Díaz Ayuso visita a Sergio Rollón tras su grave cogida en Valdetorres

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha visitado, en compañía del consejero Carlos Novillo, este lunes al novillero Sergio Rollón en el Hospital La Paz, donde permanece ingresado tras la grave cogida sufrida el pasado 12 de julio en la plaza de toros de Valdetorres de Jarama. Este festejo, perteneciente al Circuito de Novilladas de la Comunidad, forma parte del proyecto regional para promocionar a los jóvenes talentos del toreo.

Acompañada por el equipo médico responsable de su intervención, Díaz Ayuso ha querido transmitir personalmente el respaldo institucional y el ánimo de la afición a este joven promesa del toreo. Rollón, de 22 años, es alumno de la escuela taurina de la Fundación El Juli, y su recuperación se ha complicado en las últimas horas con un nuevo obstáculo clínico.

El estado del novillero ha tenido un sobresalto este fin de semana, cuando comenzó a experimentar fuertes dolores en el costado derecho y serias dificultades respiratorias. Tras un desmayo ocurrido en la mañana del sábado, los médicos realizaron de urgencia varias pruebas diagnósticas que revelaron la presencia de un coágulo de sangre en su pulmón derecho.

Aunque esta complicación no ha afectado arterias vitales, el cuadro sigue siendo delicado. Los facultativos han intensificado el tratamiento anticoagulante y han ajustado la medicación para controlar el dolor, con el objetivo de disolver el coágulo sin que comprometa aún más su frágil estado.

Los especialistas del Hospital La Paz continúan monitorizando su evolución minuto a minuto, aunque todavía no se ha determinado cuánto tiempo más deberá permanecer ingresado. La visita institucional subraya el compromiso del Gobierno regional con la tauromaquia y sus protagonistas, especialmente en momentos tan delicados como este.

La cornada de Sergio Rollón, una de las más aparatosas registradas en lo que va de temporada, ha reabierto el debate sobre la dureza del camino que deben recorrer los novilleros. La entereza del joven torero y el apoyo recibido desde múltiples frentes confirman la dimensión humana de este arte que trasciende la arena.