
Enfermería
Mariscal Ruiz cae inconsciente tras una voltereta brutal en la tercera de "Cénate Las Ventas"
Una novillada deslucida y desigual quedó marcada por el estremecedor percance del sevillano, que abandonó la plaza en ambulancia con pronóstico reservado

El silencio más sobrecogedor se apoderó de la plaza de toros de Las Ventas este jueves, durante la tercera novillada del certamen nocturno "Cénate Las Ventas". El quinto de la tarde, un novillo complicado de Los Chospes, prendió con una violencia extrema al sevillano Mariscal Ruiz, que quedó tendido e inmóvil sobre la arena tras recibir un derrote seco y brutal. El impacto fue tal que el joven novillero perdió el conocimiento de inmediato y comenzó a convulsionar, en una escena de angustia absoluta.
El momento fue de una crudeza que heló a los asistentes. El novillo lo lanzó por los aires al quedarse corto en un muletazo, golpeándolo de lleno al caer. La rapidez de la cuadrilla y de los servicios médicos fue esencial. Mariscal Ruiz fue evacuado en camilla a la enfermería, donde recuperó la consciencia tras ser diagnosticado con un traumatismo craneoencefálico y una contusión en la clavícula derecha, permaneciendo en observación antes de ser trasladado a la Clínica Fraternidad-Muprespa Habana con pronóstico reservado.
Fue Nino Julian quien se encargó de matar con solvencia al astado, en un gesto de compañerismo que también definió su noche. El francés, que debutaba en el coso venteño, firmó una actuación seria y voluntariosa, saludando sendas ovaciones en sus dos turnos y dejando detalles con los palos. A su segundo, que se rajó pronto, logró arrancarle muletazos de mérito.
El otro debutante, Juan Alberto Torrijos, se la jugó a portagayola en ambas salidas. Estuvo dispuesto y valiente ante dos novillos sin clase, especialmente con el sexto, en el que logró conectar con el tendido pese a no acertar con la espada.
En lo ganadero, los novillos de Los Chospes decepcionaron, con hechuras desiguales y un comportamiento deslucido. La embestida bronca del quinto, precisamente, fue la que provocó el terrible percance que marcó la noche.
El parte médico, difundido tras el festejo, confirmó además la lesión del banderillero Fernando Castillo, de la cuadrilla de Mariscal Ruiz, con afectación muscular en el muslo derecho, pendiente de estudio.
Las Ventas vivió una noche que nadie olvidará fácilmente, marcada no por el triunfo, sino por la fragilidad, el valor y la brutalidad del toreo cuando se convierte en frontera. El vuelo de Mariscal Ruiz quedará grabado como uno de esos momentos que definen lo real y lo trágico de la fiesta.
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