Feria de Abril

Así fue la controvertida primera Puerta del Príncipe de Roca Rey en Sevilla

El peruano, que colgó el cartel de "No hay billetes" con Urdiales y Manzanares, cortó tres trofeos

SEVILLA, 21/04/2023.- El diestro peruano Andrés Roca Rey con su segudo toro, este viernes en la Real Maestranza de Sevilla. EFE/ Raúl Caro
Corrida de toros en la MaestranzaRaúl CaroAgencia EFE

Si algo hay asegurado cuando se anuncia Roca Rey es el ansiado cartel de "No hay billetes" en taquilla. Ocurrió también ayer en Sevilla. El peruano hace tiempo que se afincó en esta ciudad para conquistar el toreo. Es el joven que convulsionó la Fiesta con 19 años y lleva ya unos cuantos tirando de la juventud para llenar las plazas. Su valor devolvió a la tauromaquia la plenitud del infarto en los tendidos, la realidad de la verdad de lo que pasa ahí abajo y la distancia de lo que sólo algunos son capaces de hacer.

Es Roca Rey una nueva corriente.

Ayer cumplió un sueño que fue abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla. Sevilla y Madrid son dos cetros para el corazón de un torero, aunque hasta la tarde que cambió su vida, y para muchos un hito en la tauromaquia fue la del año pasado en Bilbao. Una gesta de dimensiones tal vez irrepetibles y espeluznante.

Para abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla hay que cumplir el requisito el requisito de cortar tres trofeos. Una dificultad que ha hecho que más de una tarde con faenas espectaculares, como ocurrió la anterior de Daniel Luque no hayan tenido tal premio.

Roca Rey ayer se ganó su primera. Puso toda la carne en el asador con una deslucida corrida de Cuvillo y una tarde ventosa. Lo hizo con su primero, sosote y de media arrancada. Insistió en esos terrenos cercanos en los que tan a gusto se siente.

Con el sexto, tenía una parte hecha. El comienzo de rodillas con pases cambiados, uno tan despacio, que fácil es verlo, pero un tormento hacerlo, incendió la plaza y la preparó para lo que venía. Andrés hizo una gran inversión en el toro y lo exprimió. Con las medias arrancadas, de cerca. La rotundidad con la espada y la locura colectiva hicieron el resto. No fue su triunfo más rotundo, sí su primera Puerta del Príncipe. Por su forma de estar en la plaza y su compromiso, vendrán más.