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Centro de Arte Reina Sofía

Westermann, Ishida y López Cuenca: 2019 en el Reina Sofía

El museo presenta las exposiciones por las que apostará el año que viene, marcadas por artistas nacionales e internacionales cuya visión crítica de la realidad contemporánea invita a la reflexión

Westermann, Ishida y López Cuenca: 2019 en el Reina Sofía
Westermann, Ishida y López Cuenca: 2019 en el Reina Sofíalarazon

Cuando regresó de combatir en la guerra de Corea -después de participar también en la Segunda Guerra Mundial- Horace Clifford Westermann encontró una América irreconocible. El suyo se había convertido en un país invadido por los medios de comunicación y que resurgía de la guerra con apetito de crecer y consumir de manera masiva. Su reacción fue dedicar su obra artística a la nostalgia por los valores de los Estados Unidos en los que creció, así como a la crítica a ese consumismo que había invadido a la sociedad, ahora bombardeada a cada minuto desde los televisores que ya tenían su lugar en los salones de la mitad de los hogares del país. En tiempos de Donald Trump y su “Make America Great Again” y de la omnipresencia de Twitter e Instagram resulta especialmente pertinente que el Museo Reina Sofía le dedique al artista su primera retrospectiva en España.

Se trata de la exposición con la que la pinacoteca da la bienvenida al 2019, según explicó esta mañana su director, Manuel Borja-Villel, que además se refirió a las muestras que más éxito tuvieron entre el público durante este año, entre ellas, la dedicada a Fernando Pessoa, así como “Dadá Ruso 1914-1924”, que finalizó en octubre, y “París pese a todo”, que permanecerá abierta hasta abril del año que viene y que explora la contribución de los artistas extranjeros que después de la Segunda Guerra Mundial trabajaron en la capital francesa.

Otro estadounidense que estará presente en el Reina Sofía es David Wojnarowicz, artista, escritor y activista autodidacta que fue una importante voz en medio del silencio que en los años ochenta rodeaba el VIH, virus que padecía. El Museo Whitney le dedicó este año una retrospectiva que ha ayudado a recuperar el nombre de este artista profundamente neoyorquino que pasó desapercibido durante años por su característica de “outsider”, un tema, además, recurrente en su trabajo.

“Aprovechando que Perú es el país invitado de ARCO, hemos planteado una exposición alrededor de la revista “Amauto”, que dirigía José Carlos Mariátegui, uno de los grandes intelectuales latinoamericanos y una de las primeras publicaciones en que el tema indigenista está presente”, explicó también Borja-Villel. La muestra reunirá más de 250 obras, entre ellas, reproducciones de la influyente revista, que funcionó como una plataforma de debate de la modernidad, pero también obras de Norah Borges, Martín Chambi, Elena Izcue, Emilio Pettoruti y Tina Modotti, entre otros.

Reflexionar sobre lo contemporáneo

El 2 de abril se inaugurará la primera antología que repasa la trayectoria de Rogelio López Cuenca, quien según Borja-Villel “cuestiona, sobre todo, la influencia del turismo en la cultura, digamos, el elemento depredador del turismo en algunas ciudades, como Málaga, de la que es especialmente crítico”. Efectivamente, la muestra se centrará en sus intervenciones críticas hacia la espectacularización de la cultura, así como su interés por temas como las políticas migratorias y la memoria histórica.

El japonés Tetsuya Ishida reflexiona igualmente sobre cuestiones propias de la realidad contemporánea, como “la idea de que la crisis no es temporal sino consustancial en nuestra forma de vivir”, en palabras de Borja-Villel, o la incertidumbre y soledad de las personas, muchas veces relacionados con el desarrollo tecnológico y la consecuente falta de comunicación y sensación de alienación. Como en el caso de Westermann, su experiencia personal -en este caso, la crisis que sacudió a Japón a principios de los noventa- marca su obra, que desarrolló apenas durante una década antes de suicidarse en 2005.

Donación del Archivo Coderch

Además de sobre las novedades el año que viene, el director del Reina Sofía mencionó que cerraban 2018 con más o menos la misma cantidad de visitantes que en 2017 -alrededor de 3,8 millones- y que habían notado un incremento en la cantidad de personas que asistían a las exposiciones después de las 19:00, cuando el museo es gratis.

Asimismo, se refirió a la donación del Archivo Coderch por parte de la familia del arquitecto catalán al museo. El archivo está integrado por planos y croquis de sus proyectos arquitectónicos y de diseño, fotografías de sus obras, correspondencia profesional, publicaciones, pinturas, premios y documentación personal, que recorren desde 1945 hasta 1984. Borja-Villel resaltó la importancia de la figura de Coderch y afirmó que la familia "quería que el archivo estuviese aquí". La donación forma parte del proyecto del museo de reforzar la presencia de la arquitectura en su colección, como hicieran previamente, por ejemplo, con la fotografía.