Y respecto a Brendan, le conocía poco, mucho más a su hijo. Porque también habíamos trabajado juntos. Pero es curioso, porque en una de las obras de Martin McDonagh, yo también era la única mujer. Por alguna razón, me manejo bien en ese tipo de repartos. En la segunda semana de ensayos, ya había pillado totalmente la dinámica de estos dos y los tenía comiendo de mi mano (ríe).
-Muchos profesionales, entre los que me encuentro, la sitúan entre las favoritas al Oscar a Actriz de Reparto. ¿Qué opina? Hay intérpretes a los que no les importan demasiado los premios, también…
-Es extraño. Me divide. Por un lado, llevo viendo la ceremonia de los Oscar desde que era una niña, junto a mi madre. Y ver esas alfombras rojas, esas estrellas de los noventa… siempre será un recuerdo muy bonito. Y es algo inmenso, para mí, para mi fuero interno, verme en esa conversación. Pero, por otro lado, me pone nerviosa. No quiero estar triste si no me llegan a nominar. Me siento demasiado afortunada en la vida como para ponerme triste por algo así. Sé que es una tontería, pero todo depende de la perspectiva con la que una se tome las cosas. Jamás, eso sí, me imaginé que este papel me pondría en este lugar concreto. Estoy muy feliz ahora mismo. ¿Y si no me nominan? ¿Estaré triste? Sí. Joder. Me pienso cagar en todo. Pero, a la vez, cualquier actriz que entre habrá trabajado, al menos, lo mismo que yo, así que se lo merecerá. Y eso es un motivo para estar feliz. Aunque sea por otros. Es que, Dios, además, pensemos en todas esas actrices que llevan siglos trabajando y jamás han sido reconocidas. ¿Puedes realmente juzgar una carrera por los Oscar? No creo, pero es un debate abierto e intento mantenerme sana mentalmente respecto al tema.
-El otro día, un titular hablaba de usted como “la voz de F.R.I.D.A.Y” en el Universo Cinematográfico de Marvel. Y es cierto, claro, pero quise dejar de escribir sobre cine en ese momento. ¿Cómo se lleva con las películas de superhéroes como espectadora?
-Es muy interesante. Hay gente que dice “nunca haría esto”, pero no lo entiendo realmente. Me encanta ver cosas por puro entretenimiento. Me encantan las películas que apelan al puro placer visual, a la inocencia de sentarse frente a la pantalla a ser satisfecho. No entiendo las actitudes snob o contra-proselitistas respecto a este tipo de cine. Hay muchos niños, familias enteras, a las que les fascinan estas películas. Y jamás me cerraría la puerta a nada, no soy solo una “actriz para este papel”.
-Y en esa versatilidad, le quería preguntar por el final de “Better Call Saul”, del que ha sido parte, claro. ¿Cómo valora la experiencia?
-La experiencia fue maravillosa. Y siento que también fue muy larga. Rodé mis escenas muchísimos meses antes de que terminaran la serie. De hecho, justo le escribí a un compañero en plan: “¿Todavía estáis rodando?”. Jamás pensé que iban a llamarme para más de un capítulo. Me gustaba mucho el personaje, y compartir espacio con Jonathan Banks, pero no sabía que mi personaje tendría recorrido. Y luego siguieron llamando. Era como un regalo anual, poder estar ahí. Y me pone muy contenta que Banks, Bob Odenkirk o Rhea Seehorn, actores que llevan trabajando toda la vida en esto, hayan tenido un justo reconocimiento gracias a la serie. Te recibían como una familia en cada rodaje, incluso en los pocos momentos en los que estaba allí.
-Volviendo a la película, quería preguntarle por su relación con los mitos y leyendas irlandeses. Quizá en Europa sí, pero fuera tampoco son tan conocidos…
-Déjame pensar… De pequeña me contaban historias, sí, pero tampoco era una cuestión folclórica. Sí recuerdo los “banshees”, porque mi madre decía que me parecía a una al levantarme, con todo el pelo alborotado. O las hadas, claro. Pero es algo que cuando estoy fuera me parece aburrido y, estando en Irlanda, sí siento como mágico, como interesante. Tengo una amiga, de hecho, que está muy metida en el tema de los cristales y las setas (ríe), vive muy pegada a la tierra. Y cuando estábamos rodando la película, nos enseñó una parte de la isla en la que había amatistas. Y allí que fuimos a excavar junto a ella. Fue la hostia, la verdad. Y en casa ahora tengo una cestita con un montón de amatistas de aquel día. Hay algo, alrededor de Irlanda, que cura el alma, un aura mística… o simplemente el aire puro en mitad de la nada. Pero siempre lo noto más cuando vuelvo tras mucho tiempo fuera. Es precioso. Sobre todo cuando vas en avión, y la ves desde arriba, esa puta isla tan verde. Es maravilloso.
[[DEST:L||| Hay gente que sigue apelando a la narrativa de “voy a hacer este papel para que las jóvenes se sientan inspiradas”. Venga ya. ¿No has visto “El silencio de los corderos”? Hace décadas que tenemos papeles así|||Kerry Condon]]
-¿Se considera una mujer escéptica o más mística?
-¡Ambas! Si es que tiene sentido (ríe). Me siento muy espiritual, por ejemplo, cuando estoy rodeada de animales. Es una expresión divina. La naturaleza, también. Y habrá quien diga: “Es idiota, de qué está hablando”. Pero no entienden una mierda. La naturaleza es un aspecto divino en la tierra. Y eso es lo que sentí también en la película, trabajando con humanos y animales a la vez. Nosotros no podemos, siquiera, permitirnos disfrutar de nuestro ahora, de lo que nos rodea, y creo que los animales sí. Pero claro… luego hay que trabajar. Así que no puedo andarme con tonterías mágicas.
-Su Siobhán es una mujer fuerte, independiente, en un tiempo en el que no se les permitía serlo. ¿Faltan papeles así? ¿Es el tipo de rol que más le llega o para el que más cástings hace?
-No sé si realmente faltan papeles así. Pero me lo he preguntado mucho, como artista y como trabajadora, junto a otras compañeras, en talleres y eventos así. Hay gente que sigue apelando a la narrativa de “voy a hacer este papel para que las jóvenes se sientan inspiradas”. Venga ya. ¿No has visto “El silencio de los corderos”? Hace décadas que tenemos papeles así, y esa Jodie Foster por supuesto que me inspiró en mi carrera. Me parece ignorante, simplemente. Joder, y pensemos en Frances McDormand, y todo lo que lleva haciendo en su carrera. No he leído todos los guiones escritos, por lo que no puedo dar una respuesta absoluta, pero ya estamos en una nueva era respecto al papel de la mujer fuerte. Y eso es lo que me encanta de Siobhán. No tiene la necesidad de demostrar que es la mujer más brillante de la isla, pese a serlo. No requiere de esa atención. Le vale con saberlo ella misma. Y eso es una mujer fuerte. No hace falta pelearse con un alien para serlo. Pero claro, luego pienso en “El piano”, y me parece como una actualización de ese arquetipo. Lo que sí tengo claro es que, si hubiera demasiados papeles así, lo sabríamos seguro. Pero no quiero hacer siempre de mujer fuerte. Porque no todas lo somos. Somos diversas, a veces fuertes y a veces inseguras.