Después de más de una década de ausencia, el hierro de Concha y Sierra regresa hoy a Madrid

Este miércoles marca el retorno esperado de la histórica ganadería de Concha y Sierra, conocida por su linaje vazqueño, a Las Ventas tras once años de ausencia en este ruedo. El novillo designado para la novillada concurso, que abre la Feria de la Comunidad de Madrid, es "Aceitunero", nº 39, y será el primero de los seis que esperan en chiqueros y que portan, todos ellos, hierros afincados en Madrid como lo son los de Montealto, Ángel Luis Peña, Aurelio Hernando, Cerro Longo y Hermanos Sandoval.

La última vez que se lidió un ejemplar de la legendaria ganadería vazqueña en Madrid fue el 22 de septiembre de 2013, cuando el novillero Fran Gómez dio una vuelta al ruedo, compartiedon cartel con Gallo Chico y El Pijorro. Esta vez, la suerte (o la antigüedad, mejor) ha querido que la lidia de "Aceitunero" corra a cargo de Jesús Moreno, el único novillero que ya ha hecho el paseíllo en este ruedo con los del castoreño, precisamente el 13 de agosto del año pasado, cuando dio la vuelta al ruedo como premio a su lidia al sexto utrero de la novillada de Antonio López Gibaja. Aquella tarde, el albaceteño dejó los pasajes más destacados del festejo mostrando firmeza y muchas ganas ante un lote de escasas opciones.

Junto a él, dos novilleros se presentarán en esta plaza con picadores, aunque ambos ya saben lo que es torear en Madrid, pues participaron, en 2021, en la final del certamen de para novilleros sin picadores "Camino hacia Las Ventas". Son ellos Juan Herrero, de destacado paso por el Circuito de Novilladas de Madrid, y Alejandro Chicharro, ganador del mismo circuito en la edición de 2023, quienes en aquella oportunidad vieron como el mexicano Rubén Núñez se alzó con el trofeo. El mismo que, un año más tarde, en la edición de 2022, volvió a disputar Chicharro, esta vez con el triunfo de Pepe Luis Cirugeda.

De esta manera, la novillada de hoy supone un atractivo especial por la presencia de ejemplares de distintas procedencias y por ese toque regional de las divisas que se lidian, así como por la oportunidad que se brinda a los nóveles que serán los matadores del futuro.