Fallas

Cómo ser figura vestido de luces y en la dehesa (En Valencia)

El hierro de El Juli lidió una gran novillada que no fue aprovechada en toda su dimensión por sus matadores

Cómo ser figura vestido de luces y en la dehesa (En Valencia)
Cómo ser figura vestido de luces y en la dehesa (En Valencia)nautalia

No es frecuente, ni ha sido -ahora mismo me vienen a la memoria los nombres de Manolo González y, más moderno, Pedro Gutiérrez Moya- que un matador de toros, figura en los casos dichos, haya logrado despuntar como criador de toros bravos. Pero la afición que les llevó a ponerse ante este animal suele seguir presente una vez retirados y no pocos son los que se dedican luego a su cría. Con poco éxito, repito, en general.

Ahora es Julián López “El Juli” quien no ha sabido resistirse y anda metido en la aventura ganadera. Suyos fueron los novillos lidiados en la segunda novillada fallera, para la que trajo hasta 18 ejemplares con el hierro de su ganadería, de los que fueron aceptados sólo 5, siendo remendado el encierro con dos sobreros de La Cercada -vacada formada por Miguel Moreno con reses también de El Juli- y otro novillo que abrió plaza. Y que dio el susto cuando al salir del caballo rodó por la arena cuán largo era. Pero se repuso y aguantó la lidia, llevándole Víctor Hernández con mucho mimo y delicadeza, sin brusquedades ni violencias, demostrando el madrileño tener muy sólidos fundamentos y estar muy hecho. Firmó una faena muy bien estructurada, compuesta y templada. Se lució al veroniquear al cuarto, más chico, y anduvo fácil y sobrado con él en el último tercio, suficiente y sin problemas con su oponente pero sin terminar de rematar atrás sus muletazos ni sintonizar por completo con el ímpetu del animal, recurriendo a las cercanías y el arrimón. Y tampoco acertó con el acero a la primera.

Tampoco anduvo sobrado de fuerza el primer novillo del hierro titular, al que, además, le dieron duro en el peto. Pero fue un ejemplar que tuvo clase y claridad. Se desplazó con cierto recorrido y aprovechó Burdiel para lucirse al torear en redondo con largura y limpieza. Al natural al novillo le costó más y el trasteo no terminó de coger vuelo. Manseó el quinto en varas y se empeñaron en picarlo a contraquerencia, lo que costó muchos capotazos y restó muletazos. Tuvo brío y nobleza cuando se le llevó por bajo, lo que no siempre hizo Álvaro Burdiel, que acabó embarullándose y sin sacar provecho sino de manera intermitente.

Debutó en Valencia con picadores un novillero local, Nek Romero, de Algemesí, hecho en la Escuela de Valencia, y con muchos seguidores y partidarios que ven en él a una posible nueva figura de la tierra. Lanceó vistoso a su primero y se gustó poniendo en suerte galleando por chicuelinas. Dejó lucir al novillo en su segundo puyazo colocándolo en los medios, pese a que el animal no parecía muy allá en cuanto a energía. Pero sí tuvo emoción, cogiendo a Raúl Blázquez en el primer par de banderillas. La fijeza del utrero le dejó a su matador engancharlo y llevarlo siempre atrás en series progresivamente más largas y ligadas en los medios y, aun con altibajos y sin acabar de macizar, dejó una faena esperanzadora que caló en el tendido. Mató mal y todo quedó en nada, siendo ovacionado mientras las mulillas daban la vuelta al ruedo a un gran novillo. El sexto tuvo pies y brusquedad en sus primeras acometidas pero se atemperó en la muleta. Muy dispuesto el de Algemesí, que acertó a llevarle metido en el engaño, rebozándose de toro en un quehacer emocionante y valiente aunque a veces pecó de sacar al incansable novillo hacia afuera y alargando de manera innecesaria su muleteo en aras de un lucimiento que ya había conseguido mucho antes, escuchando un aviso antes de entrar a matar. Pero son cosas de las ganas y del querer. Ese abusar de la muleta puso al novillo un tanto a la contra y le costó un pinchazo antes de cobrar la estocada definitiva, llevándose, de todas formas una oreja que, visto lo visto, fue corta recompensa para lo que podría haber conseguido.

Valencia. Tercera de la Feria de Fallas. Se lidiaron cinco novillos de El Freixo y uno, primero, de La Cercada, bien presentados y de buen juego, destacando el tercero, premiado con la vuelta al ruedo, así como el sexto. Se registró menos de media entrada.

Víctor Hernández (de azul marino y oro), entera,ovación; pinchazo y estocada, vuelta al ruedo.

Álvaro Burdiel (de grana y oro), media, entera, ovación; entera, vuelta al ruedo.

Nek Romero (de negro y oro), dos pinchazos, media, aviso, pinchazo y descabello, ovación; aviso, pinchazo y estocada, oreja.