La Malagueta estrena un centro pionero que acerca la tauromaquia a todos los públicos

Málaga ha dado un paso adelante —y de los grandes— con la inauguración del Centro de Experiencias Inmersivas de la Tauromaquia (CEIT), un proyecto que convierte a La Malagueta en epicentro de innovación y divulgación taurina. En este espacio vanguardista, el visitante no solo contempla, sino que vive la tauromaquia desde dentro: en el ruedo, en los corrales, en la enfermería… incluso desde el casco de realidad virtual.

El CEIT, impulsado por la Diputación de Málaga en colaboración con la empresa malagueña Toroshopping, ofrece una propuesta museográfica completamente nueva. Seis estaciones temáticas con experiencias en 3D, recursos sensoriales, arte, arqueología, moda y cine se entrelazan para ofrecer una mirada completa, inmersiva y profundamente respetuosa con la historia y la cultura taurina.

La inauguración contó con la presencia del presidente de la Diputación, Francisco Salado, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el consejero andaluz Antonio Sanz, quien no dudó en afirmar que “esta experiencia no existe en ningún otro lugar del mundo” y que se convierte en “una visita obligada para malagueños y turistas”.

Además de sus contenidos tecnológicos —pantallas gigantes, recreaciones históricas y simulaciones de toreo—, el CEIT se nutre del legado artístico y simbólico del toreo: desde litografías de Rafael Alberti hasta chaquetillas de Álvaro Domecq, vestidos de toreros como Antonio Ordóñez o Javier Conde, y piezas inéditas como el cartel de la primera corrida de La Malagueta, recientemente descubierto en la biblioteca de Las Ventas.

El centro también apuesta por la inclusión, con señalética específica, audioguías multilingües conectadas con el recorrido, accesibilidad para personas con diversidad funcional y una programación de exposiciones temporales que ampliarán la visión cultural del toro. Y todo esto, justo cuando La Malagueta se prepara para celebrar su 150º aniversario.

Con esta apertura, Málaga no solo refuerza su apuesta por la tauromaquia como patrimonio cultural, sino que da un paso decisivo hacia su reinterpretación contemporánea. Tradición y tecnología ya no están reñidas: en La Malagueta, ahora caminan juntas.