Toros

Triunfo de Perera en una tarde con sabor a lo de siempre y un corridón de Montalvo

El extremeño corta dos trofeos y Alejandro Marcos causa buena impresión y corta uno en la última de Valdemorillo con nuevo éxito de público

Perera, en Valdemorillo
Perera, en ValdemorilloAlfredo Arévalo

Del llenazo del día anterior pasamos al lleno. Era otro éxito para esta plaza y en estos tiempos. La de Zacarías Moreno del sábado y todo lo que vino después puso el listón alto. Morante cambió las reglas del juego en el 2021 con su apuesta por ganaderías distintas, con errores y aciertos, pero un denominador común que trasciende: ha conseguido devolver la ilusión a la afición y lleva más gente a la plaza que nunca.

Cuando hay interés el público responde y se caen las mil y una excusas baratas del sector para justificar los planteamientos anodinos en los que nos movemos desde hace demasiado tiempo. Hay otra, no es necesario transgredirse para enfrentarse a ese tipo de ganaderías. El toreo en esencia se mantiene, con su magia, su profundidad y su imperfecta perfección.

Una tendencia que debería ser considerada. No para hacer todos lo mismo, sino para responsabilizarse cada uno en su faceta del momento por el que pasa la Fiesta. Lo que ocurre cuando en verdad no pasa nada. Ahí abajo en el ruedo, hablamos.

Antonio Ferrera hacía su primer paseíllo en España de la mano de Cristina Sánchez como apoderada. Ya era hora. Qué bien visto. Antes de contar tres el toro que abrió plaza llegó al burladero y se partió el pitón. Tardaron poco en regular la situación y sustituir el toro por otro de Montalvo. El animal acudió al paso a la muleta de Antonio, medio quedándose en cada pase, con los estímulos justos. La faena de Ferrera contó con el temple, pero aliviándose por fuera, por lo que, a pesar de la estocada, no cruzó la línea maestra de la emoción.

Antonio Ferrera, en VAldemorillo
Antonio Ferrera, en VAldemorilloAlfredo Arévalo

El cuarto fue el toro bueno, repetidor que dejaba los vuelos y con ellos repetía. El Montalvo que de verdad quiso empujar detrás de las telas. Ferrera tardó su tiempo en verlo en una larga faena. De menos a más ganó en ajuste, en apreturas y relajo y ya al final vinieron las tandas más vibrantes. La espada no acompañó, se dilató y aunque pidieron el premio, se tuvo que conformar con la vuelta. Era toro de cuajarlo de principio a fin.

Miguel Ángel Perera no ha perdido esa capacidad innata para tirar del temple donde sea y como sea. A pesar de que el segundo pareció una cosa y luego fue otra. Acudía con despaciosidad el toro de Montalvo, que pronto se convirtió en falta de entrega y ganas de quedarse en mitad del muletazo, sin maldad ni alegría.

Sí las dio un quinto. En pie puso la plaza Perera cuando se dejó llegar al buen y codicioso Montalvo por todos los lados. Pasó los códigos del arrimón para hacer con él lo que le dio la gana. Y entonces sí, explotó Valdemorillo impresionado. Antes hubo toreo templado y la eterna búsqueda de la armonía de Perera, que logró abrir la Puerta Grande, con un toro extraordinario.

Alejandro Marcos cumplió al milímetro la función de quien viene por el camino de la sustitución y necesita que se sepa, ganarse de esta tarde otra. Buscó en la media embestida del toro y sin humillar los caminos del éxito y en la punta del pitón al entrar a matar rozó la tragedia con el tercero. Se salvó y pudo pasear el trofeo. Ni una vez quiso coger el toro los vuelos por abajo.

Alejandro Marcos, en Valdemorillo
Alejandro Marcos, en ValdemorilloAlfredo Arévalo

No desistió Alejandro Marcos y quiso gustarse con el sexto, que también fue bueno. (Tres de tres, los últimos). Con este se le vio más relajado, soltando las muñecas y a gusto con el Montalvo. La espada se le atascó más que el corazón. Mucho era.

Perera se fue a hombros después de un arrimón con la marca de la casa. La tarde dejaba un sabor a lo de siempre que no estaba a la altura del corridón de Montalvo.

Ficha del festejo:

Valdemorillo (Madrid). Se lidiaron toros de Montalvo. El 1º, bis, al paso, noble, sin acabar de empujar; 2º, de lenta embestida y falto de entrega; 3º, va y viene a media altura; 4º, bueno; 5º, codicioso y bueno; 6º, bueno y con entrega; Lleno en los tendidos.

Antonio Ferrera, de verde botella y oro, estocada (saludos); pinchazo, aviso, descabello (vuelta).

Miguel Ángel Perera, de corinto y oro, estocada, descabello (saludos); pinchazo, estocada (dos orejas).

Alejandro Marcos, de lila y oro, estocada (oreja); pinchazo, pinchazo hondo, dos descabellos (ovación).